Carlos
Torres
Vila

Presidente BBVA

La mejor forma de reconstruir es minimizar la destrucción e impulsar de forma urgente y decidida la reactivación

Muchas gracias y buenos días a todos, gracias a Antonio Garamendi. Enhorabuena por la nueva imagen gráfica de CEOE, que me gusta mucho, y gracias por la fantástica iniciativa de CEOE con la que nos reúne en esta cumbre empresarial a empresas de todos los sectores, para que aportemos nuestras ideas, para impulsar, entre todos, la economía, la sociedad y nuestro futuro.

La crisis de salud, lo hemos oído ya de la mano de los participantes anteriores, está teniendo una enorme magnitud. Es una gran tragedia, centenares de miles de contagiados, miles de fallecidos. Y quiero comenzar también teniendo un recuerdo muy especial para ellos, los que desgraciadamente nos han dejado y también para sus familiares. Y quisiera enviar un mensaje de ánimo y mis deseos de una pronta recuperación a todos los que se encuentran actualmente enfermos.

Así como también agradecer, como lo han hecho los predecesores, a todas las personas que han estado en primera línea estas semanas, por su esfuerzo, su encomiable dedicación. Al personal sanitario, al personal de servicios sociales, servicios esenciales, entre los que me gustaría dedicar también una mención especial a los compañeros de las oficinas bancarias. Nuestros héroes, como decía antes Juan Roig, de los que estamos enormemente orgullosos.

Los efectos de la pandemia no solo se circunscriben al ámbito sanitario, el impacto en la economía está siendo también de gran magnitud.

Quedan pocas dudas de que esta crisis económica será la más intensa desde el final de la Segunda Guerra Mundial y, en nuestro caso, de la Guerra Civil. El confinamiento ha demostrado ser una herramienta muy efectiva, una herramienta necesaria cuando la crisis nos enseñaba la cara más dura.

Pero en la situación actual, y este es mi primer mensaje, cobra urgencia la reactivación de la economía para evitar un daño que puede ser irreversible; sin bajar nunca la guardia, por supuesto, pero puede que el virus esté con nosotros muchos meses, incluso años, así que tenemos que aprender a convivir con él. Tenemos que aprender a mantener la epidemia a raya, al tiempo que recuperamos la normalidad económica.

En segundo lugar, creo que la crisis nos brinda una enorme oportunidad, la de que avancemos ahora decididamente en nuestras prioridades de largo plazo, aprovechando los ingentes recursos que se van a invertir, algo histórico, no solamente para reactivar y reparar el daño causado volviendo a lo anterior, sino para avanzar decididamente en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y en la digitalización de la economía.

La tercera idea que me gustaría trasladar es que esto lo tenemos que hacer todos unidos y en consenso con el enorme sentido de responsabilidad que requiere el momento trascendental en el que estamos. Las autoridades, los partidos, los sindicatos, los agentes sociales y, por supuesto, los ciudadanos y las empresas, la iniciativa privada.

Iniciativa privada que es la clave para que la sociedad funcione, para que la economía avance, para que se cree empleo, para que se cree bienestar. Y ese sería mi cuarto y último mensaje, uno de los focos principales de las políticas públicas ha de estar ahora en fomentar la iniciativa privada, en establecer las bases para que esta florezca, que se desarrolle y que nos traiga crecimiento económico y prosperidad para todos.

Volviendo a la primera idea, urge reactivar la economía, especialmente en España porque, además, nuestra economía es más vulnerable. Particularmente importante para la reactivación es mantener la ayuda a los cientos de miles de empresas viables que han paralizado o que han reducido su actividad, y también las ayudas a los más de cinco millones de personas que han perdido su empleo o han visto suspendido este de manera temporal.

La mejor forma de reconstruir es minimizar la destrucción e impulsar de forma urgente y decidida la reactivación. Muchas cosas se han hecho bien en estas primeras semanas. Los ERTEs han dotado de flexibilidad a las empresas, lo que ha permitido salvar muchos empleos, mitigando el impacto que la caída del PIB tiene siempre sobre la afiliación.

Además, vemos que, al volver la actividad, muchos de estos ERTEs vuelven a ser empleo. Para maximizar este proceso de vuelta al empleo y evitar la desaparición de empresas es fundamental extender y flexibilizar los ERTES. También ha sido muy acertado el diseño y la rápida entrada en vigor del Ingreso Mínimo Vital, con amplio respaldo parlamentario.

Y otro buen ejemplo de apoyo en estos tiempos, que además es gran muestra de colaboración entre el sector público y el sector privado, son las Líneas ICO, que han aportado a más de medio millón de autónomos y empresas de toda la geografía española una liquidez imprescindible ante el colapso de sus ingresos; una financiación que alcanza ya 70.000 millones de euros y que seguirá creciendo hasta completar la totalidad del programa de avales.

Me gustaría resaltar aquí que los bancos hemos dado un paso al frente desde el inicio de la crisis para apoyar a las autoridades, para apoyar a nuestros clientes, para apoyar a la sociedad en su conjunto a superar esta difícil situación. Especial mención merecen los autónomos y las pequeñas empresas, que representan dos tercios de los empleos en España, y los bancos somos su principal -muchas veces su única- fuente de financiación. Y durante estos meses se la hemos proporcionado para que problemas de liquidez temporales no pongan en riesgo su supervivencia, fundamental también para que la recuperación pueda ser ahora lo más fuerte, lo más rápida posible.

También hemos prestado algo muy importante: apoyo emocional. Hay que tener en cuenta que muchos empresarios pequeños, medianos, están sufriendo porque ven peligrar su negocio, lo que les ha costado, quizá, toda una vida construir. Además, los bancos hemos aliviado la carga financiera de los ciudadanos, de las familias, mediante moratorias en el pago de sus deudas, condonación de comisiones, adelantos en el abono de nóminas, de las prestaciones del SEPE, de las pensiones.

Y nos hemos volcado también con donaciones. En el caso de BBVA, más de 35 millones de euros de donaciones a nivel global, para ayudar a los más necesitados y vulnerables, para contribuir a la investigación científica sobre la enfermedad, para la compra de equipamiento médico crítico, adquirido, además, gracias al gran trabajo de nuestros equipos, y a la colaboración con las autoridades sanitarias y con otras grandes empresas españolas. Otro ejemplo de que la unión hace la fuerza.

Además de las actuaciones de muchas empresas y de las medidas de los distintos gobiernos como el nuestro, para la reactivación resulta crucial la respuesta europea. En un mercado único en el que las empresas de los distintos Estados miembro compiten en igualdad de condiciones, la respuesta ha de ser también única, con programas de apoyo y recuperación comunes, y evitando que surjan diferencias en función de la capacidad fiscal de los distintos países.

Por eso son tan importantes las actuaciones desde Europa. Tanto las medidas de política monetaria del Banco Central Europeo, como los programas de estímulo fiscal, entre los que destaca el plan de recuperación propuesto por la Comisión. Un programa que va en la buena dirección, tanto por su tamaño de 750.000 millones, a sumar a los 540.000 de programas previos como el SURE, o como el MEDE o como el Banco Europeo de Inversiones, como por la asignación de fondos a aquellos países que más lo necesitan, como España, y lo que supone como paso adelante hacia una Unión Fiscal Europea.

Ahora bien, necesitamos que este programa se ponga en marcha lo antes posible para que los fondos lleguen a tiempo, para que, como dice la propia Comisión, se active la recuperación, se reparen los daños económicos y sociales inmediatos que ha provocado la pandemia. Llegar tarde puede significar, en muchos casos, no llegar.

Decía al principio que, además de reparar el daño, tenemos que aprovechar la oportunidad que nos brinda la crisis para avanzar decididamente en nuestras prioridades de largo plazo. Tenemos que avanzar hacia la Unión Bancaria Europea, la Unión del Mercado de Capitales, piezas ambas esenciales para la adecuada financiación de las empresas europeas en igualdad de condiciones, como corresponde a un mercado único. Imprescindible que desarrollemos infraestructuras y fomentemos la inversión en los sectores de futuro, en digitalización, en datos, en inteligencia artificial, en energías limpias.

Las empresas digitalizadas y las que usan los datos, el petróleo del siglo XXI, para dar mayor valor añadido a sus clientes, han superado mejor la crisis y tienen mejores perspectivas de futuro. Lo hemos visto en BBVA, nuestra apuesta decidida por la digitalización y los datos en los últimos años nos ha permitido conocer mejor, estar más cerca que nunca de nuestros clientes, darles servicio, prestarles asesoramiento cuando más lo necesitan.

Para muchos colectivos menos habituados al uso de la tecnología en el día a día, se les ha abierto un mundo de posibilidades del que no se querrán bajar en el futuro. También es crítico que preparemos un futuro mejor para la próxima generación, como también dice la Comisión, invirtiendo en los ODS, en temas tan relevantes como la igualdad, la salud, la educación, el trabajo digno, la lucha por el cambio climático, por mencionar solo algunos de los 17 ODS.

Si queremos lograr una sólida recuperación, hemos de hacerlo mediante un modelo de desarrollo inclusivo y sostenible. ¿Y cómo hacer todo esto? ¿esta agenda tan compleja? Necesitamos el mayor consenso posible en todos los ámbitos, público y privado, para implementar reformas que sean duraderas. Empezando por la educación, que es el motor para el crecimiento y la igualdad. España es uno de los países de la Unión Europea con mayor tasa de fracaso escolar y abandono temprano del sistema educativo, y esto es la raíz de la desigualdad de renta y de la desigualdad social.

La mejor vía para reducirla es la creación de oportunidades para todos en igualdad de condiciones, mediante una apuesta decidida por la educación, la inversión en capital humano, que es la inversión más rentable para las personas y para la sociedad. El capital humano es la verdadera riqueza de las naciones.

Luego, siguiendo por el mercado de trabajo, que requiere mejoras de eficiencia y de equidad, para hacerlo más flexible, más seguro, para reducir la temporalidad. También hay que dirigir el empleo hacia los sectores de futuro, como ya he dicho.

En el ámbito presupuestario, España, con un déficit fiscal que este año se estima en el 12% y una deuda pública que superará el 115%, debe profundizar en el saneamiento de las cuentas revisando el gasto, reduciendo el déficit estructural, aportando certidumbre sobre el compromiso con la estabilidad presupuestaria.

Dar confianza es la mejor manera de aumentar la efectividad de los estímulos fiscales, facilitar la financiación de nuestra economía y fomentar y potenciar la inversión, dando certidumbre fiscal, certidumbre sobre las reglas de juego en el medio y en el largo plazo. También mejorando la competitividad, la flexibilidad de los diferentes mercados, proporcionando los incentivos adecuados con una fiscalidad eficiente que favorezca el crecimiento y que no distorsione la toma de decisiones.

Y sí, también invirtiendo directamente recursos públicos, pero siempre que vayan dirigidos a la creación de infraestructuras y al apoyo a la iniciativa privada. Si se da ese marco de confianza fiscal y regulatoria, se multiplicarán los recursos públicos porque se atraerá inversión privada a ese futuro digital, de datos, socialmente sostenible.

Inversión hacia ese futuro que apoyamos decididamente los bancos, porque como digo siempre, el futuro de la banca es financiar el futuro, un futuro con mayúsculas. En definitiva, y con esto termino, hemos de fomentar la inversión privada de empresas globales grandes, también de las medianas, de las pequeñas, de las startups, de los autónomos. Empresas, todas ellas, que crean riqueza, que generan puestos de trabajo y, como dice el lema de este foro, que son las empresas que lideran el futuro. Muchas gracias.

1ª JORNADA | 15 JUNIO 2020

Apertura Sector financiero Energía y sostenibilidad Operadoras del sistema

Pablo Isla
Presidente Inditex
8:45 Apertura
Juan Roig
Presidente Mercadona
Ana Botín
Presidenta Banco Santander
9:00 Sector Financiero
Carlos Torres Vila
Presidente BBVA
Jordi Gual
Presidente Caixabank
José Ignacio Goirigolzarri
Presidente Bankia
Josep Oliú
Presidente Sabadell
José Luis Aguirre
Presidente Ibercaja
Ignacio S. Galán
Presidente Iberdrola
10:00 Energía y Sostenibiliadd
José Manuel Entrecanales
Presidente Acciona
José Bogas
Consejero Delegado Endesa
Antonio Brufau
Presidente Repsol
Francisco Reynés
Presidente Naturgy
Miguel Antoñanzas
Presidente Viesgo y del Club Española de la Energía
Beatriz Corredor
Presidenta Grupo Red Eléctrica
11:45 Operadoras del Sistema
Antonio Llardén
Presidente Enagas
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