Cristina
Garmendia

Presidenta Fundación COTEC

Desde COTEC señalamos lo importantes que son cuatro pilares. Las capacidades educativas, las capacidades tecnocientíficas, las capacidades industriales y las capacidades sanitarias.

Muchas gracias, Antonio Garamendi. Lo primero, sumarme como todos los anteriores intervinientes, como no puede ser de otra manera, a las condolencias a tantas familias que han sufrido en primera persona o el entorno directo, los efectos de esta pandemia, y en segundo lugar, Antonio, darte la enhorabuena.

De verdad que, después de varias décadas de relación con la casa, no es que sea, es que se siente una renovación de CEOE, y además, yo creo que es claro y justo reconocerlo CEOE es uno de los pilares clave en este momento en la transición desde este presente tan complicado hacia un futuro que ojalá sea mejor. Pero como han dicho tanto José María como Pedro, desde luego difícil va a ser y va a haber que estar añadiendo esfuerzos y alineando mensajes, así que, gracias Antonio por vuestro compromiso.

Primero, decir que ninguna economía, ninguna sociedad, ningún gobierno estaba preparado para esta circunstancia sobrevenida tan complicada, pero los distintos países han mostrado capacidades diferentes que claramente han marcado el devenir de la pandemia, y seguramente van a ser claves esas capacidades, no solamente para trazar, sino para construir esa hoja de ruta y para ver cómo es el resultado de esa hoja de ruta. No solo dependiendo de la hoja de ruta, sino de las propias capacidades.

Es importante señalarlas como pilares, pilares como cualquier edificio, sobre el que tienen que reconstruirse los planes. Yo creo que no nos podemos olvidar de lo que pasamos en la última crisis, donde, con mucho sufrimiento, con muchísimo esfuerzo, nos veníamos recuperando de una forma acelerada, y estábamos todos contentos y optimistas, pero lo que una vez más hemos visto, es que no nos estábamos recuperando de una forma equilibrada.

Y esa falta de equilibrio que tiene que ver con los fundamentos, con las capacidades, es lo que nos tiene que llamar la atención para que no nos vuelva a pasar en esta reconstrucción.

En este foro, -yo lo he seguido de cerca en alguna de las intervenciones-, ha habido muchas propuestas muy interesantes que tienen que ver con lo que hay que hacer. Pero nuestra opinión, en COTEC, es que si no nos centramos en los pilares sobre los que hay que construir esa hoja de ruta, posiblemente, aunque tengamos la misma que otros países, tendremos una respuesta muy distinta; y tenemos que ser capaces de reconstruir estos pilares que tienen que sustentar el modelo elegido, sea el que sea.

Cimientos además que tienen que sustentar bien lo que ya venía siendo antes de esta pandemia, que estábamos inmersos –en COTEC lo estamos estudiando de forma muy profunda– en tres grandes transiciones que en este momento solamente se han acelerado.

La transición en los flujos de información, desde soportes analógicos a una, ya no soporte, sino una vida, a un trabajo, absolutamente digital. Transición en los flujos de materia prima y energía, en esa manera distinta de extraer materias primas consumir y producir, que es esa transición hacia un mundo mucho más circular. Y la transición en los flujos de inversión, que venían siendo más tangibles –equipamientos, edificios, etc.– a una inversión mucho más intangible. Inversión en procesos, en formación de personas, en “reskilling”, en datos, reputación; todo eso que hace operar las instituciones de una manera distinta y más competitiva.

Y de acuerdo a este diagnóstico que veníamos haciendo, nos gusta en COTEC ahora señalar lo importantes que son cuatro pilares, concretamente. Las capacidades educativas, las capacidades tecnocientíficas, las capacidades industriales y las capacidades sanitarias.

Empezando por las capacidades educativas. Parece que siempre la educación lo llevamos a lo social, y la educación es la política económica más importante de un país. Es difícil pensar en la competitividad de un país si no hay un buen sistema educativo que eduque y forme a su sociedad y, por lo tanto, tiene que ser ésta una prioridad absoluta. Y este salto precipitado a una educación digital nos ha pillado mal preparados. Estudiantes, profesores, familias han tenido que abordar una circunstancia 100% digital con unas escuelas que tenían bastantes problemas.

Según el último informe de PISA, del año 2018, la mitad de los centros educativos españoles no estaban preparados para ofrecer una educación digital. ¿Qué ha pasado en estos meses de pandemia? Pues el resultado ha sido que ha habido un mal aprendizaje de todos los alumnos, y un muy mal aprendizaje en los colectivos vulnerables. Y se han establecido tres brechas a las que tenemos que prestar muchísima atención si no queremos avanzar con una sociedad mal formada y encima poco cohesionada.

La primera es una brecha de acceso. Acceso a tener opción, a tener dispositivos tecnológicos y conexiones en los hogares. La segunda es una brecha de uso, que es la calidad de uso en los hogares. En los distintos hogares, los alumnos han tenido un tiempo, una calidad de uso diferente.

Y la tercera es una brecha escolar donde, como decía, los profesores, el 50% de los profesores –lo señala este mismo informe– no estaban formados para una enseñanza online, ni tenían los dispositivos, ni tenían los sistemas para poderla hacer frente.

Por lo tanto, esta es la situación, esta es la oportunidad, pero hay que actuar ahí de una manera urgente.

A esta parte educativa tenemos que añadir la parte de formación en el trabajo. Hicimos una encuesta con Sigma Dos, de cuál era la percepción de la sociedad, que es muy importante, que es uno cómo se siente ante un reto, ante una transformación digital. Y un tercio de la población activa hoy no se siente capacitada para trabajar en un mundo digital. Esta es la realidad.

Por lo tanto, yo sé que el diálogo social tiene muchos asuntos muy urgentes que tratar, pero sin duda, este es uno de ellos. Hay que educar y hay que formar urgentemente a una sociedad que ha transitado de golpe a un mundo digital. Así que, espero que patronales, Antonio, sindicatos y Administraciones se pongan urgentemente a esta tarea.

En segundo lugar, las capacidades técnocientíficas. Yo creo que nunca habíamos hablado tanto de ciencia como en los últimos tres meses, porque ahí veíamos la esperanza de la solución. Nos hemos volcado a ver qué nos ofrecía nuestro sistema científico, hemos vivido algunas veces con algún desconcierto cuando la comunidad científica cambiaba de opinión, los expertos cambiaban de opinión respecto a sus recomendaciones, y esto es únicamente el método científico. El método científico es así, ante un virus que no se conoce, la comunidad científica va informándose, proponiendo, aprendiendo y proponiendo nuevas soluciones. Y, no cabe duda de que la ciencia biomédica ya está saliendo fortalecida, pero tenemos que prestar especial atención a la ciencia en general, a la investigación en general; y nos preocupa mucho el impacto que tendrá esta crisis en la inversión en I+D en otros sectores.

Las empresas que estaban avanzando muy bien en su inversión en I+D van a tener que tomar decisiones presupuestarias complejas, y va a exigir visión y valentía en sus posicionamientos en I+D, y lo que exigimos o lo que recomendamos es que el sector público dé ejemplo y no vuelva a repetir errores.

Como decía antes Pedro, estamos en el 1,24% de PIB, llegamos a estar en el 1,40%. El problema es que hemos retrocedido mientras los demás avanzaban. Hemos recuperado nuestra economía de espaldas al conocimiento.

Países que tienen un PIB inferior, pero que están creciendo más, están invirtiendo mucho más que nosotros. Por ejemplo, nuestra vecina Portugal, que cada vez es ejemplo de más cosas. Por lo tanto, es un eje claro de inversión y de protección de los presupuestos. Pero cambiar recortes e inejecución -que es otros los problemas- por inversión no es suficiente. Vamos a necesitar ver cómo reestructuramos el sistema de investigación y desarrollo de una manera más eficiente, para que realmente dé respuesta a las necesidades que tenemos y priorizar el dinero público.

Solamente un dato. El Consejo sobre investigaciones científicas, que es nuestro organismo de investigación más importante, tiene una plantilla media de más de 50 años. Urgentemente tenemos que apostar por atraer a los jóvenes al mundo de la investigación. Dos palabras para las capacidades industriales que tanto se han visto aquí. No me voy a extender, pero decir que, se ha puesto de manifiesto esa ruptura de las cadenas de suministro globales, pero también se ha visto la flexibilidad que ha tenido gran parte de la industria en proyectos como respiradores o mascarillas.

Decía un representante de la Unión Europea el otro día, que en el mes de marzo había 50 empresas europeas fabricando mascarillas y que ahora hay  550, o sea, que vamos a ver esa flexibilidad que muestra y, si hay que pensar cuál es la oportunidad, la oportunidad es, en nuestra opinión, la economía circular en esa transición hacia un mundo circular y, por cierto, es una oportunidad para fijar riqueza, talento y empleo en los territorios, en esas zonas más rurales.

Por último, y con esto terminó, las capacidades sanitarias. Hicimos un estudio con FENIN sobre el grado de madurez digital de las capacidades en España y es que estamos muy mal: 32% de madurez digital. Esto quiere decir que hemos tenido una voluntad increíble y una actitud increíble por parte de nuestros profesionales, pero no tenemos un sistema preparado para abordar una sanidad digital.

Dos datos. No solamente estamos muy bajos, sino que hay mucha disparidad entre unos territorios y otros: unos, 49%; varios, por debajo del 5%; y esto es un desequilibrio que tenemos que corregir.

El dato que sale peor es la calidad de los datos del sistema de sanidad; y esto es esencial para el rastreo y testeo, porque nos lo van a pedir nuestros inversores y nuestros turistas. Así que, por razones de seguridad, para que sanitarios y pacientes trabajen de una forma más segura, por razones de eficiencia, porque no cabe duda de que una salud digital es mucho menos costosa, y por razones económicas, donde la sanidad puede ser punta de lanza para un gran sector económico, pensamos que la digitalización de la sanidad es también uno de los ejes urgentes.

Termino con esta reflexión. No es fácil, es complejo reconstruir la sanidad, la educación, la industria y el sistema de ciencia. Es difícil, complejo, pero puede haber una hoja de ruta. Pero sin el pilar de la política no será posible. Reconstruir la economía y reconstruir la sanidad si no hay reconstrucción política, los esfuerzos me temo que serán estériles. Así que, aquí lo dejo. Gracias.

7ª JORNADA | 23 JUNIO 2021

Innovación y digitalización Educación y formación Pymes

Pedro Mier
Presidente AMETIC
9:00 Innovación y Digitalización
José María Álvarez-Pallete
Presidente Telefónica
Fernando Abril-Martorell
Presidente INDRA
Cristina Garmendia
Presidenta Fundación COTEC
Irene Cano
Directora General Facebook
Helena Herrero
Presidenta HP
Eduardo Serra
Presidente Digitales
Antonio Coimbra
Presidente Vodafone
Marta Martínez
Presidenta IBM
José María de la Torre
Presidente HPE
10:30 Innovación y Digitalización
Tobías Martínez
CEO CELLNEX
María Ferreras
Videpresidenta NETFLIX
Andreu Vilamitjana
Presidente CISCO España
Jaime Hortelano
CEOE Grupo CMC
Carina Szpilka
Presidenta ADIGITAL
Antonio Abril
Presidente Confederación de Consejos Sociales de las Universidades Españolas (CCS)
11:45 Educación y Formación
Francisco Belil
Presidente Fundación Princesa de Girona
José Antonio Sarria
Presidente Comisión de Educación y Formación de CEOE
Gerardo Cuerva
Presidente CEPYME
12:30 Pymes
Alfonso Jiménez
Presidente CASCAJARES
Inés Juste
Presidenta Grupo Juste
Rosa Ferrando
Directora Brócoli Services
Verónica Pascual
Presidenta ASTI
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