Carles
Navarro

Presidente FEIQUE

La industria química es enormemente transversal. Interviene prácticamente en todas las cadenas de valor de las industrias manufactureras.

Buenos días, saludos a todos desde Barcelona, y gracias a CEOE por invitar a Feique a este magnífico evento. La industria química es uno de los mayores sectores industriales de este país, con el 13,4% del PIB industrial, y si consideramos los efectos indirectos inducidos, llegamos al 5,8% del PIB total. La cifra de negocios actualizada a 2019 asciende a 67.000 millones de euros, de los cuales casi un 60% en mercados exteriores, con un peso creciente de países de fuera de la Unión Europea. Y, un dato muy desconocido: somos el segundo mayor exportador de la economía española, justo detrás del automóvil. La industria química es enormemente transversal. Interviene prácticamente en todas las cadenas de valor de las industrias manufactureras. El 90% de todo lo que se fabrica en un proceso industrial requiere de química, ya sea en los campos de la salud, del consumo, la movilidad, la construcción, la alimentación o la energía, por lo que nuestra demanda siempre es derivada.

Somos un sector volcado a la innovación, el año pasado, 2.800 millones de euros dedicados a I+D+i, lo que supone una cuarta parte del total de la inversión privada. La industria química es un buen ejemplo de actividad industrial, generadora de empleo de calidad. Damos empleo directo a 210.000 personas, que suben hasta casi 700.000 si contamos empleos directos, indirectos e inducidos y, además, el sueldo medio por trabajador y año asciende a 37.500 euros, con un 93% de contratos indefinidos.

Durante esta pandemia hemos mantenido o incrementado la actividad en nuestras fábricas de gases industriales, como el oxígeno, de hidrogeles, desinfectantes y biocidas, de materiales plásticos y fibras sintéticas para fabricar los EPIs tan necesarios, y en toda la cadena de valor de la alimentación, incluyendo los envases y embalajes.

En cambio, hemos notado la reducción evidente de producción en dos sectores fundamentales para la industria química, como son el automóvil y la construcción. Sin disponer de datos finales para abril y mayo todavía, estimamos que en este período nuestra producción ha estado en torno al 85-90% de la capacidad total de la industria. En nuestra opinión, es necesario impulsar una política industrial eficaz que nos permita alcanzar el objetivo marcado por la Unión Europea de un 20% de peso en el PIB. Fijémonos, en el ejemplo de las tres comunidades autónomas españolas, -Navarra, Euskadi y La Rioja-, que superan este listón. Su tasa de paro no llega al 10%, lo que evidentemente no es una coincidencia.

Esta política industrial debería construirse en torno a los tres ejes siguientes. En primer lugar, dotar de capacidad de gobernanza al Ministerio de Industria. Hay factores fundamentales para el desarrollo de la industria, como son la energía, las infraestructuras logísticas y de transporte, la innovación, la formación, que están diseminados por diferentes ministerios. Por eso, sería muy eficaz que el Ministerio de Industria incorporara competencias esenciales en estos ámbitos, así como las partidas presupuestarias correspondientes, o bien, en su defecto, que existiera un órgano de coordinación liderado por este Ministerio.

En segundo lugar, hay que mejorar urgentemente los factores de competitividad en los que sacamos peor nota que nuestros países competidores vecinos, como Francia, Bélgica o Alemania. El primero de ellos no es una sorpresa: la energía y sus costes regulados, un hándicap que no hemos sabido resolver en la última década, a pesar de que España es una isla energética por falta de interconexión. La realidad es que nuestras empresas electro-intensivas, que en su mayoría producen materias primas estratégicas, compiten con precios finales entre 14 y 20 euros por MWh superiores a los de Francia o Alemania.

Por ello, es tan importante el Estatuto de Consumidores Electrointensivos, que está previsto que vea la luz antes de final de año. Se trata de un instrumento que en Francia o Alemania permite hasta el 85% de reducción de los peajes. El borrador actual del Ministerio nos permite estimar un ahorro de medio euro por MWh para grandes consumidores, y algo más para consumidores medianos, lo que resulta insuficiente. Aunque confiamos en que, una vez establecida la herramienta, esta podrá mejorarse en un futuro próximo. También lo es el reglamento pendiente para las Redes Cerradas de Distribución Eléctrica que, sin aportar grandes ahorros para las redes ya existentes, sí servirá para desbloquear y facilitar la inversión en nuevas plantas.

Otro caballo de batalla es el transporte. Por un lado, celebramos el anuncio esta semana de que el plan de impulso al automóvil incluye el incremento de la Masa Máxima Autorizada de 40 a 44 toneladas para transporte de mercancías por carretera. Con esto, eliminamos la desventaja frente a nuestros competidores europeos y podremos ahorrar hasta 300.000 toneladas anuales de CO2.

Por otro lado, seguimos retrasados en la adopción del transporte de mercancías por ferrocarril, que hoy supone apenas el 4% del total, frente al 24% de Alemania o al 18% de media en la Unión Europea. Parte del problema es que no hemos sabido resolver los problemas de concluir las infraestructuras esenciales como el Corredor Mediterráneo, que debía estar listo en 2015. Hoy el compromiso es que por fin en 2022 los polígonos químicos de Tarragona, los más importantes del Mediterráneo y de donde sale el 25% de la producción química del país, queden conectados por ancho internacional a Europa. Y recordemos que transportar productos químicos por ferrocarril es más eficiente en coste, es más seguro y emite mucho menos CO2.

Y, por último, debemos creernos de verdad que la innovación y la transferencia tecnológica son auténticas palancas del desarrollo competitivo. Tenemos que aprovechar nuestro talento científico, que ha llevado al reconocimiento internacional de muchos de nuestros centros tecnológicos y equipos de investigación. Asimismo, es vital que una parte importante de este talento se ponga al servicio de los retos de la industria, de forma que universidad e industria produzcan conjuntamente soluciones útiles para la sociedad, además de publicaciones y patentes.

Los tres campos de innovación en la década que empezamos giran en torno a la sostenibilidad, economía circular y digitalización. El futuro será sostenible o no será. Para que el planeta sobreviva es necesario descarbonizar nuestras actividades, un reto para el que la industria química vislumbra hoy ya soluciones que lo van a cambiar todo, como por ejemplo el almacenamiento de energía mediante baterías de alta eficiencia con mayor densidad de carga, alta velocidad de recarga y duración mucho mayor que las actuales baterías de litio; el incremento de eficiencia de las energías renovables, especialmente de la fotovoltaica, y la movilidad basada en hidrógeno verde.

Sin olvidar los materiales para la fabricación aditiva, también conocida como impresión 3D, que van a revolucionar la gestión de stocks mediante la producción distribuida y a demanda. En este caso, lo que le pedimos a la Administración es que legisle bajo el principio de neutralidad tecnológica, sin posicionarse a favor, o en contra, de nuevas tecnologías, para así darle la oportunidad al mercado de decidir lo que al final es más eficiente.

En el campo de la economía circular y todos los límites del reciclado mecánico, debemos impulsar de forma decidida el reciclado químico, que permite obtener de nuevo materias primas a partir de residuos plásticos sucios o mezclados. El potencial es aprovechar hasta 2,5 millones de toneladas de residuos plásticos que en España terminan cada año en la incineradora, en el vertedero o, en el peor de los casos, en nuestros ríos y mares. Pero la Administración debe dar los pasos necesarios para que el reciclado químico sea considerado reciclaje a todos los efectos legales.

Por lo que respecta a la digitalización, hay que trabajar intensamente en el desarrollo de modelos industriales 4.0. En la industria química, donde nuestras inversiones se planean con ciclos de maduración muy largos y horizontes de hasta 30 años de vida útil, necesitamos sensorizar cuanto antes nuestras plantas para poder generar datos que, mediante tecnología de inteligencia artificial, nos permitan ser más seguros, más eficientes y más productivos.

La premisa fundamental en este caso son las redes 5G, que están en fase de despliegue. Un despliegue que la Administración debe acompañar y favorecer.

La industria química es clave para la recuperación económica. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que lo que es bueno para la industria en general, es bueno también para la industria química. Y a su vez, lo que favorece a la industria química, acaba siendo beneficioso para la industria en su conjunto. Pero necesitamos que los factores de competitividad exógenos, aquellos que no dependen de nuestras decisiones empresariales, se configuren de manera coordinada y nos sitúen como foco preferente de atracción en inversiones.

La industria química española fue ya un poderoso agente de recuperación económica durante la crisis de 2009. Supimos reinventarnos a través de la flexibilidad, la innovación y la exportación. Con el apoyo adecuado, nuestro sector está preparado para seguir siendo motor de la economía de este país.

A cambio, tendremos empleo estable y de calidad, un país con una economía sólida y toda la calidad de vida que la industria química es capaz de producir para el bienestar de la sociedad presente y futura. Muchísimas gracias.

3ª JORNADA | 17 JUNIO 2021

Industria Automóvil Agroalimentaria

Francisco Martínez Cosentino
Presidente Consentino
09:00 Industria
Carles Navarro
Presidente FEIQUE
Clemente González Soler
Presidente Grupo Alibérico
Ignacio de Colmenares
Presidente ENCE
José Miguel Guerrero
Presidente CONFEMETAL
Javier Ormazabal
Presidente VELATIA
Alberto Gutiérrez
Presidente Airbus
José Vicente de los Mozos
Presidente Renault y ANFAC
10:30 Automóvil
Francisco José Riberas
Presidente GESTAMP
María Helena Antolín
Presidenta SERNAUTO
Raúl Palacios
Presidente GANVAM
Gerardo Pérez Jiménez
Presidente FACONAUTO
Tomás Pascual
Presidente Calidad Pascual
12:00 Agroalimentario
Tomás Fuertes
Presidente Grupo Fuertes
Antonio Hernández Callejas
Presidente Grupo Ebro Foods
Carlos Moro
Presidente Matarromera
Paulo Soares
CEO Campofrío
Ignacio Osborne
Presidente Osborne
José Domingo de Ampuero
Presidente Viscofan
Pedro Barato
Presidente ASAJA
Javier Garat
Secretario General de CEPESCA
Información importante sobre cookies
Este portal web utiliza cookies propias y de terceros para recopilar información que ayuda a optimizar su visita. Las cookies no se utilizan para recoger información de carácter personal. Usted puede permitir su uso o rechazarlo, también puede cambiar su configuración siempre que lo desee. Dispone de más información en nuestra Política de Cookies.
Estas cookies ayudan a hacer la página web usable activando funciones básicas como la navegación en la página y el acceso a áreas seguras de la página web. La página web no puede funcionar adecuadamente sin estas cookies.
Las cookies estadísticas ayudan a los propietarios de páginas web a comprender cómo interactúan los visitantes con las páginas web reuniendo y proporcionando información de forma anónima.