Bernardo
Velázquez
Herreros

Presidente UNESID

Desde la Alianza por la Competitividad de la Industria Española hemos lanzado 10 propuestas para recuperar la actividad económica en España.

En primer lugar, quiero unirme a los mensajes de apoyo que se han venido expresando hacia los familiares de los fallecidos por el coronavirus y también a los mensajes de agradecimiento hacia quienes han estado en primera línea de esta pandemia, incluidos algunos trabajadores siderúrgicos que volvieron a sus puestos de trabajo, al ser nuestra industria imprescindible para el abastecimiento de algunos sectores esenciales, y por ser fundamentales para el equilibrio del sistema eléctrico; eso sí, siempre trabajando con la máxima seguridad.

También quiero agradecer a CEOE y a nuestro presidente por la invitación a esta magnífica cumbre que, además, habéis organizado en un tiempo récord, lo que demuestra las ganas de colaborar de CEOE y de la empresa española. Por nuestra parte, reitero nuestro compromiso de apoyo y colaboración con CEOE, en mi doble función de presidente de UNESID, la Asociación Española de la Siderurgia, y consejero delegado de Acerinox.

Definitivamente, he escuchado al presidente, igual que a otros actores de nuestra economía, recordar el objetivo de la industria a 2020, es decir, conseguir que la industria tuviera un peso del 20% en el Producto Interior Bruto de España y del conjunto de la Unión Europea. En la profunda crisis iniciada en 2008, quedó claramente de manifiesto cómo los países con mayor peso, -como ya se ha expresado anteriormente-, en la actividad industrial se veían menos afectados económicamente y en el empleo, como ha ocurrido en el País Vasco, en Navarra o en Burgos, en nuestro país. Y esta situación se sigue manteniendo, a pesar de lo cual nos fuimos olvidando de nuestros objetivos, según avanzábamos en la recuperación y fuimos aparcando los planes que se formularon entonces, como el Plan Integral de Política Industrial 2020, de diciembre de 2010, o el Pacto Nacional por la Industria, que estuvo a punto de ver la luz en 2018 y que es absolutamente necesario.

Ha pasado una década y en nuestro país ni siquiera hemos mejorado un punto y nos mantenemos en el 14%, muy por debajo del objetivo del 20%. Nadie se acuerda de Santa Bárbara hasta que truena, pero ahora que la tremenda situación a la que nos enfrentamos nos ha hecho retomar estos objetivos, contamos con la misma ilusión.

Porque si algo he aprendido en mis 30 años de dedicación a Acerinox es que la siderurgia, además de producir acero, forja el carácter de las personas que trabajamos en ella para hacernos tenaces, como el material que producimos, en la defensa de nuestros intereses. No nos cansaremos de repetir que una industria potente es imprescindible para el bienestar de un país.

Recientemente, desde la Alianza por la Competitividad de la Industria Española, de la que UNESID forma parte, hemos lanzado 10 propuestas para recuperar la actividad económica en España, poniendo el centro de gravedad en la industria que representamos, por numerosos motivos: por la calidad y estabilidad del empleo que genera (no voy a entrar en cifras, que ya se han mencionado anteriormente); por ser el motor de la economía y tractora de otros sectores; por su vocación exportadora, con el 50% de las ventas en mercados internacionales; y por la capacidad de inversión e innovación con 50.000 millones invertidos en España en los últimos cinco años y un 60% de la inversión industrial en I+D+i.

No es ahora el momento de repetir el documento con las 10 propuestas que está a disposición de todo el mundo, pero sí quiero resumir que se pueden recoger en dos grandes grupos. Las que actúan sobre la economía en el corto plazo, impulsando la demanda, y las que deben formar la base para garantizar la competitividad de la industria y de la economía real a largo plazo. Tanto unas como otras deben enmarcarse en un escenario de estabilidad, que garantice la seguridad jurídica y la fiscalidad estable y competitiva, tanto como los países con los que competimos, porque competimos por atraer inversiones y negocio con otros países, incluso dentro de nuestros propios grupos empresariales.

Este hecho es bien conocido por todos aquellos que trabajamos en compañías multinacionales, aunque en mi caso debo reconocer el privilegio que supone trabajar para una multinacional española que tiene su principal centro de decisión en España. Además, nos movemos en un entorno incierto y muy volátil, que hace fundamental la flexibilidad de las empresas para adaptarse a los ciclos del negocio y a la rapidez con que se suceden, para lo cual sería conveniente conseguir variabilizar en alguna medida los costes laborales.

Otro de los temas recurrentes en la industria es la necesidad de contar con talento joven, atraer a la juventud. Necesitamos atraer jóvenes universitarios y necesitamos contar con una buena formación profesional orientada a las necesidades de la industria, en cuyos programas podamos participar las empresas industriales a través de la formación dual.

Entre las medidas propuestas por la Alianza para abordar la recuperación a corto plazo, me gustaría citar algunas. Estimular los proyectos de inversión industrial, con políticas que sean capaces de atraer inversiones y que podrían incluir campos como la eficiencia energética y la economía circular para hacerlos coherentes con otras líneas de actuación del Gobierno.

Promover la digitalización como instrumento para mejorar la eficiencia en nuestros procesos es también una materia que sería conveniente explorar para la reducción de emisiones. Otro campo que necesita desarrollo es el uso del hidrógeno ecológico como combustible en la industria, aunque sea mezclado con otros gases.

Del mismo modo, deberíamos valorizar los residuos industriales, como en muchos otros países, para mejorar el medio ambiente y la competitividad. Un claro ejemplo es el caso de la utilización de las escorias siderúrgicas como materiales de construcción.

También deberíamos impulsar la demanda del sector automoción como industria tractora de la economía, en línea con las medidas anunciadas por el Gobierno. Pero, eso sí, fomentando la disminución de emisiones con automóviles fabricados en España y con materiales y componentes españoles.

Y, por último, quiero mencionar la necesidad de impulsar la actividad de la construcción, incluyendo planes en infraestructuras que mejoren la competitividad de nuestro país, como podrían ser las mejoras en las infraestructuras ferroviarias para aumentar la utilización de este sistema para el transporte de nuestros productos, o mejorar el acceso y servicios en los puertos españoles que sirven de base a las exportaciones de la industria.

En el campo de la construcción, sería también positivo implementar un plan de rehabilitación de viviendas con el fin de dotarlas de una mayor eficiencia energética, en el que debería incluirse un Plan Renove para la sustitución de electrodomésticos de más de 10 años por otros nuevos con mayor eficiencia energética y ambiental, en línea con el plan de renovación del parque automovilístico recientemente aprobado. Y eso sí, de nuevo, con materiales españoles.

El otro grupo de medidas propuestas va en línea con los ruegos eternos de la industria en general, y de la siderurgia en particular. Necesitamos contar con un precio de la energía competitivo, que es uno de los lastres de nuestra industria. Nosotros, en Acerinox, fabricamos un producto, -el acero inoxidable-, que entra dentro de los denominados commodity.

En nuestro proceso partimos de materias primas y consumibles que compramos a precios internacionales para obtener un producto final que cumple con normas internacionales y se vende también a precios internacionales, y cada vez más uniformes y globalizados. ¿Cuáles son, entonces, los elementos diferenciadores de nuestros márgenes? Por un lado, nuestra productividad y eficiencia en los procesos, que nos han hecho ser considerados como uno de los fabricantes de acero más competitivo del mundo, pero es un área en la que toda nuestra competencia está también mejorando. Y por otro, los únicos componentes locales de nuestros costes, que son la energía eléctrica y la mano de obra. Y este binomio debe ser competitivo para sobrevivir.

Es decir, o contamos con un precio competitivo de la energía, o tendremos que compensarlo con mano de obra más barata. Y como España ya no es un país de salarios bajos, o no al menos en la industria, el riesgo que afrontamos es que las inversiones de la industria electro-intensiva busquen otros entornos regulatoriamente más favorables.

Además, debemos fomentar la industria sostenible en línea con la tendencia de la sociedad y las necesidades de nuestro planeta. Pero los esfuerzos aquí no son simétricos, y el liderazgo europeo está promoviendo la deslocalización de nuestras industrias con lo que llamamos ‘la fuga de carbono’.

Me gusta poner un ejemplo referido a Acerinox: Acerinox emite en su proceso un 30% menos de CO2 que la media mundial del sector y el tránsito por barco desde Asia a España supone aproximadamente un 20% de las emisiones de nuestro proceso. Simplificando, podemos afirmar que si cerramos Acerinox en España, reduciremos nuestras emisiones como país, pero estaremos emitiendo un 50% más a nivel mundial. Si queremos evitar esto sin poner barreras, al menos deberíamos impulsar desde la política de compras públicas un cambio de mentalidad.

Las soluciones pueden ir desde desarrollar acreditaciones de sostenibilidad o sellos de calidad sostenible, hasta desarrollar una conciencia social que promueva el consumo de productos europeos como medida de defensa de nuestro modelo de vida. La última propuesta que me gustaría nombrar, -también de las tradicionales-, sería poder incrementar la eficiencia del transporte de mercancías y, en concreto, aumentar la carga máxima por camión hasta 44 toneladas, lo que mejoraría nuestra competitividad, a la vez que reduciría la emisión de gases de efecto invernadero en más de 250.000 toneladas anuales. Nos complace que el Gobierno haya incluido esta medida dentro del plan de movilidad, pero ahora es necesario plasmarlo en el BOE.

En fin, tenemos un reto importante por delante si realmente pretendemos que el 20% del PIB tenga origen industrial. Y para ello necesitamos contar con todos los agentes sociales, gobiernos, sindicatos, empresarios, porque el objetivo no debe ser tan fácil de alcanzar, si apenas nos hemos movido en 10 años, a pesar del consenso sobre el tema.

España todavía no había recuperado en 2019 el consumo de acero inoxidable que tenía en 2007. Y todas las previsiones que manejamos dicen que, de nuevo, nuestra caída será mayor que la de países de nuestro entorno, y la recuperación más lenta, al tiempo que el centro de gravedad de la producción de acero inoxidable se desplaza aún más hacia Asia.

La solución, en nuestro caso, pasa por la expansión internacional, lo que no es necesariamente negativo para nuestra industria, ya que hemos seguido invirtiendo en España y nos hemos hecho acompañar por empresas españolas en nuestra implantación en otros países. Fabricamos acero inoxidable en cuatro países, España, Estados Unidos, Sudáfrica y Malasia, cuatro continentes distintos, y recientemente hemos incorporado al grupo a la compañía alemana VDM, con lo cual nos hemos convertido en el mayor fabricante de aleaciones especiales del mundo y, con ello, ampliamos nuestra gama de productos y nos desplazamos, buscando un mayor valor añadido que nos permita competir y seguir siendo una referencia del sector. Muchas gracias.

3ª JORNADA | 17 JUNIO 2021

Industria Automóvil Agroalimentaria

Francisco Martínez Cosentino
Presidente Consentino
09:00 Industria
Carles Navarro
Presidente FEIQUE
Clemente González Soler
Presidente Grupo Alibérico
Ignacio de Colmenares
Presidente ENCE
José Miguel Guerrero
Presidente CONFEMETAL
Javier Ormazabal
Presidente VELATIA
Alberto Gutiérrez
Presidente Airbus
José Vicente de los Mozos
Presidente Renault y ANFAC
10:30 Automóvil
Francisco José Riberas
Presidente GESTAMP
María Helena Antolín
Presidenta SERNAUTO
Raúl Palacios
Presidente GANVAM
Gerardo Pérez Jiménez
Presidente FACONAUTO
Tomás Pascual
Presidente Calidad Pascual
12:00 Agroalimentario
Tomás Fuertes
Presidente Grupo Fuertes
Antonio Hernández Callejas
Presidente Grupo Ebro Foods
Carlos Moro
Presidente Matarromera
Paulo Soares
CEO Campofrío
Ignacio Osborne
Presidente Osborne
José Domingo de Ampuero
Presidente Viscofan
Pedro Barato
Presidente ASAJA
Javier Garat
Secretario General de CEPESCA
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