Belarmino
Feito
Presidente FADE Asturias
Tenemos el problema de los costes energéticos y medioambientales, que ponen en clara desventaja a nuestra industria, no solamente con otras industrias más lejanas, sino incluso con los competidores europeos.
Muy buenos días, presidente. Y saludo a todos los presidentes de las organizaciones territoriales que me acompañan hoy en esta sesión y a todos los que están siguiendo esta transmisión en directo. Quiero tener, al igual que el resto de compañeros, un recuerdo para todas las víctimas de esta pandemia y un reconocimiento para todas las personas, las organizaciones y los colectivos que estuvieron en primera línea durante la crisis sanitaria.
Quiero felicitarte también a ti, presidente Antonio Garamendi, y a todo el equipo de CEOE por esta iniciativa que da voz al sector privado y a sus propuestas para la recuperación económica del país tras esta crisis que estamos viviendo y que nos sitúa en un escenario económico sin precedentes en la historia reciente de España.
Me refiero expresamente al sector privado, porque de él va a depender la evolución de la recuperación de nuestra economía y del estado de bienestar de toda la sociedad española. Cómo no, también hago mías todas las demandas de carácter general que se han hecho por parte de otras territoriales, como es la extensión de los ERTE, el apoyo a la liquidez de las empresas, la formación para el empleo, la demanda de seguridad jurídica y estabilidad política, la flexibilidad laboral -sobre todo en estos momentos-, los consensos y, sobre todo, el diálogo social. Como decía algún compañero antes, yo creo que la economía de un país y las empresas no se gobiernan por decretos, sino por consenso.
Dicho esto, en el ámbito territorial, quiero comentar que hace ya unos 35 años el Gobierno de Asturias acuñaba un eslogan turístico que seguramente a muchos de vosotros os sonará; es el conocido “Asturias, Paraíso Natural”. Desde la Federación Asturiana de Empresarios antes de esta crisis ya habíamos planteado a la clase política y a la sociedad asturiana un documento de propuestas bajo otro eslogan: “Sin empresas no hay paraíso”, un eslogan que hoy está más vigente que nunca.
En aquel documento poníamos encima de la mesa 22 acciones que hoy siguen vigentes, pero hay algunas que, tras este golpe de la crisis motivada por la pandemia, se hacen más imprescindibles que nunca y de urgente aplicación.
La industria es un pilar fundamental de la economía asturiana, con más de un 20% del PIB, y es un sector sobre el que se ciernen muchas amenazas que en un plazo no muy largo podrían poner en grave riesgo la viabilidad de buena parte del sector en Asturias. Por una parte, tenemos el problema de los costes energéticos y medioambientales, que ponen en clara desventaja a nuestra industria, no solamente con otras industrias más lejanas, sino incluso con los competidores europeos.
SSe esperaba el estatuto de electrointensivas, que iba a estar llamado a ponerle solución a este problema y, después de la última versión más o menos conocida que maneja el Ministerio, se quedaría en una herramienta que no cumpliría con su cometido, por lo tanto, totalmente inútil, porque ni garantizaría ni de lejos esos costes estables y competitivos para la energía, ni tampoco contempla la compensación de costes indirectos.
Por otra parte, nos enfrentamos también a la problemática del sector siderúrgico, al que la Unión Europea parece que no ha decidido darle una solución, y lo que considero un grave error como sector estratégico para cualquier economía: la producción de acero teniendo que enfrentarse en este caso a una guerra comercial del acero que entra en Europa sin los costes medioambientales que tienen las empresas europeas.
De no apoyar este sector, estaremos renunciando a nuestra capacidad de producción para dejarla en manos de productores de muy lejos de nuestras fronteras que ni mucho menos cumplen con la protección medioambiental que se requiere en una sociedad del siglo XXI. Parece que no hayamos aprendido mucho de esta crisis en la que no fuimos capaces y nos vimos abocados a comprar hasta las mascarillas en países asiáticos, teniendo que depender de estos países para esos suministros. Y en el ámbito del acero, una acería no se improvisa ni se construye de la noche a la mañana, como podríamos quizá hacer con una fábrica de mascarillas; por tanto, considero un grave error esta desprotección de la Unión Europea al acero.
Por otra parte, y al contrario de lo que dice, no creo que la industria sea una prioridad para el Gobierno de España, y como muestra, un botón: conocíamos recientemente el borrador que el Ministerio de Industria maneja para el programa Reindus, una iniciativa que desde hace años era muy eficaz para los proyectos de inversión de la industria española y que, con este borrador que se maneja para la convocatoria para este año 2020, perdería toda su eficacia al fijar el techo máximo de los préstamos en 800.000 euros y exigir que se ejecuten los proyectos dentro de este ejercicio 2020, cuando aún ni se ha publicado la convocatoria. Con lo cual, cualquiera que conozca un proyecto industrial sabe que sería de imposible ejecución en el presente ejercicio.
Por otra parte, también hay un asunto que debiera ser una palanca para la recuperación y para impulsar la economía, que es la transición energética, que se convierte en una amenaza sobre todo para territorios como Asturias, que tenían la mayor parte de la producción energética de las térmicas e incluso representaba dos tercios de la producción nacional de energía producida en las térmicas. De alguna manera se quiere acelerar este proceso de transición energética cuando tampoco se tiene una alternativa de reindustrialización para las zonas más afectadas, como pudiera ser el caso de la comunidad asturiana.
Y esperemos que esta crisis no sirva de disculpa de nuevo para posponer por enésima vez la llegada de la alta velocidad a Asturias prevista para el 2021 y que, después de casi 4.000 millones de inversión, lleva más de una década de retraso, lo que sería ahondar en el aislamiento que sufrimos.
Entiendo que debemos prever la solución a todos estos problemas de un pilar tan importante como puede ser la industria, pero también Asturias es un país de oportunidades. Tras esta pandemia, a pesar de sufrir un duro golpe, Asturias presenta una oferta turística de calidad que debiera ser uno de los pilares de la recuperación. También tenemos un sector agroalimentario importante basado en la calidad; el sector TIC, que tiene una fuerte implantación en Asturias y sobre todo en el acompañamiento de todas las empresas en el proceso de digitalización, que ha de ser uno de los pilares, así como, -si se enfocase de forma correcta-, la transición energética llegará a ser una palanca.
Para no extenderme más, despedirme deseando que todos nos podamos ver en la sede de CEOE pronto. Desearos mucha suerte, un fuerte abrazo a todos los compañeros de las territoriales, al presidente y a todo el equipo de CEOE. Muchas gracias