9ª JORNADA | 25 JUNIO 2020

Jornada Conclusiones

Antonio Garamendi y Pablo Isla

Introducción del presidente de CEOE, Antonio Garamendi.

Durante dos semanas, hemos acogido en la sede de los empresarios españoles a más de 130 empresas que han venido a darnos su punto de vista sobre la situación económica y social que estamos viviendo como consecuencia de la pandemia del COVID-19. Han sido diez días en los que hemos podido hablar con empresarios y empresarias de sectores como el financiero, energía o seguros. Hemos tomado el pulso a sectores fuertemente golpeados por la crisis como puede ser el turismo o el transporte. Hemos enfocado la salida de la misma con varias mesas industriales, hemos hablado del soplo de aire fresco que deben seguir siendo la cultura, el deporte, el entretenimiento…. Pero también, el espíritu emprendedor de los que quieren arriesgar para construir nuevos negocios. Se han tratado temas como el comercio o de la sanidad, que han estado al pie del cañón durante esta crisis. También, hemos hablado de sectores que se han convertido en palancas par el futuro y que son la innovación, la digitalización y la formación.

La cumbre ‘Empresas españolas liderando el futuro’ se ha convertido en el altavoz de los empresarios, de todas las empresas españolas, desde las grandes, hasta las pequeñas y los autónomos. De esta forma, hemos conseguido aportar una visión de 360 grados del tejido empresarial español, porque dentro de nuestra economía hay muchas realidades empresariales y sectoriales. Los empresarios estamos especialmente agradecidos a SM el Rey Felipe VI, que nos acompañó en la clausura de esta cumbre empresarial. Así, quisimos mostrar el apoyo de los empresarios al régimen constitucional y a la Corona, como eje vertebrador de este país y como símbolo de estabilidad, moderación y representación.

Esperamos que esta cumbre sea la semilla de un proceso constructivo y participativo. Confiamos en haber arrojado algo de luz y que esta cumbre se entienda como un mano tendida al diálogo desde las posiciones legítimas de todos aquellos que quieran entablarlo. Nosotros, desde la parte empresarial, lo hemos dicho siempre: los empresarios siempre defenderemos nuestros legítimos intereses desde el sentido de Estado, el sentido de España y desde la lealtad institucional.

Antonio Garamendi | Presidente de CEOE

Intervención del presidente de CEOE, Antonio Garamendi, y del presidente de Inditex, Pablo Isla, durante la Asamblea General de CEOE para presentar las conclusiones de la Cumbre Empresarial.

Buenas tardes, bienvenidos todos. Muchas gracias por acudir a esta cita, en especial a mi amigo Pablo Isla, presidente de Inditex, que una vez más nos acompaña en un momento tan importante.

Es un placer y un orgullo para mi dirigir unas palabras en este marco de la Asamblea General, que tanta relevancia tiene para los que sentimos y vivimos la CEOE. Y lo es porque en esta ocasión dedicaré mis palabras a un acontecimiento que creo que ha marcado un hito ya en la historia de esta casa. Me refiero a la Cumbre Empresarial que hemos organizado bajo el título ‘Empresas Españolas liderando el futuro’ y que ha marcado la agenda durante las últimas dos semanas.

Desde el agradecimiento a todos aquellos que han aportado su granito de arena en cada una de las mesas para conformar una visión valiosísima del contexto actual y futuro en clave empresarial, y también a todos los que desde la organización lo han hecho posible, quiero dejar claro que el objetivo que nos marcamos al inicio se ha cumplido.

Llevábamos tiempo hablando de la necesidad de que todos los agentes económicos y sociales, desde nuestro ámbito de actuación, actuáramos con responsabilidad para ser parte de las soluciones a esta crisis. Y esta Cumbre ha sido eso, un ejercicio de responsabilidad.

Los empresarios, como generadores de actividad y de empleo, sentíamos que era el momento de aportar nuestra visión en este proceso de reconstrucción, desde la unidad empresarial, pero también desde la pluralidad sectorial, para sacar a España de esta crisis y poner los cimientos de un tejido productivo más competitivo, sostenible e inclusivo.

Y así ha sido. A lo largo de dos semanas se ha hecho un recorrido por los sectores clave de nuestra economía; dando voz a todo tipo de empresas, desde los autónomos y emprendedores, hasta las grandes compañías, sin olvidar a los territorios. Creo que pocas veces se va a poder tener una fotografía tan completa de un momento económico y de las aportaciones empresariales como en esta ocasión.

Confiamos en que la voz de la CEOE, pero sobre todo de las empresas, haya llegado de forma clara y constructiva y que haya permitido arrojar algo de luz en esta coyuntura tan llena de incertidumbres.

También esperamos que haya quedado claro que el fin último de las empresas españolas es lograr el bien común y ello poniendo a las personas en el centro de las cosas y pensando en el futuro como un terreno lleno de oportunidades que debemos aprovechar apostando por la innovación y la digitalización, la formación, el impulso de la industria o la sostenibilidad.

Sin embargo, como apoyo fundamental a todos estos esfuerzos, no puede faltar la UE. Necesitamos más Europa y aprovechar el apoyo financiero que prevé repartir la UE entre los estados miembro canalizándolo a través de proyectos solventes, para lo que ofrecemos nuestra ayuda, con la misma lealtad dentro de la defensa legítima de nuestros intereses, con la que seguiremos impulsando el diálogo social en el futuro.

Antes de dar paso a las conclusiones de la Cumbre quiero informaros de que, con la responsabilidad y espíritu constructivo con el que iniciaba esta intervención, vamos a remitir estas conclusiones a todas aquellas instituciones y organismos económicos transversales implicados en la reconstrucción de la economía española, empezando por el Gobierno.

Además, es nuestra intención recopilar todo este trabajo en una publicación que estará disponible para todos y a la que se dará la máxima difusión.

Ya dentro del ámbito de las conclusiones extraídas de esta cumbre hay diez claves generales que han sobrevolado cada uno de los foros de esta cumbre.

Quiero ceder la palabra ahora a Pablo Isla, que será quien las exponga a continuación:

  1. Visión de medio y largo plazo para llevar a cabo las inversiones necesarias para hacer de España un país más competitivo, resiliente y sostenible. La transición energética es fundamental para alcanzar esta sostenibilidad. España puede acelerar las inversiones en energías verdes, que además pueden tener un efecto arrastre en el corto plazo.
  2. La confianza a través de la seguridad jurídica es fundamental. Esa confianza es clave para generar credibilidad y atraer y retener inversiones.
  3. Consenso y diálogo social para llegar a acuerdos que nos ayuden a salir de la crisis. No se deben revertir reformas que han generado crecimiento económico y mejora del bienestar, y en todo caso se deben mejorar aquellos aspectos en los que exista margen.
  4. Un marco regulatorio más flexible y adaptado a los cambios de la economía española.
  5. Colaboración público-privada para mejorar la eficiencia y calidad en la prestación de servicios públicos tanto en el ámbito de la educación y la sanidad como en el de las infraestructuras.
  6. Conservar el tejido productivo a través de medidas que están funcionando, como los ERTEs o las líneas de avales públicos, adaptándolas y acompasándolas a la evolución de la actividad económica de cada sector.
  7. Reindustrialización para generar un empleo de calidad y mejor remunerado. El objetivo debe ser alcanzar un peso del 20% sobre el PIB. Aquellos territorios que superan este porcentaje son los que también presentan menores niveles de desempleo.
  8. Innovación y digitalización del tejido productivo, sobre todo de las pequeñas y medianas empresas y de la Administración pública.
  9. Estabilidad presupuestaria. Hay que disponer del gasto público necesario en el corto plazo para salir de la crisis, y volver a una senda de estabilidad fiscal a medio y largo plazo. Para ello, hay que promover el crecimiento económico y evitar, sobre todo, subidas impositivas en momentos de crisis económica. Otros países europeos están aplicando rebajas de impuestos para salir de la crisis.
  10. Igualdad de oportunidades y el crecimiento inclusivo a través de la formación y la educación. La prioridad son las personas y el empleo, la mejor fórmula de inclusión social; también que no debemos dejar a nadie atrás en la recuperación y en las transformaciones energéticas y digitales. Por último, apuesta por revitalizar el contrato social.

Dicho todo esto, tenemos que contar con más Europa. España tiene que apostar por Europa, que es la que nos ha proporcionado bienestar, estabilidad y progreso. Esa apuesta implica responsabilidad por nuestra parte, en términos de generación de confianza y rigor presupuestario.

Abordaremos ahora las claves que cada foro nos ha ido revelando sobre los diferentes sectores, en el mismo orden en el que se fueron presentando estos días:

Sector financiero

Nuestro sector financiero ha tenido y va a seguir teniendo un papel fundamental en la provisión de liquidez y crédito a empresas y familias, y está haciendo todo lo posible por ser una parte de la solución, participando en la moratoria de pagos de préstamos, concediendo nueva financiación con y sin garantía pública o haciendo adelantos de las prestaciones sociales. Sin embargo, el sector se enfrenta a un problema de rentabilidad. De ahí la importancia de gestionar la calidad del activo y de no imponer más restricciones a su actividad, como pueden ser la subida de impuestos o el aumento de requerimientos. El sector ha manifestado que tenemos que avanzar en la Unión Bancaria Europea y la Unión Bancaria de Capitales y avanzar con un marco estable y predecible, basado en el diálogo social, que aporte certidumbre sobre las reglas del juego y garantice la seguridad jurídica. Esto es clave, según se ha manifestado, para generar la confianza necesaria para fomentar la iniciativa y la inversión privada.

Energía y Sostenibilidad

En la mesa de energía se consideró fundamental contar con un marco normativo transparente, estable, predecible y atractivo, que garantice la seguridad jurídica y promueva la iniciativa privada. Además, se señaló que se deben eliminar barreras regulatorias.

Por otro lado, en este foro se planteó que la sostenibilidad es otro de los grandes ejes sobre los que debe pivotar la reconstrucción, como se reconoce en los programas de apoyo de la Comisión Europea. Otra de las ideas que trascendió en esta mesa es que debemos aprovechar los recursos que la UE puede aportar para transformar nuestra economía y hacerla transitar hacia un modelo sostenible y competitivo y situar a España a la cabeza de la transición energética. No en vano, en nuestro país hay empresas punteras líderes mundiales en sostenibilidad.

Operadoras de sistema

En la mesa de operadoras del sistema se planteó de nuevo que debe buscarse un modelo económico en el que crecimiento y desarrollo sostenible estén alineados. Desde ese prisma, la transición energética está llamada a ser un eje estratégico, articulada en torno a la descarbonización, electrificación, e integración renovable.

También se abordó que la transición ha de ser justa e inclusiva, sin dejar a nadie atrás y dando opciones a aquellos sectores que se vean abocados a una reconversión. Por último, este proceso debe hacerse apoyando la eficiencia energética y garantizando la seguridad de suministro y, para ello, es necesario mantener la inversión en redes capaces de integrar de forma eficiente la generación distribuida.

Seguros

En la mesa de las aseguradoras quedó patente que el seguro de crédito tiene una importancia capital para garantizar el tráfico comercial y recuperar la confianza en las transacciones entre empresas. Todos los países de nuestro entorno han aprobado paquetes multimillonarios para apoyar el funcionamiento de este negocio que es clave para la recuperación. Las pandemias no están cubiertas por el seguro en ningún país del mundo, por lo que esta crisis plantea un nuevo desafío, aunque se está trabajando en buscar mecanismos para protegernos ante este tipo de eventos. Según se planteó, en el caso de España, el Consorcio de Seguros podría jugar un papel fundamental. Por último, se dejó ver la importancia del ahorro en situaciones de crisis como la actual y el papel clave de la industria aseguradora en este sentido.

Turismo

En el foro dedicado al turismo se trasladó que la recuperación económica únicamente será posible si se recupera la demanda a partir de una mejora de los índices de confianza de los consumidores y si las empresas turísticas reciben las ayudas necesarias. En este sentido, se planteó que para proteger al sector y mantener la actividad y el empleo se necesitan, a corto plazo, medidas específicas como la aplicación de unos ERTES flexibles, políticas de líneas de avales, financiación extra y medidas para incentivar la demanda, como podría ser una reducción temporal del IVA. A largo plazo sería necesaria la modernización del sector, aumentar el tamaño de las empresas, impulsar plataformas turísticas españolas potentes (turoperadores) e invertir en formación, innovación, desarrollo y retención de talento.

Transporte

Durante la crisis sanitaria del COVID-19, el transporte ha contribuido destacadamente a la distribución de productos básicos, pero ciertos subsectores han visto paralizada su actividad, fundamentalmente, los ligados al transporte de personas, y también determinados medios de transporte, como el transporte aéreo. Según se planteó en el foro de transporte, este último, muy afectado, necesita reformas estructurales como el impulso del cielo único europeo y la reducción de las tasas aéreas para fomentar la llegada de más turistas.

Además, se insistió en que los recursos financieros de la UE deben movilizarse plenamente para que se ejecuten partidas presupuestarias destinadas a proyectos de inversión en comunicaciones. Para el sector también resulta imprescindible el mantenimiento de los ERTES, así como la simplificación de trámites y eliminación de la burocracia.

En el caso del transporte, se volvió a la idea de que la nueva movilidad debe ser sostenible, conectada y multimodal. Por último, el sector considera que hay que aprovechar esta crisis para resolver un problema endémico del sector: el tamaño medio de sus empresas, que debe ser más grande para innovar, internacionalizarse y ser más competitivas.

Industria

El sector industrial coincide en que debe posicionarse como el motor de la recuperación. Cabe recordar que el 50% de las exportaciones se generan a través de industria, que el 60% de la I+D+i está en la industria y que el 74% de los empleos del sector son indefinidos.

Sin embargo, en los últimos años se ha abandonado al sector industrial. En 1970 suponía el 32,9% del PIB, pero hoy su peso se ha reducido al 11,5%. Ninguno de los grandes países occidentales industrializados ha vivido este proceso.

Por ello, en las mesas dedicadas a la industria se instó a recuperar el peso perdido para llegar al objetivo de contar con un sector que aporte el 20% del PIB. Para ello se propuso mejorar factores de competitividad como el coste de la energía, propiciando, por ejemplo, que el sector industrial produzca su propia energía. Además, el Estatuto para consumidores electrointensivos aún en desarrollo se considera clave, pero el borrador actual, insuficiente.

Para el sector, la innovación y la transferencia tecnológica son también palancas de desarrollo competitivo, del mismo modo que nuestras industrias y empresas deben ser sostenibles, en un sentido amplio y auténtico.

También se considera necesario profundizar en la economía circular, volviendo a la idea de productos duraderos y de calidad, frente al modelo desbocado de producir a bajo coste.

Automoción

España es el 9º país dentro del ránking de exportación de automóviles a nivel mundial y el 2º a nivel europeo. Sin embargo, la pandemia ha paralizado la actividad de la automoción y hasta 2023 no recuperaremos los niveles precrisis. Para este sector, los ERTEs son un mecanismo fundamental en la crisis, como quedó patente durante la cumbre.

En este sentido, se recalcó que no se deben introducir cambios normativos que puedan afectar a la seguridad jurídica y que reduzcan la flexibilidad de las empresas para invertir. Al mismo tiempo, el Plan de descarbonización se consideró positivo, pero con una llamada a hacerlo de forma gradual.

Según se trasladó, necesitamos además la infraestructura adecuada para poder avanzar en la electrificación y acelerar su despliegue. Por otro lado, hay que definir el modelo de movilidad que queremos en nuestro país.

Parece que el modelo tradicional de venta dará paso a un modelo de servicios de movilidad; pasaremos a consumir desplazamientos mediante tecnología con una base digital, conocedora de los hábitos de los clientes, que predice su comportamiento y cruzan las necesidades con la oferta.

Por último, el sector puso sobre la mesa que España debe dirigir sus políticas a fortalecer el tejido empresarial y la digitalización tecnológica.

Sector Agroalimentario

Para el sector agroalimentario es necesario apostar y potenciar la colaboración público-privada en todos los ámbitos. Propone crear en el campo un consorcio público-privado que promocione y exporte los productos españoles. En su opinión, la unidad de mercado es imprescindible para evitar desventajas competitivas con otros sectores de la Unión Europea y terceros países. Además, es imprescindible que la digitalización llegue de forma efectiva al mundo rural. Por último, en la mesa dedicada al sector se habló de promover desgravaciones fiscales en el sector agroalimentario.

Infraestructuras

Una de las claves fundamentales para impulsar las infraestructuras, por sus efectos positivos, es la colaboración público- privada, según se recordó a lo largo de la Cumbre. Dada la escasez de recursos públicos y el fuerte ajuste fiscal que se supone, es imprescindible fomentarla y también favorecer la cohesión territorial. En este sentido, se señaló que se necesita inversión junto con un programa extenso de rehabilitación de edificios, lo que crearía empleo de manera inmediata.

Por último, la atracción de inversión extranjera. En el extranjero hay liquidez disponible, fondos que buscan proyectos rentables, pero seguros y sostenibles. Al respecto, el sector recalcó que las inversiones en infraestructuras que mejoren la competitividad y la sostenibilidad y la economía circular permitirán la recuperación económica y los objetivos medioambientales que todos compartimos.

Construcción e Inmobiliarias

Hay que impulsar el sector de la construcción e inmobiliario por su efecto tractor en la economía y como generador de empleo. Así quedó patente en la mesa dedicada a esta ámbito, en la que se propuso abordar un gran programa de inversión en relación directa con todos los ODS y alineado con los principios de la agenda 2030. Este plan debería incluir aspectos como salud y bienestar, redes de saneamiento y agua limpia, energía asequible no contaminante, renovación de infraestructuras, carreteras, promoción del ferrocarril, conexiones ferroportuarias, ciudades sostenibles e infraestructuras verdes y valorización de los residuos.

Para fomentar la reactivación del sector se propuso reducir costes fiscales. También se reclamó una ley de seguridad jurídica en el urbanismo, imprescindible para que el sector sea sostenible, resiliente y atractivo para la inversión. Por último, se hizo alusión al régimen de las SOCIMI en el sentido de que, siendo un vehículo de ahorro y de canalización de inversión productiva, hay que respetarlo y homologarlo con países del entorno, permitiendo, por ejemplo, la neutralidad fiscal de aportación de activos a cambio de capital.

Sector Servicios

Desde el sector se pide una revisión del modelo asistencial a las personas dependientes y reforzar la coordinación del sistema sanitario y los centros asistenciales. Así mismo, se considera necesario garantizar la adecuada financiación de este sistema asistencial (precios públicos, negociación de convenios, etc.); profesionalizar el sistema y crear también un sistema de alertas tempranas ante situaciones como la provocada por esta situación sanitaria.

Es importante también para el sector la disposición de un stock de seguridad de EPIs por parte de las Administraciones, con el objetivo de asegurar, además, la disposición de este tipo de equipos en el mercado a unos precios razonables.

También hacer coincidir la duración de los ERTEs con el momento en que se logre la recuperación de la actividad a niveles de normalidad. Por último, se apuesta por desarrollar protocolos de adaptación rápida de seguridad en el ámbito de la salud de las personas, para garantizar el mantenimiento de la actividad en el entorno de trabajo ante una posible reactivación de la crisis sanitaria.

RSC

 Durante la Cumbre Empresarial también se puso de manifiesto que la responsabilidad social es uno de los motores con los que cuenta el país para ser más competitivo y más inclusivo. En este sentido, se abordó la necesidad de que el planteamiento general de la actividad de la empresa sea contar con la responsabilidad social como elemento de competitividad, sostenibilidad y cohesión social.

También se comprobó que la crisis ha puesto sobre la mesa el rostro más comprometido y social de las empresas, que se han movilizado con esa capacidad de resiliencia que les caracteriza, apoyando a la sociedad en estos momentos tan complicados. Entre las experiencias de las que se hablaron se recordó, por ejemplo, que muchas empresas han reorientado su actividad para fabricar material sanitario, han facilitado alimentos, etc.

Cultura y Deporte

La cultura y el deporte se han visto también muy afectados por la crisis del COVID-19. Estos sectores, con una gran importancia empresarial y económica, han sufrido las restricciones a su actividad y a la movilidad. Sin embargo, han estado a disposición de los ciudadanos en los momentos duros del confinamiento. Por todo ello, en la mesa dedicada a estas actividades se aseguró que se necesitan medidas extraordinarias y singulares que acompañen el proceso de normalización y dinamicen la reactivación de estas industrias. Para estas industrias, es fundamental que se protejan los derechos de imagen y propiedad intelectual, que haya tolerancia cero con la piratería, que se fomenten la financiación (incluida las nuevas formas de financiación), medidas fiscales e incrementar la seguridad jurídica. Quedó claro en este foro que la cultura ejecuta una labor social imprescindible, dando un servicio público esencial en una sociedad equilibrada y plenamente desarrollada. Se deben diseñar, según se concretó, medidas específicas para la recuperación de la cultura y las artes escénicas. Para estas medidas se deben tener en cuenta las peculiaridades de la industria, como la estacionalidad, la intermitencia laboral y el carácter artesanal del mismo.

Emprendedores y Autónomos

En la mesa de emprendedores y autónomos se llamó a apoyar el emprendimiento desde todos los ámbitos, ya que emprender tiene que ser una opción empresarial más. Se insistió en que hay que favorecer la creación de empresas porque tienen que liderar el futuro; en aprovechar e impulsar la innovación y la digitalización en todos los ámbitos de la economía, como eje transformador del tejido productivo; también adoptar más ayudas y que lleguen a más empresas y autónomos; y, por último, contar con una Administración amable, ágil y eficiente, que evite trámites innecesarios y duplicidades, y un entorno que favorezca la creación de empresas primando la seguridad jurídica, la confianza y la estabilidad.

Comercio

Para el sector es necesario que no se endurezca la carga impositiva a empresas y hogares, sino que se impulse la inversión y la creación de empleo para favorecer la reactivación del país. Que se elaboren planes para dinamizar el consumo. Que se establezca un marco fiscal más favorable y un marco laboral flexible. Y, por último, garantizar la unidad de mercado y la libertad de empresa, como claves para crear un clima propicio a la creación y fortalecimiento de las empresas.

Asesoramiento y Estrategia

Durante el foro dedicado al asesoramiento y la estrategia fue mayoritaria la idea de que la visión a medio y largo plazo será clave. El coste de la crisis económica y social es muy elevado y hay que actuar con responsabilidad para llevar a cabo una transformación económica con visión de futuro, con el objetivo de convertirnos en un país competitivo, resistente y sostenible. En este ámbito, de nuevo se insistió en que hay que aprovechar los fondos europeos como una oportunidad única, y en que la claridad, la seguridad y la predictibilidad del marco regulatorio son cuestiones vitales en este momento. También se abordó que es necesaria una apuesta clara por la digitalización y que las crisis no se financian con impuestos, porque no hay capacidad económica que gravar, sino que se financian con deuda. De nuevo, se señaló en esta mesa que si queremos mantener el empleo, reactivar la economía y reactivar el consumo, lo último que se debe hacer es subir impuestos.

Sanidad

La Sanidad es un sector esencial, que ha multiplicado los recursos y ha respondido de manera rápida y eficaz a la intensidad de la crisis sanitaria. Además, la colaboración pública-privada ha sido altamente eficaz. Sin embargo, en el foro dedicado a este ámbito se puso de manifiesto que se necesita más inversión en sanidad, en torno a 1 punto del PIB, dado que se parte de una situación de desventaja, al estar España más afectada por la pandemia, y al tener una inversión inferior respecto a la media europea antes de la crisis. Además, se recordó que la inversión en este sector revierte en la mejora y calidad de vida de la sociedad a medio y largo plazo.

Digitalización e Innovación

La digitalización es una herramienta obligada para poder superar situaciones de crisis. Esta crisis ha sido un catalizador para la digitalización, que ha avanzado en dos meses lo que en condiciones normales hubiera necesitado cinco años. Las mejores reservas estratégicas de un país, y que nunca se agotan por su uso, son sus tecnologías y capacidades de innovación y aprendizaje.

Por ello, en las mesas dedicadas a la innovación y la digitalización se enfatizó que es necesario canalizar adecuadamente los recursos disponibles para la reconstrucción priorizando la digitalización de las empresas, especialmente las de menor tamaño, aprovechando para ello la disponibilidad de recursos de la Unión Europea. Así mismo se dijo que, cuando hablamos de digitalización hablamos de potenciar el teletrabajo, el uso del cloud, los canales online, la automatización de procesos, la toma de decisiones basadas en datos, y la seguridad digital.

La experiencia reciente ha puesto de manifiesto también la gran capacidad de aprendizaje de nuestra sociedad. Pero, como se puso de manifiesto en este foro, todavía queda mucho pendiente y en este contexto se ha apostar por la generalización de la formación en competencias tecnológicas, habilidades digitales y en el reciclaje y actualización de conocimientos de todos los profesionales que trabajan.

Educación y Formación

Una educación de calidad y de excelencia solo se consigue mediante el esfuerzo, innovación, coherencia, transparencia y una permanente actualización del conocimiento. Esta fue una de las conclusiones que se extrajo de la mesa dedicada a la educación y la formación.

Nuestros sistemas, según se reiteró, adolecen de un grave problema de falta de ajuste entre la cualificación demandada por el mundo empresarial y la que ofrecen nuestros jóvenes, lo que requiere de consensos que propicien reformas valientes, difíciles y urgentes, siendo necesario hacer grandes esfuerzos de trabajo, de generosidad y de diálogo de todas las partes involucradas.

Pymes

En la mesa dedicada a las pequeñas y medianas empresas, uno de los mensajes más repetidos fue la necesidad de cuidar a esta parte del tejido empresarial, por cuanto es mayoritario y es el responsable de la mayor parte de la creación de empleo. Asimismo, se insistió en la necesidad de contar con un marco normativo que aporte certidumbre, apoyar la liquidez de las pymes, y extender los ERTEs en sus actuales condiciones todo el tiempo que sea necesario.

Otro de los puntos comunes fue la necesidad de llevar la innovación y la digitalización a las pequeñas y medianas empresas y, por el contrario, evitar subidas de impuestos que penalicen aún más a empresas que normalmente no tienen tantas reservas como las grandes empresas.

Geopolítica

En la mesa dedicada a la Geopolítica se trataron cuestiones clave como cuestiones clave como el notable esfuerzo que han hecho los empresarios españoles en términos de internacionalización y la necesidad de seguir por esa senda. Para ello, se ha ahondado en la necesidad de tener un Europa más cohesionada y de aprovechar los recursos liberados desde la UE para ayudar a los Estados miembro en la reconstrucción.

Al mismo tiempo, se ha situado a China y EE.UU. como los dos actores principales del actual tablero internacional, y se ha advertido de que el protagonismo de la UE en este contexto dependerá en parte de la capacidad de la UE para resolver problemas internos.

Asimismo, se han identificado como las grandes macrotendencias del momento la globalización y la digitalización. También se ha resaltado la relevancia de la ciencia en el contexto actual y que la inversión tecnología debe ser una prioridad para la empresa, siempre en línea con la lucha contra el cambio climático.

Comunidades Autónomas

Finalmente, en la mesa dedicada a los territorios, se ha destacado la necesidad de crear un ecosistema normativo favorable a las empresas, para poder sostener el tejido productivo, y con él, el empleo. Para ello, se ha resaltado la importancia de extender los ERTEs en sus actuales condiciones mientras sea necesario y fomentar la colaboración público-privada. Además, las comunidades autónomas ven vital vertebrar mejor los diferentes territorios para efecto luchar contra los efectos negativos de la despoblación.

Miguel Garrido, presidente de CEIM Madrid, ha afirmado que “el principal escudo social es el empleo”, “es la verdadera prioridad”, y para ello hay que “ayudar a las empresas”. Entre las medidas que necesitan las empresas para salir de la crisis, ha mencionado la “flexibilidad, sobre todo laboral”, “un marco fiscal incentivador de la actividad” o luchar “contra el fraude y la economía sumergida”, así como “contra la morosidad”.

Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball, considera que “son momentos de tejer complicidades”. Ha pedido “un gobierno que escuche y actúe”, porque según él, “el único camino es la concertación y el consenso”, y ha añadido que “es fundamental la colaboración de lo público con lo privado”. Considera también necesaria una “reindustrialización de la economía española”, reiterando que se necesita “generar confianzas y complicidades”. Según Sánchez Llibre, “las conclusiones de estas jornadas tendrían que incorporarse a la hoja de ruta de reconstrucción que elabore el Gobierno”.

Por su parte, Salvador Navarro, presidente de CEV, considera que “acelerar la recuperación y mantener el máximo nivel de empleo” debe ser el objetivo de todos, y ha reclamado al Gobierno una “reforma de la financiación”, porque, ha asegurado: “Los valencianos nos sentimos ciudadanos de segunda”. Además, ha señalado que debido al importante peso que tiene el turismo en la Comunidad Valenciana, la recuperación “será más complicada” en la región. Navarro ha llamado a priorizar el diálogo social y a que el plan de salida de la crisis sea “fruto del mayor consenso posible”.

Javier González de Lara, presidente de CEA, ha señalado que “esta crisis y su origen son ajenos al mundo empresarial”, por lo que no hay que “cambiar el modelo productivo, sino hacer más productivo el modelo”, situando “a la empresa en el eje de la toma de decisiones”. Ha pedido también “altura de miras y visión de largo alcance”, “en un escenario de seguridad y confianza”.

Santiago Aparicio, presidente de CECALE, ha puesto el foco en “el desafío de la digitalización y la apuesta por la economía verde” y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Repasando la situación por sectores en la región, Aparicio ha afirmado que “hay que llevar la digitalización al sector agrario”, potenciar la I+D+i en el sector del automóvil, “muy potente en Castilla y León”, al tiempo que ha destacado también la importancia del sector turístico, “con cuatro ciudades Patrimonio de la Humanidad”.

Ha mencionado, asimismo, que “la financiación autonómica debe cambiar”, añadiendo que necesitan una armonización fiscal “que impida la sangría de empresas de esta región”. “Empezar a utilizar la ley de unidad de mercado”, en su opinión “ahorraría más de 45.000 millones a las CCAA españolas”.

Eduardo Zubiaurre, presidente de CONFEBASK, ha relatado que el impacto de la crisis en Euskadi está siendo muy importante, sobre todo en la industria por su peso en el PIB de este territorio. La crisis “está afectando tanto a la oferta como a la demanda” y preocupa el “frenazo de la actividad” en distintos sectores. Entre sus propuestas para remediarlo, “aumentar la inversión pública y el endeudamiento”.

Ángel Nicolás, presidente de CECAM, ha asegurado no entender “el apoyo al trabajador si previamente no hay un apoyo a la empresa”, “se están haciendo las cosas al revés”, ha añadido. En su opinión ha funcionado tan bien el teletrabajo durante la pandemia “porque no estaba regulado”. “Muchas personas se han librado de ir al ERTE porque han teletrabajado”, ha afirmado, añadiendo que “apoyando a la empresa se apoya al trabajador”, y que “a menor presión fiscal, mayor expansión de la economía”.

Ricardo Mur, presidente de CEOE Aragón, ha pedido “extremar las medidas de prudencia” para “no desandar lo andado”. En Aragón, en este periodo se han perdido, “entre empresas y autónomos” alrededor de 4.000. “Salvar empresas es salvar empleos”, ha afirmado, por lo que “es imprescindible la prórroga de los ERTES mientras dure este escenario excepcional”.

Mur ha puesto sobre la mesa “el carácter pactista aragonés”, ensalzando el papel del diálogo social, y ha avisado de que “Europa va a ayudar, pero esa ayuda no va a ser gratis”.

Antonio Fontenla, portavoz de CEG Galicia, ha resaltado que en su territorio tienen un “problema muy grave de demografía”, y ha puesto en valor el “esfuerzo extraordinario” del Gobierno gallego para ayudar a las empresas de la región en esta crisis. Según Fontenla, es un “problema enorme” el de que la región “sólo tiene el 14% de su PIB en la industria”, y ha llamado la atención sobre la situación de Alcoa, que supone “el 40% de la industria de la provincia de Lugo”, o sobre el hecho de que “el AVE no llega”, por lo que están “cansados de incumplimientos”. Ha constatado que “donde la industria es fuerte, no hay paro”.

Agustín Manrique de Lara, presidente de CCE Las Palmas, ha expresado su “agradecimiento a la Corona”, ya que los Reyes iniciaron ayer su visita a las CCAA tras la pandemia por esta región. Según Manrique “la crisis sanitaria ha sido leve en Canarias”, pero prevé que la economía “va a verse seriamente afectada”. Para 2021, esperan que la recuperación lleve a un crecimiento del PIB de “entre el 14% y el 16%”, y ha lamentado la pérdida de “tres millones de visitantes en los primeros cinco meses del año”, por lo que considera esencial la prórroga de los ERTEs hasta “la plena recuperación turística”.

José Carlos Francisco, presidente de CEOE Tenerife, ha planteado medidas a corto plazo, como los “ERTEs hasta diciembre”, líneas de liquidez “que se han mostrado importantes” y “el incremento de deuda pública para cubrir los gastos de la pandemia y que no se paren las inversiones públicas”. A futuro, le preocupa que se esté creando “un ecosistema que sea agresivo para el empresario”, en referencia sobre todo a la fiscalidad, algo que sería “contraproducente para lo que el país necesita en su salida de esta crisis”.

Pedro Castro, presidente de CREEX Extremadura, ha comentado algunas debilidades que ya tenía la región con anterioridad a la crisis, como el paro, la falta de infraestructuras, el envejecimiento o la despoblación de las zonas rurales. En esta Comunidad, según Castro, han apostado por el diálogo social y un “espíritu de concertación” que ha arrojado importantes logros para las empresas. Para salir de la crisis “necesitamos que el gobierno se implique con decisión generando seguridad jurídica”, “diálogo”, “eficacia”, ha indicado. Pide “vertebrar un territorio” que camina hacia la despoblación a medio plazo, y ha pedido también al Gobierno “una estrategia de recuperación consensuada”.

Belarmino Feito, presidente de FADE Asturias, ha apoyado el diálogo social, porque “no se debe gobernar por decreto, sino por consenso”. Feito ha comentado que con carácter previo a la pandemia, desde la organización empresarial propusieron un nuevo eslogan para la región, en lugar del conocido ‘Asturias, paraíso natural’: “Sin empresas, no hay paraíso”, “hoy más vigente que nunca”, a su parecer. Ha afirmado que “la industria es un pilar fundamental de la economía asturiana”, y sobre ella se ciernen muchas amenazas que pueden ponerla “en grave riesgo”. Ha recordado la “problemática del sector siderúrgico”, considerando un “grave error la desprotección de la UE al acero”, al tiempo que también ha puesto en valor el importante papel del turismo en la región.

Carmen Planas, presidenta de CAEB Baleares, ha traído a su intervención “mensajes positivos”, como el “orgullo de que Baleares haya podido liderar a nivel nacional una desescalada modélica”. “Nuestro deseo -ha asegurado- no era otro que el de generar confianza” para un sector que es “vital para Baleares”, pero también para el PIB nacional, y ha valorado en “35 millones de euros” el mensaje de confianza que se ha traslado. Pero también ha advertido de que debe “mantenernos en alerta” la contracción sin precedentes del PIB de Baleares, que ha sido “de un 4,5%”, lo que, a su parecer, les sitúa “a las puertas de la recesión económica, que va ser muy grave y sin ser agorera muy difícil de superar”, ha vaticinado. “En esta crisis Baleares es muy vulnerable”, lamenta, añadiendo que en mayo “prácticamente se ha duplicado el desempleo” en las islas.

Juan Miguel Sucunza, presidente de CEN Navarra, ha asegurado que se trata de una Comunidad “muy singular”, en la que “la industria supone el 30% del PIB”, así como “muy exportadora”, pero se está notando “de forma seria la paralización de la economía”. Considera que las ayudas europeas son “totalmente necesarias” para reactivar la economía. “No podemos permitir que cierren empresas viables”, ha afirmado. Además, ha destacado la responsabilidad que supone “dejar como herencia una enorme deuda pública”, por lo que ha pedido una “correcta administración de esos fondos”. Sucunza ha hecho también un llamamiento al diálogo y a la “reconciliación”.

Enrique Conde, presidente de CEOE-CEPYME Cantabria, asegura que tenemos la “oportunidad de transformar la economía a una de alto valor productivo”, y ha puesto en el foco del corto plazo a los sectores del comercio, hostelería y turismo, mientras que ha situado en el medio plazo para la salida de la crisis a la construcción. Ha hecho también una “apuesta por la industria”, poniendo de manifiesto algunas “desventajas competitivas en Cantabria”, entre las que ha mencionado el coste de la energía, las exigencias medioambientales o “la lentitud de la Administración autonómica”. Asimismo, ha pedido apostar por “las empresas más intensivas en tecnología”, “la digitalización del tejido productivo”, “más obra pública en 2020-2021” o “una transición ecológica justa”.

Jaime García-Calzada, presidente de FER La Rioja, ha vaticinado que habrá que “lidiar con una crisis económica inédita”. La Rioja la ha sufrido “de forma muy virulenta”, ha afirmado, y ha adelantado que “su economía se contraerá entre un 8% y un 10%”. Ha pedido “poner encima de la mesa todas las herramientas para salvar el máximo de empresas y autónomos posibles y el máximo empleo”. Con un tejido empresarial de “11.000 empresas y 130.000 trabajadores, de las que 4.500 han estado en ERTE” y “quedan por incorporarse 12.500 trabajadores”, por lo que considera que “la adaptación ha sido rápida, menos en aquellos sectores que están en la UVI”. En cuanto al comercio exterior de la región, ha calculado que se perderán “más de 500 millones de los 1.900 millones alcanzados en 2019 por las exportaciones riojanas”, que ha calificado como “una de las fortalezas” de esa Comunidad.

José María Albarracín, presidente de CROEM Murcia, ha reclamado que no se legisle “de espaldas a los empresarios”, y ha puesto en valor su labor durante la crisis, en especial los considerados esenciales, “como el sector primario y el transporte”, pero también “la de aquellos que se vieron obligados a cerrar”. Ha pedido mirar “al empresario como ese caballo que tiene que tirar del carro”, al tiempo que ha dicho que “hay que aprender mucho de lo que ha sucedido” para “no cometer errores del pasado”. Albarracín ha reclamado “colaboración público- privada en lo sanitario, pero también en el sistema educativo”, “que hay que adaptar” a las necesidades actuales. Ha hecho también un reconocimiento “al sector bancario que ha estado al lado de los empresarios”.

Bhagwan Dhanwani, presidente de CECE Ceuta, ha pedido diálogo, a nivel de la Ciudad Autónoma, sobre la desescalada, porque, ha asegurado, “entre todos debemos reactivar la actividad económica y social de la ciudad”. Según Dhanwani, las “relaciones comerciales con el vecino Marruecos se han caído”, por lo que “ha llegado el momento de que Ceuta se plantee un nuevo escenario”, ingresando en la unión aduanera “para que Ceuta esté en el mundo y el mundo cuente con nosotros”, ha demandado.

Margarita López Armendáriz, presidenta de CEME Melilla, ha recordado que esta Ciudad Autónoma “es una de las fronteras de Europa con Marruecos”, país con el que “históricamente” han mantenido “relaciones de buena vecindad”, pero de un tiempo a esta parte “se han visto debilitadas”, según la presidenta de los empresarios melillenses desde el cierre de la aduana comercial a mediados de 2018 “decretado de manera unilateral” por el Gobierno marroquí. Por ello, ha reclamado “su reapertura”, así como “una bonificación al transporte de mercancías”, la entrada de Melilla en la unión aduanera o una simplificación administrativa. Ahora a Melilla “nos tratan de tercer país” en sus relaciones con la UE y con el resto del territorio nacional, ha lamentado.

Nuestro sector financiero ha tenido y va a seguir teniendo un papel fundamental en la provisión de liquidez y crédito a empresas y familias, y está haciendo todo lo posible por ser una parte de la solución, participando en la moratoria de pagos de préstamos, concediendo nueva financiación con y sin garantía pública o haciendo adelantos de las prestaciones sociales. Sin embargo, el sector se enfrenta a un problema de rentabilidad. De ahí la importancia de gestionar la calidad del activo y de no imponer más restricciones a su actividad, como pueden ser la subida de impuestos o el aumento de requerimientos. El sector ha manifestado que tenemos que avanzar en la Unión Bancaria Europea y la Unión Bancaria de Capitales y avanzar con un marco estable y predecible, basado en el diálogo social, que aporte certidumbre sobre las reglas del juego y garantice la seguridad jurídica. Esto es clave, según se ha manifestado, para generar la confianza necesaria para fomentar la iniciativa y la inversión privada.
En la mesa de energía se consideró fundamental contar con un marco normativo transparente, estable, predecible y atractivo, que garantice la seguridad jurídica y promueva la iniciativa privada. Además, se señaló que se deben eliminar barreras
regulatorias.

Por otro lado, en este foro se planteó que la sostenibilidad es otro de los grandes ejes sobre los que debe pivotar la reconstrucción, como se reconoce en los programas de apoyo de la Comisión Europea. Otra de las ideas que trascendió en esta mesa es que debemos aprovechar los recursos que la UE puede aportar para transformar nuestra economía y hacerla transitar hacia un modelo sostenible y competitivo y situar a España a la cabeza de la transición energética. No en vano, en nuestro país hay empresas punteras líderes mundiales en sostenibilidad.
En la mesa de operadoras del sistema se planteó de nuevo que debe buscarse un modelo económico en el que crecimiento y desarrollo sostenible estén alineados. Desde ese prisma, la transición energética está llamada a ser un eje estratégico, articulada en torno a la descarbonización, electrificación, e integración renovable.

También se abordó que la transición ha de ser justa e inclusiva, sin dejar a nadie atrás y dando opciones a aquellos sectores que se vean abocados a una reconversión. Por último, este proceso debe hacerse apoyando la eficiencia energética y garantizando la seguridad de suministro y, para ello, es necesario mantener la inversión en redes capaces de integrar de forma eficiente la generación distribuida.
En la mesa de las aseguradoras quedó patente que el seguro de crédito tiene una importancia capital para garantizar el tráfico comercial y recuperar la confianza en las transacciones entre empresas. Todos los países de nuestro entorno han aprobado paquetes multimillonarios para apoyar el funcionamiento de este negocio que es clave para la recuperación. Las pandemias no están cubiertas por el seguro en ningún país del mundo, por lo que esta crisis plantea un nuevo desafío, aunque se está trabajando en buscar mecanismos para protegernos ante este tipo de eventos. Según se planteó, en el caso de España, el Consorcio de Seguros podría jugar un papel fundamental. Por último, se dejó ver la importancia del ahorro en situaciones de crisis como la actual y el papel clave de la industria aseguradora en este sentido.
En el foro dedicado al turismo se trasladó que la recuperación económica únicamente será posible si se recupera la demanda a partir de una mejora de los índices de confianza de los consumidores y si las empresas turísticas reciben las ayudas necesarias. En este sentido, se planteó que para proteger al sector y mantener la actividad y el empleo se necesitan, a corto plazo, medidas específicas como la aplicación de unos ERTES flexibles, políticas de líneas de avales, financiación extra y medidas para incentivar la demanda, como podría ser una reducción temporal del IVA. A largo plazo sería necesaria la modernización del sector, aumentar el tamaño de las empresas, impulsar plataformas turísticas españolas potentes (turoperadores) e invertir en formación, innovación, desarrollo y retención de talento.
Durante la crisis sanitaria del COVID-19, el transporte ha contribuido destacadamente a la distribución de productos básicos, pero ciertos subsectores han visto paralizada su actividad, fundamentalmente, los ligados al transporte de personas, y también determinados medios de transporte, como el transporte aéreo. Según se planteó en el foro de transporte, este último, muy afectado, necesita reformas estructurales como el impulso del cielo único europeo y la reducción de las tasas aéreas para fomentar la llegada de más turistas.

Además, se insistió en que los recursos financieros de la UE deben movilizarse plenamente para que se ejecuten partidas presupuestarias destinadas a proyectos de inversión en comunicaciones. Para el sector también resulta imprescindible el mantenimiento de los ERTES, así como la simplificación de trámites y eliminación de la burocracia.

En el caso del transporte, se volvió a la idea de que la nueva movilidad debe ser sostenible, conectada y multimodal. Por último, el sector considera que hay que aprovechar esta crisis para resolver un problema endémico del sector: el tamaño medio de sus empresas, que debe ser más grande para innovar, internacionalizarse y ser más competitivas.
El sector industrial coincide en que debe posicionarse como el motor de la recuperación. Cabe recordar que el 50% de las exportaciones se generan a través de industria, que el 60% de la I+D+i está en la industria y que el 74% de los empleos del sector son indefinidos.

Sin embargo, en los últimos años se ha abandonado al sector industrial. En 1970 suponía el 32,9% del PIB, pero hoy su peso se ha reducido al 11,5%. Ninguno de los grandes países occidentales industrializados ha vivido este proceso.

Por ello, en las mesas dedicadas a la industria se instó a recuperar el peso perdido para llegar al objetivo de contar con un sector que aporte el 20% del PIB. Para ello se propuso mejorar factores de competitividad como el coste de la energía, propiciando, por ejemplo, que el sector industrial produzca su propia energía. Además, el Estatuto para consumidores electrointensivos aún en desarrollo se considera clave, pero el borrador actual, insuficiente.
Para el sector, la innovación y la transferencia tecnológica son también palancas de desarrollo competitivo, del mismo modo que nuestras industrias y empresas deben ser sostenibles, en un sentido amplio y auténtico.

También se considera necesario profundizar en la economía circular, volviendo a la idea de productos duraderos y de calidad, frente al modelo desbocado de producir a bajo coste.
España es el 9º país dentro del ránking de exportación de automóviles a nivel mundial y el 2º a nivel europeo. Sin embargo, la pandemia ha paralizado la actividad de la automoción y hasta 2023 no recuperaremos los niveles precrisis. Para este sector, los ERTEs son un mecanismo fundamental en la crisis, como quedó patente durante la cumbre.

En este sentido, se recalcó que no se deben introducir cambios normativos que puedan afectar a la seguridad jurídica y que reduzcan la flexibilidad de las empresas para invertir. Al mismo tiempo, el Plan de descarbonización se consideró positivo, pero con una llamada a hacerlo de forma gradual.

Según se trasladó, necesitamos además la infraestructura adecuada para poder avanzar en la electrificación y acelerar su despliegue. Por otro lado, hay que definir el modelo de movilidad que queremos en nuestro país.

Parece que el modelo tradicional de venta dará paso a un modelo de servicios de movilidad; pasaremos a consumir desplazamientos mediante tecnología con una base digital, conocedora de los hábitos de los clientes, que predice su comportamiento y cruzan las necesidades con la oferta.

Por último, el sector puso sobre la mesa que España debe dirigir sus políticas a fortalecer el tejido empresarial y la digitalización tecnológica.
Para el sector agroalimentario es necesario apostar y potenciar la colaboración público-privada en todos los ámbitos. Propone crear en el campo un consorcio público-privado que promocione y exporte los productos españoles. En su opinión, la unidad de mercado es imprescindible para evitar desventajas competitivas con otros sectores de la Unión Europea y terceros países. Además, es imprescindible que la digitalización llegue de forma efectiva al mundo rural. Por último, en la mesa dedicada al sector se habló de promover desgravaciones fiscales en el sector agroalimentario.
Una de las claves fundamentales para impulsar las infraestructuras, por sus efectos positivos, es la colaboración público- privada, según se recordó a lo largo de la Cumbre. Dada la escasez de recursos públicos y el fuerte ajuste fiscal que se supone, es imprescindible fomentarla y también favorecer la cohesión territorial. En este sentido, se señaló que se necesita inversión junto con un programa extenso de rehabilitación de edificios, lo que crearía empleo de manera inmediata.

Por último, la atracción de inversión extranjera. En el extranjero hay liquidez disponible, fondos que buscan proyectos rentables, pero seguros y sostenibles. Al respecto, el sector recalcó que las inversiones en infraestructuras que mejoren la competitividad y la sostenibilidad y la economía circular permitirán la recuperación económica y los objetivos medioambientales que todos compartimos.
Hay que impulsar el sector de la construcción e inmobiliario por su efecto tractor en la economía y como generador de empleo. Así quedó patente en la mesa dedicada a esta ámbito, en la que se propuso abordar un gran programa de inversión en relación directa con todos los ODS y alineado con los principios de la agenda 2030. Este plan debería incluir aspectos como salud y bienestar, redes de saneamiento y agua limpia, energía asequible no contaminante, renovación de infraestructuras, carreteras, promoción del ferrocarril, conexiones ferroportuarias, ciudades sostenibles e infraestructuras verdes y valorización de los residuos.

Para fomentar la reactivación del sector se propuso reducir costes fiscales. También se reclamó una ley de seguridad jurídica en el urbanismo, imprescindible para que el sector sea sostenible, resiliente y atractivo para la inversión. Por último, se hizo alusión al régimen de las SOCIMI en el sentido de que, siendo un vehículo de ahorro y de canalización de inversión productiva, hay que respetarlo y homologarlo con países del entorno, permitiendo, por ejemplo, la neutralidad fiscal de aportación de activos a cambio de capital.
Desde el sector se pide una revisión del modelo asistencial a las personas dependientes y reforzar la coordinación del sistema sanitario y los centros asistenciales. Así mismo, se considera necesario garantizar la adecuada financiación de este sistema asistencial (precios públicos, negociación de convenios, etc.); profesionalizar el sistema y crear también un sistema de alertas tempranas ante situaciones como la provocada por esta situación sanitaria.

Es importante también para el sector la disposición de un stock de seguridad de EPIs por parte de las Administraciones, con el objetivo de asegurar, además, la disposición de este tipo de equipos en el mercado a unos precios razonables.

También hacer coincidir la duración de los ERTEs con el momento en que se logre la recuperación de la actividad a niveles de normalidad. Por último, se apuesta por desarrollar protocolos de adaptación rápida de seguridad en el ámbito de la salud de las personas, para garantizar el mantenimiento de la actividad en el entorno de trabajo ante una posible reactivación de la crisis sanitaria.
Durante la cumbre empresarial también se puso de manifiesto que la responsabilidad social es uno de los motores con los que cuenta el país para ser más competitivo y más inclusivo. En este sentido, se abordó la necesidad de que el planteamiento general de la actividad de la empresa sea contar con la responsabilidad social como elemento de competitividad, sostenibilidad y cohesión social.

También se comprobó que la crisis ha puesto sobre la mesa el rostro más comprometido y social de las empresas, que se han movilizado con esa capacidad de resiliencia que les caracteriza, apoyando a la sociedad en estos momentos tan complicados. Entre las experiencias de las que se hablaron se recordó, por ejemplo, que muchas empresas han reorientado su actividad para fabricar material sanitario, han facilitado alimentos, etc.
La cultura y el deporte se han visto también muy afectados por la crisis del COVID-19. Estos sectores, con una gran importancia empresarial y económica, han sufrido las restricciones a su actividad y a la movilidad. Sin embargo, han estado a disposición de los ciudadanos en los momentos duros del confinamiento. Por todo ello, en la mesa dedicada a estas actividades se aseguró que se necesitan medidas extraordinarias y singulares que acompañen el proceso de normalización y dinamicen la reactivación de estas industrias. Para estas industrias, es fundamental que se protejan los derechos de imagen y propiedad intelectual, que haya tolerancia cero con la piratería, que se fomenten la financiación (incluida las nuevas formas de financiación), medidas fiscales e incrementar la seguridad jurídica. Quedó claro en este foro que la cultura ejecuta una labor social imprescindible, dando un servicio público esencial en una sociedad equilibrada y plenamente desarrollada. Se deben diseñar, según se concretó, medidas específicas para la recuperación de la cultura y las artes escénicas. Para estas medidas se deben tener en cuenta las peculiaridades de la industria, como la estacionalidad, la intermitencia laboral y el carácter artesanal del mismo.
Emprendedores y autónomos

En la mesa de emprendedores y autónomos se llamó a apoyar el emprendimiento desde todos los ámbitos, ya que emprender tiene que ser una opción empresarial más. Se insistió en que hay que favorecer la creación de empresas porque tienen que liderar el futuro; en aprovechar e impulsar la innovación y la digitalización en todos los ámbitos de la economía, como eje transformador del tejido productivo; también adoptar más ayudas y que lleguen a más empresas y autónomos; y, por último, contar con una Administración amable, ágil y eficiente, que evite trámites innecesarios y duplicidades, y un entorno que favorezca la creación de empresas primando la seguridad jurídica, la confianza y la estabilidad.
Para el sector es necesario que no se endurezca la carga impositiva a empresas y hogares, sino que se impulse la inversión y la creación de empleo para favorecer la reactivación del país. Que se elaboren planes para dinamizar el consumo. Que se establezca un marco fiscal más favorable y un marco laboral flexible. Y, por último, garantizar la unidad de mercado y la libertad de empresa, como claves para crear un clima propicio a la creación y fortalecimiento de las empresas.
Durante el foro dedicado al asesoramiento y la estrategia fue mayoritaria la idea de que la visión a medio y largo plazo será clave. El coste de la crisis económica y social es muy elevado y hay que actuar con responsabilidad para llevar a cabo una transformación económica con visión de futuro, con el objetivo de convertirnos en un país competitivo, resistente y sostenible. En este ámbito, de nuevo se insistió en que hay que aprovechar los fondos europeos como una oportunidad única, y en que la claridad, la seguridad y la predictibilidad del marco regulatorio son cuestiones vitales en este momento. También se abordó que es necesaria una apuesta clara por la digitalización y que las crisis no se financian con impuestos, porque no hay capacidad económica que gravar, sino que se financian con deuda. De nuevo, se señaló en esta mesa que si queremos mantener el empleo, reactivar la economía y reactivar el consumo, lo último que se debe hacer es subir impuestos.
La Sanidad es un sector esencial, que ha multiplicado los recursos y ha respondido de manera rápida y eficaz a la intensidad de la crisis sanitaria. Además, la colaboración pública-privada ha sido altamente eficaz. Sin embargo, en el foro dedicado a este ámbito se puso de manifiesto que se necesita más inversión en sanidad, en torno a 1 punto del PIB, dado que se parte de una situación de desventaja, al estar España más afectada por la pandemia, y al tener una inversión inferior respecto a la media europea antes de la crisis. Además, se recordó que la inversión en este sector revierte en la mejora y calidad de vida de la sociedad a medio y largo plazo.
La digitalización es una herramienta obligada para poder superar situaciones de crisis. Esta crisis ha sido un catalizador para la digitalización, que ha avanzado en dos meses lo que en condiciones normales hubiera necesitado cinco años. Las mejores reservas estratégicas de un país, y que nunca se agotan por su uso, son sus tecnologías y capacidades de innovación y
aprendizaje.

Por ello, en las mesas dedicadas a la innovación y la digitalización se enfatizó que es necesario canalizar adecuadamente los recursos disponibles para la reconstrucción priorizando la digitalización de las empresas, especialmente las de menor tamaño, aprovechando para ello la disponibilidad de recursos de la Unión Europea. Así mismo se dijo que, cuando hablamos de digitalización hablamos de potenciar el teletrabajo, el uso del cloud, los canales online, la automatización de procesos, la toma de decisiones basadas en datos, y la seguridad digital.

La experiencia reciente ha puesto de manifiesto también la gran capacidad de aprendizaje de nuestra sociedad. Pero, como se puso de manifiesto en este foro, todavía queda mucho pendiente y en este contexto se ha apostar por la generalización de la formación en competencias tecnológicas, habilidades digitales y en el reciclaje y actualización de conocimientos de todos los profesionales que trabajan.
Una educación de calidad y de excelencia solo se consigue mediante el esfuerzo, innovación, coherencia, transparencia y una permanente actualización del conocimiento. Esta fue una de las conclusiones que se extrajo de la mesa dedicada a la educación y la formación.

Nuestros sistemas, según se reiteró, adolecen de un grave problema de falta de ajuste entre la cualificación demandada por el mundo empresarial y la que ofrecen nuestros jóvenes, lo que requiere de consensos que propicien reformas valientes, difíciles y urgentes, siendo necesario hacer grandes esfuerzos de trabajo, de generosidad y de diálogo de todas las partes involucradas.
En la mesa dedicada a las pequeñas y medianas empresas, uno de los mensajes más repetidos fue la necesidad de cuidar a esta parte del tejido empresarial, por cuanto es mayoritario y es el responsable de la mayor parte de la creación de empleo. Asimismo, se insistió en la necesidad de contar con un marco normativo que aporte certidumbre, apoyar la liquidez de las pymes, y extender los ERTEs en sus actuales condiciones todo el tiempo que sea necesario.

Otro de los puntos comunes fue la necesidad de llevar la innovación y la digitalización a las pequeñas y medianas empresas y, por el contrario, evitar subidas de impuestos que penalicen aún más a empresas que normalmente no tienen tantas reservas como las grandes empresas.
En la mesa dedicada a la Geopolítica se trataron cuestiones clave como cuestiones clave como el notable esfuerzo que han hecho los empresarios españoles en términos de internacionalización y la necesidad de seguir por esa senda. Para ello, se ha ahondado en la necesidad de tener un Europa más cohesionada y de aprovechar los recursos liberados desde la UE para ayudar a los Estados miembro en la reconstrucción.

Al mismo tiempo, se ha situado a China y EE.UU. como los dos actores principales del actual tablero internacional, y se ha advertido de que el protagonismo de la UE en este contexto dependerá en parte de la capacidad de la UE para resolver problemas internos.

Asimismo, se han identificado como las grandes macrotendencias del momento la globalización y la digitalización. También se ha resaltado la relevancia de la ciencia en el contexto actual y que la inversión tecnología debe ser una prioridad para la empresa, siempre en línea con la lucha contra el cambio climático.
Finalmente, en la mesa dedicada a los territorios, se ha destacado la necesidad de crear un ecosistema normativo favorable a las empresas, para poder sostener el tejido productivo, y con él, el empleo. Para ello, se ha resaltado la importancia de extender los ERTEs en sus actuales condiciones mientras sea necesario y fomentar la colaboración público-privada. Además, las comunidades autónomas ven vital vertebrar mejor los diferentes territorios para efecto luchar contra los efectos negativos de la despoblación.

Miguel Garrido, presidente de CEIM Madrid, ha afirmado que “el principal escudo social es el empleo”, “es la verdadera prioridad”, y para ello hay que “ayudar a las empresas”. Entre las medidas que necesitan las empresas para salir de la crisis, ha mencionado la “flexibilidad, sobre todo laboral”, “un marco fiscal incentivador de la actividad” o luchar “contra el fraude y la economía sumergida”, así como “contra la morosidad”.
Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball, considera que “son momentos de tejer complicidades”. Ha pedido “un gobierno que escuche y actúe”, porque según él, “el único camino es la concertación y el consenso”, y ha añadido que “es fundamental la colaboración de lo público con lo privado”. Considera también necesaria una “reindustrialización de la economía española”, reiterando que se necesita “generar confianzas y complicidades”. Según Sánchez Llibre, “las conclusiones de estas jornadas tendrían que incorporarse a la hoja de ruta de reconstrucción que elabore el Gobierno”.

Por su parte, Salvador Navarro, presidente de CEV, considera que “acelerar la recuperación y mantener el máximo nivel de empleo” debe ser el objetivo de todos, y ha reclamado al Gobierno una “reforma de la financiación”, porque, ha asegurado: “Los valencianos nos sentimos ciudadanos de segunda”. Además, ha señalado que debido al importante peso que tiene el turismo en la Comunidad Valenciana, la recuperación “será más complicada” en la región. Navarro ha llamado a priorizar el diálogo social y a que el plan de salida de la crisis sea “fruto del mayor consenso posible”.

Javier González de Lara, presidente de CEA, ha señalado que “esta crisis y su origen son ajenos al mundo empresarial”, por lo que no hay que “cambiar el modelo productivo, sino hacer más productivo el modelo”, situando “a la empresa en el eje de la toma de decisiones”. Ha pedido también “altura de miras y visión de largo alcance”, “en un escenario de seguridad y confianza”.

Santiago Aparicio, presidente de CECALE, ha puesto el foco en “el desafío de la digitalización y la apuesta por la economía verde” y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Repasando la situación por sectores en la región, Aparicio ha afirmado que “hay que llevar la digitalización al sector agrario”, potenciar la I+D+i en el sector del automóvil, “muy potente en Castilla y León”, al tiempo que ha destacado también la importancia del sector turístico, “con cuatro ciudades Patrimonio de la Humanidad”.

Ha mencionado, asimismo, que “la financiación autonómica debe cambiar”, añadiendo que necesitan una armonización fiscal “que impida la sangría de empresas de esta región”. “Empezar a utilizar la ley de unidad de mercado”, en su opinión “ahorraría más de 45.000 millones a las CCAA españolas”.

Eduardo Zubiaurre, presidente de CONFEBASK, ha relatado que el impacto de la crisis en Euskadi está siendo muy importante, sobre todo en la industria por su peso en el PIB de este territorio. La crisis “está afectando tanto a la oferta como a la demanda” y preocupa el “frenazo de la actividad” en distintos sectores. Entre sus propuestas para remediarlo, “aumentar la inversión pública y el endeudamiento”.

Ángel Nicolás, presidente de CECAM, ha asegurado no entender “el apoyo al trabajador si previamente no hay un apoyo a la empresa”, “se están haciendo las cosas al revés”, ha añadido. En su opinión ha funcionado tan bien el teletrabajo durante la pandemia “porque no estaba regulado”. “Muchas personas se han librado de ir al ERTE porque han teletrabajado”, ha afirmado, añadiendo que “apoyando a la empresa se apoya al trabajador”, y que “a menor presión fiscal, mayor expansión de la economía”.

Ricardo Mur, presidente de CEOE Aragón, ha pedido “extremar las medidas de prudencia” para “no desandar lo andado”. En Aragón, en este periodo se han perdido, “entre empresas y autónomos” alrededor de 4.000. “Salvar empresas es salvar empleos”, ha afirmado, por lo que “es imprescindible la prórroga de los ERTES mientras dure este escenario excepcional”.

Mur ha puesto sobre la mesa “el carácter pactista aragonés”, ensalzando el papel del diálogo social, y ha avisado de que “Europa va a ayudar, pero esa ayuda no va a ser gratis”.

Antonio Fontenla, portavoz de CEG Galicia, ha resaltado que en su territorio tienen un “problema muy grave de demografía”, y ha puesto en valor el “esfuerzo extraordinario” del Gobierno gallego para ayudar a las empresas de la región en esta crisis. Según Fontenla, es un “problema enorme” el de que la región “sólo tiene el 14% de su PIB en la industria”, y ha llamado la atención sobre la situación de Alcoa, que supone “el 40% de la industria de la provincia de Lugo”, o sobre el hecho de que “el AVE no llega”, por lo que están “cansados de incumplimientos”. Ha constatado que “donde la industria es fuerte, no hay paro”.
Agustín Manrique de Lara, presidente de CCE Las Palmas, ha expresado su “agradecimiento a la Corona”, ya que los Reyes iniciaron ayer su visita a las CCAA tras la pandemia por esta región. Según Manrique “la crisis sanitaria ha sido leve en Canarias”, pero prevé que la economía “va a verse seriamente afectada”. Para 2021, esperan que la recuperación lleve a un crecimiento del PIB de “entre el 14% y el 16%”, y ha lamentado la pérdida de “tres millones de visitantes en los primeros cinco meses del año”, por lo que considera esencial la prórroga de los ERTEs hasta “la plena recuperación turística”.

José Carlos Francisco, presidente de CEOE Tenerife, ha planteado medidas a corto plazo, como los “ERTEs hasta diciembre”, líneas de liquidez “que se han mostrado importantes” y “el incremento de deuda pública para cubrir los gastos de la pandemia y que no se paren las inversiones públicas”. A futuro, le preocupa que se esté creando “un ecosistema que sea agresivo para el empresario”, en referencia sobre todo a la fiscalidad, algo que sería “contraproducente para lo que el país necesita en su salida de esta crisis”.

Pedro Castro, presidente de CREEX Extremadura, ha comentado algunas debilidades que ya tenía la región con anterioridad a la crisis, como el paro, la falta de infraestructuras, el envejecimiento o la despoblación de las zonas rurales. En esta Comunidad, según Castro, han apostado por el diálogo social y un “espíritu de concertación” que ha arrojado importantes logros para las empresas. Para salir de la crisis “necesitamos que el gobierno se implique con decisión generando seguridad jurídica”, “diálogo”, “eficacia”, ha indicado. Pide “vertebrar un territorio” que camina hacia la despoblación a medio plazo, y ha pedido también al Gobierno “una estrategia de recuperación consensuada”.

Carmen Planas, presidenta de CAEB Baleares, ha traído a su intervención “mensajes positivos”, como el “orgullo de que Baleares haya podido liderar a nivel nacional una desescalada modélica”. “Nuestro deseo -ha asegurado- no era otro que el de generar confianza” para un sector que es “vital para Baleares”, pero también para el PIB nacional, y ha valorado en “35 millones de euros” el mensaje de confianza que se ha traslado. Pero también ha advertido de que debe “mantenernos en alerta” la contracción sin precedentes del PIB de Baleares, que ha sido “de un 4,5%”, lo que, a su parecer, les sitúa “a las puertas de la recesión económica, que va ser muy grave y sin ser agorera muy difícil de superar”, ha vaticinado. “En esta crisis Baleares es muy vulnerable”, lamenta, añadiendo que en mayo “prácticamente se ha duplicado el desempleo” en las islas.

Juan Miguel Sucunza, presidente de CEN Navarra, ha asegurado que se trata de una Comunidad “muy singular”, en la que “la industria supone el 30% del PIB”, así como “muy exportadora”, pero se está notando “de forma seria la paralización de la economía”. Considera que las ayudas europeas son “totalmente necesarias” para reactivar la economía. “No podemos permitir que cierren empresas viables”, ha afirmado. Además, ha destacado la responsabilidad que supone “dejar como herencia una enorme deuda pública”, por lo que ha pedido una “correcta administración de esos fondos”. Sucunza ha hecho también un llamamiento al diálogo y a la “reconciliación”.

Enrique Conde, presidente de CEOE-CEPYME Cantabria, asegura que tenemos la “oportunidad de transformar la economía a una de alto valor productivo”, y ha puesto en el foco del corto plazo a los sectores del comercio, hostelería y turismo, mientras que ha situado en el medio plazo para la salida de la crisis a la construcción. Ha hecho también una “apuesta por la industria”, poniendo de manifiesto algunas “desventajas competitivas en Cantabria”, entre las que ha mencionado el coste de la energía, las exigencias medioambientales o “la lentitud de la Administración autonómica”. Asimismo, ha pedido apostar por “las empresas más intensivas en tecnología”, “la digitalización del tejido productivo”, “más obra pública en 2020-2021” o “una transición ecológica justa”.

Jaime García Calzada, presidente de FER La Rioja, ha vaticinado que habrá que “lidiar con una crisis económica inédita”. La Rioja la ha sufrido “de forma muy virulenta”, ha afirmado, y ha adelantado que “su economía se contraerá entre un 8% y un 10%”. Ha pedido “poner encima de la mesa todas las herramientas para salvar el máximo de empresas y autónomos posibles y el máximo empleo”. Con un tejido empresarial de “11.000 empresas y 130.000 trabajadores, de las que
4.500 han estado en ERTE” y “quedan por incorporarse 12.500 trabajadores”, por lo que considera que “la adaptación ha sido rápida, menos en aquellos sectores que están en la UVI”. En cuanto al comercio exterior de la región, ha calculado que se perderán “más de 500 millones de los 1.900 millones alcanzados en 2019 por las exportaciones riojanas”, que ha calificado como “una de las fortalezas” de esa Comunidad.

José María Albarracín, presidente de CROEM Murcia, ha reclamado que no se legisle “de espaldas a los empresarios”, y ha puesto en valor su labor durante la crisis, en especial los considerados esenciales, “como el sector primario y el transporte”, pero también “la de aquellos que se vieron obligados a cerrar”. Ha pedido mirar “al empresario como ese caballo que tiene que tirar del carro”, al tiempo que ha dicho que “hay que aprender mucho de lo que ha sucedido” para “no cometer errores del pasado”. Albarracín ha reclamado “colaboración público- privada en lo sanitario, pero también en el sistema educativo”, “que hay que adaptar” a las necesidades actuales. Ha hecho también un reconocimiento “al sector bancario que ha estado al lado de los empresarios”.

Bhagwan Dhanwani, presidente de CECE Ceuta, ha pedido diálogo, a nivel de la Ciudad Autónoma, sobre la desescalada, porque, ha asegurado, “entre todos debemos reactivar la actividad económica y social de la ciudad”. Según Dhanwani, las “relaciones comerciales con el vecino Marruecos se han caído”, por lo que “ha llegado el momento de que Ceuta se plantee un nuevo escenario”, ingresando en la unión aduanera “para que Ceuta esté en el mundo y el mundo cuente con nosotros”, ha demandado.

Margarita López Armendáriz, presidenta de CEME Melilla, ha recordado que esta Ciudad Autónoma “es una de las fronteras de Europa con Marruecos”, país con el que “históricamente” han mantenido “relaciones de buena vecindad”, pero de un tiempo a esta parte “se han visto debilitadas”, según la presidenta de los empresarios melillenses desde el cierre de la aduana comercial a mediados de 2018 “decretado de manera unilateral” por el Gobierno marroquí. Por ello, ha reclamado “su reapertura”, así como “una bonificación al transporte de mercancías”, la entrada de Melilla en la unión aduanera o una simplificación administrativa. Ahora a Melilla “nos tratan de tercer país” en sus relaciones con la UE y con el resto del territorio nacional, ha lamentado.

Belarmino Feito, presidente de FADE Asturias, ha apoyado el diálogo social, porque “no se debe gobernar por decreto, sino por consenso”. Feito ha comentado que con carácter previo a la pandemia, desde la organización empresarial propusieron un nuevo eslogan para la región, en lugar del conocido ‘Asturias, paraíso natural’: “Sin empresas, no hay paraíso”, “hoy más vigente que nunca”, a su parecer. Ha afirmado que “la industria es un pilar fundamental de la economía asturiana”, y sobre ella se ciernen muchas amenazas que pueden ponerla “en grave riesgo”. Ha recordado la “problemática del sector siderúrgico”, considerando un “grave error la desprotección de la UE al acero”, al tiempo que también ha puesto en valor el importante papel del turismo en la región.
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