Antonio
Huertas

Presidente MAPFRE

Creo que estamos dando pasos importantes desde el Gobierno y con el apoyo de todas las entidades sociales y empresariales para ayudar a garantizar la liquidez y la estabilidad de las empresas, especialmente las pymes.

Muchísimas gracias, Antonio Garamendi, y buenos días a todos. Estoy encantado de poder participar en este importantísimo foro de empresas con CEOE. Lo primero que quería trasladar es nuestra solidaridad con las víctimas de la pandemia. En España, la crisis sanitaria parece estar, afortunadamente, en una fase final, pero en Latinoamérica, la situación es muy crítica y desde aquí les doy todo nuestro ánimo y nuestro apoyo. Creo que están seguros de que nos tienen a su lado y que, además, vamos a reconstruir el futuro social-económico juntos. Pero hablemos de España y de la economía española. Estamos en una situación donde ahora toca abordar esta reconstrucción económica y debiéramos aprender de las lecciones que nos ha enseñado esta crisis.

Lo primero es que los problemas que nos ocupaban antes de esta crisis siguen estando vigentes y hay que abordarlos a largo plazo: los servicios públicos y la complementariedad con lo privado, el ahorro, las pensiones, la estructura laboral, la educación, la empleabilidad etc. siguen siendo elementos claves y sus reformas van a ser relevantes para poder abordar el futuro.

En segundo lugar, hay que garantizar la puesta a punto de la sociedad y la economía contra grandes eventos sistémicos, como está haciendo el COVID-19, y hay que pensar en diseñar y actuar en el largo plazo. Esto es muy importante y, cuanto antes comencemos, antes estaremos listos. Es siempre relevante actuar pensando en el largo plazo, lo que significa gestionar el corto.

El tercer aspecto es que tendremos que enfrentarnos, lamentablemente, en el futuro, a otros eventos sistémicos, y esto no será una labor solo de los gobiernos. Es siempre una tarea que requiere mecanismos muy potentes de colaboración público-privada, tanto en el diseño como en la ejecución.

Por último, y creo que es lo más valioso, es que no esperábamos encontrarnos frente a una gran oportunidad, o una suma de oportunidades, como las que se han creado en la crisis. Hay grandes oportunidades para poder convertir a nuestro país en una economía mucho más eficiente, competitiva, resiliente y sostenible.

Podría hablar de muchos temas, pero voy a tratar de comenzar con el corto plazo. Creo que estamos dando pasos importantes desde el Gobierno y con el apoyo de todas las entidades sociales y empresariales para ayudar a garantizar la liquidez y la estabilidad de las empresas, especialmente las pymes. Hay que ayudar a flexibilizar la economía, a preservar el empleo y el tejido empresarial y a apoyar a los trabajadores. Lo estamos haciendo, aunque creo que todavía de manera insuficiente. Las medidas aprobadas en España representan apenas el 11% del PIB, mientras que en Alemania suponen el 53%, en Italia el 24% y en el Reino Unido el 21%. Es decir, estamos muy lejos de economías comparables, si nos referimos al apoyo a las empresas.

Pero también me gustaría hacer un guiño a nuestra actividad. Hay un seguro muy desconocido, que es el seguro de crédito, valiosísimo para garantizar el tráfico comercial entre las empresas. Todos los países de nuestro entorno, como Alemania, Italia o Francia, han aprobado paquetes multimillonarios para apoyar el mantenimiento de este negocio, que es clave para apuntalar la recuperación de las pequeñas empresas. En España, lamentablemente, no hay acuerdo, y el sector asegurador ha rechazado de manera unánime la propuesta que se ha hecho desde el Gobierno. Si no se protege el seguro de crédito, la recuperación de las pymes será mucho más complicada.

El segundo punto que me gustaría tratar se refiere a medidas más a medio y largo plazo que hacen posible que se internalicen en la economía y que dinamicen el desarrollo económico. Para ello, hay que aprobar y apoyar la financiación de la inversión, el crecimiento económico y, en definitiva, el ahorro, que es un elemento clave para el diseño e implementación de las políticas públicas orientadas a generar crecimiento e inversión a largo plazo en la economía. A continuación, me centro en el seguro, que tiene o puede tener un papel muy relevante.

La pandemia ha sacado a la luz fortalezas y debilidades. Fortalezas como la solidaridad, la entrega, la disciplina de la población, los servicios públicos profesionales muy preparados. Pero también debilidades enormes, como hemos visto, que han afectado a los servicios públicos y privados de la tercera edad y a la deslocalización de servicios o de recursos esenciales. Sin duda, tenemos que pensar que en el futuro y proteger más a los individuos, a las familias y a las empresas, y cada uno en su ámbito. Creo que, para las familias y las personas en situaciones que han provocado desgraciadamente enfermedad, incapacidad, desempleo y trágicamente muchas muertes, tenemos instrumentos que hacen posible su protección.

El seguro de vida es una magnífica solución que tiene, además, una protección inmediata, una generación de caja directa y un coste reducido para cualquier familia. Sin embargo, todavía en España tiene un nivel de desarrollo muy inferior respecto a otros países.

Las entidades aseguradoras hacemos esfuerzos enormes para adaptar esos productos y transformarlos a la nueva realidad social, de manera que el seguro no se dedique solo a paliar los riesgos, sino también a la prevención de todo el entorno personal y familiar.

En cuanto a las empresas, me gustaría indicar que hay una polémica a nivel mundial respecto a qué más podía haber hecho el seguro para ayudar al mantenimiento de las actividades empresariales. Se ha manifestado una clara debilidad en la protección de este tipo de riesgos, que son la interrupción de las actividades y del negocio.

El sector asegurador español ha tenido un comportamiento ejemplar en todas las actuaciones. Las pandemias no son actividades ordinarias que puedan ser previstas por el seguro y este tipo de riesgos no tienen solución en ninguna parte del mundo. En ningún país del mundo existe todavía la solución, pero muchos países están trabajando ya para encontrar mecanismos que ayuden a protegernos en el futuro. Las aseguradoras no hacemos milagros, pero podemos ayudar a resolver casi todo, siempre que sea predecible, medible y, además, reembolsable en el medio-largo plazo.

El riesgo de pandemia puede ser asegurable en muchas ramas, lo es en salud, y en España no ha habido problemas. Pero dónde sí realmente podía haber aportado más es en la interrupción de negocio derivado de causas no materiales, que es lo que usualmente se cubre en la actividad aseguradora. Ahí, es donde aún hay mucho por hacer. Francia, Italia, Alemania ya están desarrollando programas masivos de apoyo y, sin duda, va a haber una importantísima actuación.

Lo tercero que quería destacar es el papel del ahorro. La industria aseguradora contribuye de manera relevante a la creación de ahorro interno a la economía y al proceso de formación de capital. Las provisiones técnicas de los seguros de vida son muy importantes y se sitúan en torno al 16% del PIB, mientras que en otros países superan el 20%, el 25% o el 30%. Falta generar cultura del ahorro en nuestro país y, a veces, el ahorro se confunde con dejar el dinero para que los bancos o las aseguradoras lo mantengan y no es así. El ahorro en el seguro y en la banca tiene un efecto multiplicador de la actividad económica. Es un flujo estable de recursos, permite la inversión de proyectos de larga maduración y, además, modera la volatilidad de los mercados financieros. Las inversiones aseguradoras, por su estabilidad, pueden ser una base muy potente para el desarrollo social sostenible a través de las inversiones destinadas a ese eje. No solo la rentabilidad es lo más importante.

Pero quería también dedicar unos minutos al ahorro vinculado a la vida laboral: los sistemas privados de previsión. Es el ahorro que se demanda por parte de todas las instituciones mundiales y que en España estamos todavía lejos de conseguir. El desarrollo de la previsión social empresarial es muy importante y deberíamos aprender de prácticas que existen en otros mercados, como el auto-enrolment en Inglaterra, que ha sido un éxito y que protege la voluntariedad de estos sistemas, ayudando a que los trabajadores ahorren. No hay nada más progresista que construir un modelo de ahorro de previsión vinculado al empleo. Sin duda, es muy importante. También en el ahorro complementario hay que apoyar las supuestas ventajas fiscales, que muchas veces no son tales, sino simplemente diferimientos de impuestos que se pagarán en el tiempo.

Tendría muchas más cosas que contar, pero, en estos momentos, creo que lo más importante es pensar en la situación a la que nos hemos visto abocados, con una catástrofe que, en este caso, no es natural, aunque también existen y pueden existir otro tipo de riesgos frente a los que los aseguradores tenemos que proteger y sabemos cómo hacerlo. Tenemos que proteger el futuro, gestionamos bien los excedentes y acumulamos ahorro e inversión para los tiempos difíciles.

No querría olvidar a los más jóvenes, que son los más castigados por la crisis. Hay que tener una prioridad para generar o mantener la solidaridad intergeneracional. Necesitamos que los más jóvenes trabajen. Ya fueron afectados por la crisis anterior y tenemos que ayudarles a que se formen y a que se adapten al nuevo mercado laboral.

Por último, quería referirme a los mayores, que no han tenido la suerte, muchos de ellos, de disfrutar de las bondades de los sistemas públicos y privados de este país. Desgraciadamente, hemos sufrido esas consecuencias y tenemos que abordar un nuevo diseño de modelos públicos y privados, que permitan atender con dignidad, seguridad y agradecimiento a nuestros mayores para poder hacer frente a estas situaciones.

Es el momento de dar el salto al siglo XXI.

Las costuras de nuestro modelo han saltado porque seguimos pensando a veces como en el siglo XIX. Con políticas y planteamientos antiguos seremos los últimos y, además, los que paguemos un precio más elevado por salir. Los recursos públicos que no sean imprescindibles para atender a las personas y proteger de la pobreza, tienen que orientarse necesariamente a la creación de inversión productiva y ahí, como he dicho antes, el seguro es un elemento multiplicador que puede ayudar enormemente a generar valor, crecimiento y apoyo social al desarrollo de nuestro país. Por eso estamos aquí, con la CEOE, para dar testimonio de nuestro compromiso con la reconstrucción. Muchísimas gracias.

2ª JORNADA | 16 DE JUNIO 2021

Seguros Turismo Transporte

Antonio Huertas
Presidente MAPFRE
9:00 Seguros
Ignacio Garralda
Presidente Mutua Madrileña
Joan Castells
Presidente FIATC
Pilar González de Frutos
Presidente UNESPA
Jorge Marichal
Presidente CEHAT
10:00 Turismo
José Luis Yzuel
Presidente Hostelería de España
Simón Pedro Barceló
Presidente Grupo Barceló
Juan José Hidalgo
Presidente Globalia
Antonio Catalán
Presidente AC Hoteles Marriot
Francisco López Sánchez
Consejero Delegado LOPESAN
Luis Gallego
Presidente IBERIA
11:30 Transporte
Andrés Arizkorreta
Presidente CAF
Jorge Cosmen
Presidente ALSA
Alejandro Aznar
Presidente ANAVE
Juan Pablo Lázaro
Presidente Sending Transporte
Marcos Basante
Presidente ASTIC
Carmelo González
Presidente CONETRANS-CETM
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