Eduardo
Pastor

Presidente COFARES

No tenemos que fabricar los medicamentos más baratos, sino los más eficientes. Tenemos que asegurarnos, como país su fabricación, su distribución y su dispensación sin tener dependencia de otros países.

Muchas gracias. Quiero dedicar mis primeras palabras y mi primer recuerdo, por supuesto, a las personas que han fallecido durante esta etapa dura, y sobre todo, a sus familias. Y también a todos los profesionales sanitarios que continúan dando lo mejor de sí mismos en primera línea para luchar contra esta pandemia. Y, por supuesto, agradezco a CEOE y a su presidente, Antonio Garamendi, por su amable invitación para participar en este cónclave empresarial, en el que nos une un objetivo común: lograr la recuperación social y económica de nuestro país en los próximos meses.

En esta tarea, no exenta de complicaciones, los actores que forman parte de la cadena de salud merecen una mirada especial, pues de ellos depende, en buena medida, la protección y el bienestar del resto de los ciudadanos. Esta cadena comienza con la industria farmacéutica, que se sustenta en la innovación y el conocimiento sobre los nuevos fármacos, y culmina con el paciente, principal benefactor de las soluciones farmacológicas puestas a su alcance tras el esfuerzo investigador.

La distribución farmacéutica es parte de la conexión entre estos dos puntos, garantizando la entrega efectiva de medicamentos en condiciones de seguridad y una óptima conservación, siempre a través de manos expertas, como lo son los profesionales sanitarios de la farmacia y de los hospitales.

Incluso en los momentos de máximo estrés, hemos garantizado el total abastecimiento de medicamentos, redoblando rutas, sumando equipos. Esta crisis ha sido una prueba de esfuerzo desde el primer segundo, y hemos sabido responder porque tenemos una de las mejores distribuidoras farmacéuticas de Europa.

Este circuito, aparentemente sencillo, requiere de altos niveles de inversión y tecnología para que la maquinaria funcione correctamente. Y digo, “inversión” y no “gasto”, porque el gasto lleva implícito el sesgo de algo improductivo. Como sociedad avanzada, debemos apoyar la innovación en nuevos medicamentos. No solo las vacunas, los antibióticos tienen mucho que decir en futuras pandemias, y dotar al sector de un marco jurídico estable que genere certeza y seguridad, algo que ahora no existe.

No tenemos que fabricar los medicamentos más baratos, sino los más eficientes y que nos ayuden a controlar futuros rebrotes o enfermedades que hoy desconocemos. Tenemos que asegurarnos, como país, su fabricación, su distribución y su dispensación sin tener dependencia de otros países que en estos momentos son los suministradores de materias primas.

¿Y qué se puede hacer en este sector? En concreto, la distribución farmacéutica es un termómetro preciso. Somos capaces de anticipar futuros fenómenos epidemiológicos, ya que contamos con plataformas tecnológicas que nos permiten reportar información sobre el consumo de determinados productos sanitarios. De hecho, desde nuestro ángulo privilegiado, en enero ya sabíamos quiénes y dónde se estaba produciendo y solicitando el consumo de mascarillas, una compra bastante inusual en nuestro país. Fue quizás la primera señal de que algo no estaba funcionando bien.

Por otro lado, también las plataformas tecnológicas permiten poner en conocimiento de las autoridades sanitarias oportunas casos de pacientes con sintomatología sospechosa a través, por supuesto, de la red de farmacias española, una de las más elevadas de Europa. La detección precoz de estos perfiles, en mi opinión, es esencial.

Desde el primer momento, las autoridades han contado con nuestra colaboración. La distribución farmacéutica ha participado de forma altruista en la distribución tanto de material como de protección, como para hacer llegar recomendaciones a la población para proteger su salud. Tenemos, junto con la farmacia, una función dinamizadora para promover campañas de prevención dirigidas a la población. Lo hemos visto con la pandemia, pero también en otras muchas ocasiones.

La tarea de prevención ha resultado exitosa en campañas públicas variadas, que van desde la violencia de género hasta la detección de casos de anorexia o de problemas psicológicos de otra índole. Frente a futuras pandemias, España no puede depender de otros países para conseguir material estratégico de protección. Hemos tenido dificultades en el acceso a equipos de protección individual al salir a buscarlos a los mercados internacionales, y eso no puede volver a repetirse.

Debemos contar con un plan de contingencia nacional bien orquestado entre los agentes competentes en la materia, empezando por las empresas, que son las conocedoras del sistema de compra en los mercados internacionales. En este punto quiero poner en valor la aportación que ha hecho el sector privado durante esta crisis, sector que representa, como todos sabemos, un tercio de la inversión sanitaria, un 3% del PIB.

Durante esta pandemia, gracias a los ingresados en COVID en la parte privada, hemos atendido al 20% de todos los pacientes. Prescindir de su vital colaboración supondría llevar al sistema público al colapso que hemos visto en estas circunstancias. Es de vital importancia esta colaboración, buen ejemplo de ello es la red de 22.000 farmacias que exitosamente contribuyen al sistema de salud en su labor diaria. Se debería valorar su gran aportación al sistema de salud y dotarlas de más competencias, y aprovechar su cercanía y su carácter sanitario para facilitar a los pacientes su medicación, mucha de ella hospitalaria, y evitando desplazamientos, sobre todo en el mundo rural.

Otro ejemplo es la distribución farmacéutica, desarrollando una labor muy importante en cuanto al acceso de medicamentos en cualquier punto de la geografía española en condiciones de igualdad, conservación y seguridad para la población. La Administración debe tener en cuenta el conocimiento y la experiencia acumulados por la red de centros privados, pues no podemos avanzar de espaldas a esa exitosa colaboración.

Por otro lado, debemos contar también con una reserva estratégica de medicamentos que nos asegure el abastecimiento de otras moléculas para que, en caso de que haya un cierre de fronteras, no tengamos problemas. Tenemos que aumentar la producción nacional y la localización de plantas para no depender excesivamente del exterior cuando hablamos de medicamentos. Una industria más localizada nos aporta seguridad, pero también es sinónimo de empleo y de contribución al PIB.

No podemos dejar morir al Sistema Nacional de Salud ni resquebrajar su carácter universal pues, al fin y al cabo, nuestra propia salud es también la salud de los demás. Eso sí, para que el Sistema pueda ser sostenible en España, se requiere, por lo menos, aumentar un 1% la inversión pública en sanidad, -ahora mismo, como hemos hablado, es del 6,3%-, para acercarnos al nivel de inversión que otras economías desarrolladas dedican a la sanidad.

Tenemos que oxigenar un modelo con claros signos de agotamiento, acorralado por las listas de espera, en desigual acceso y en abandono del sector sanitario. En definitiva, la distribución farmacéutica, en concreto Cofares, podría poner una plataforma tecnológica a disposición de las Administraciones y de la sociedad en su conjunto para anticipar tendencias de consumo, una información que nos permite asentar modelos predictivos en fenómenos epidemiológicos.

Con esta herramienta todos estaremos mejor preparados para tomar decisiones de una forma ágil y, por supuesto, para proteger a nuestros sanitarios, a los que no podemos exigir más esfuerzo del que nos han brindado, -y lo siguen haciendo-, durante esta crisis.

Y termino agradeciendo, presidente de CEOE, tu amable invitación a este cónclave empresarial, donde se pone de manifiesto que la empresa española siempre estará al servicio de la sociedad y siempre estaremos para ayudar en lo que la sociedad nos necesite. Muchas gracias.

6ª JORNADA | 22 JUNIO 2021

Comercio Asesoramiento y estrategia Sanidad

Marc Puig
Presidente Puig
9:00 Comercio
Fuencisla Clemares
Directora Google España
Pedro Campo
Presidente CEC
Aurelio del Pino
Presidente ACES
Alfonso Merry del Val
Presidente ANGED
Antonio Garrigues Walker
Presidente ASEDAS
Domingo Mirón
Presidente Accenture España
10:30 Asesoramiento y Estrategia
Fernando Ruiz
Presidente Deloitte España
Federico Linares
Presidente EY España
Pedro Mateache
Presidente Kearny España
Hilario Albarracín
Presidente KPMG España
Gonzalo Sánchez
Presidente PWC España
11:45 Sanidad
Carlos Rus
Presidente ASPE
Martín Sellés
Presidente FARMAINDUSTRIA
Luis María de Palacio
Presidente FEFE
Eduardo Pastor
Presidente COFARES
María Luz López Carrasco
Presidenta FENIN
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