Gerardo
Pérez
Jiménez

Agradecer, en primer lugar, a CEOE y a su presidente, Antonio Garamendi, esta magnífica iniciativa. No me voy a extender sobre la gravedad de la situación, más todavía en los bienes duraderos como el automóvil, y también disculparme porque mi presencia allí, por diferentes motivos, no ha sido posible. Me habría encantado estar con vosotros, pero creo que lo importante es transmitir la situación en que se encuentran las redes de profesionales.

En primer lugar, decir que nosotros, como Faconauto, al igual que CEOE, creamos riqueza local y, además, estamos orgullosos de representar a esa red de concesionario que crea riqueza local en todos los rincones España, en esa España vaciada de la que tanto se habla y donde nosotros estamos absolutamente enraizados y comprometidos con ella.

Los concesionarios, tanto de automóviles como agrícolas, somos más de 5.000 empresas que creamos 161.500 empleos y que ejercemos, como todo el sector del automóvil, un efecto de tracción muy importante sobre el resto de sectores. Por dar cifras, los fabricantes de componentes tienen 220.000 empleos, los concesionarios, 161.500, y los fabricantes de automóviles, 65.000. Es una cifra que se acerca a los 500.000 empleos directos, de lo cual estamos absolutamente orgullosos.

Ese tercio del PIB y ese 10,5% del PIB nacional del cual las redes de concesionarios representan la tercera parte, creemos que es una cantidad muy importante como para que a esta red de concesionarios se nos tenga en cuenta.

Somos también el 9% de la población activa los que representamos el automóvil, por lo que Faconauto está muy orgullosa de representar ese empresariado español, -esa réplica de lo que es CEOE a nivel nacional, pero en la parte del automóvil-, en esta crisis de la que ya todos han explicado fenomenalmente bien la gravedad. Nos hemos unido, nos hemos agrupado en torno a Faconauto y hemos buscado las mejores soluciones.

Es cierto que este sector es muy importante a nivel nacional. La fabricación de automóviles y de componentes son absolutamente fundamentales en nuestro territorio. Somos el segundo fabricante a nivel europeo y el octavo a nivel mundial. Pero también las redes de concesionarios hemos querido, en estos tres años de mi presidencia, poner en valor nuestro papel como dinamizador del sector y muy importante dentro de la economía.

Quería, sobre todo, hablar de los tres retos fundamentales a los que se enfrentan las redes de concesionarios. En primer lugar, el reto de la movilidad. Todos hemos asistido en los últimos años a un debate un poco absurdo, si se me permite, en cuanto a la movilidad. Nosotros tenemos claro cuál es la situación de la movilidad y de los sistemas de propulsión en este país. La movilidad cero emisiones o de muy bajas emisiones ya no es opcional, es un proceso en el que todo el sector tiene que estar inmerso, en ese reto de descarbonización, allá por el 2040-2050.

Y, además, las redes de concesionarios tenemos claro que debemos ser prescriptores de estas nuevas formas de propulsión, que seguro que van a ser la parte importante de la propulsión en el futuro. Pero siempre hemos defendido algo fundamental para la economía y para la pyme, y para esos 161.500 empleos que representamos, que tiene que ser una movilidad ordenada y justa.

Cuando nos referimos a una movilidad ordenada es que esa transición tiene que estar acompañada del proceso tecnológico. Una transición demasiado acelerada puede generar demasiadas bajas en el sector en su conjunto. En primer lugar, porque el sector de la fabricación en España no es eminentemente cero emisiones (hay que hacer un balanceo de los motores de combustión a los motores eléctricos), pero también porque las redes de concesionarios tenemos que adecuarnos a estas nuevas tecnologías, por lo cual nuestro ímpetu, y donde pedimos ayuda a CEOE, es para que esa transición sea ordenada y lleve su tiempo.

Hoy se están vendiendo el 0,9% de los coches eléctricos, por lo que está claro que tardaríamos 100 años en renovar el parque automovilístico español a este ritmo; pero fundamentalmente porque el cliente hoy por hoy todavía no elige esa motorización. Vamos a acompañar las decisiones del cliente de la mejor manera posible, pero de una forma ordenada.

En cuanto a la transición justa también es algo que nos preocupa mucho, porque hoy el motor eléctrico, -sobre todo antes de este plan de ayuda al que se han referido mis antecesores y que ahora comentaré-, el vehículo eléctrico, no estaba destinado a todas las familias: solamente el 19% de las familias tenían ese poder adquisitivo que nosotros valoramos en 35.000 euros para poder adquirir un coche eléctrico, que en ese momento era más caro que los motores de combustión, tenía menos autonomía y necesitaba recarga en domicilio, con lo cual era muy importante poder unir oferta y demanda, donde el cliente realmente eligiera por iniciativa propia estos motores.

Para la red de concesionarios hay una oportunidad. Ese cambio en la propulsión nos va a ofrecer una oportunidad de renovación de todos los vehículos del parque, pero también hay una amenaza, en cuanto a que estos vehículos tienen una postventa mucho menos complicada, con menos piezas de recambio, con menos mano de obra y donde nosotros seguro que seremos capaces de trabajar en alternativas que permitan nuestra supervivencia.

Aquí CEOE nos tiene que ayudar a que ese impulso imparable de las tecnologías cero emisiones o de muy bajas emisiones tiene que acompasarse al ritmo que este país tiene en fabricación y distribución.

CEOE tiene que ser nuestro altavoz para “rigorizar” muy bien esos pasos y que España no deje de ser un país fabricante de vehículos ni de componentes, y cómo no, que siga teniendo esa distribución tan potente como tiene ahora mismo.

Desde Faconauto impulsamos Faconauto Verde, una iniciativa, no para poner un pie en esa movilidad sostenible sino para poner los dos, por pleno convencimiento de que este sector tiene que tornar a una movilidad mucho más eficiente.

En cuanto a la digitalización, es también un reto fundamental para nosotros y este sí es más transversal para el resto de sectores. Los hábitos de los ciudadanos y del consumidor han cambiado radicalmente y nosotros no nos podemos oponer, porque tampoco es opcional, porque a veces tanto Gobierno como algunas asociaciones empresariales nos negamos a reconocer que el cliente decide, que el consumidor decide. Tenemos claro que nos tenemos que adecuar a esa digitalización.

No ha llegado tanto en el automóvil, donde se da más la unicanalidad, donde el cliente elige encontrarnos donde cree conveniente, y ahí debemos estar. Esta crisis ha acelerado ese proceso y hay que tenerlo en cuenta. Pero hoy por hoy, el vehículo, al ser un bien donde se movilizan muchos recursos y el cliente valora mucho probarlo, -además de que hay un proceso de entrega importante por la tecnología-, hace que todavía tengamos contacto con el cliente. No debemos olvidar que las relaciones humanas interpersonales no se pueden y no se van a perder.

A veces perdemos un poco el norte con la digitalización, pensando que lo vamos a hacer todo desde casa; pensamos que es muy importante mantener ese contacto con el cliente para las empresas.

¿Qué reto nos trae la digitalización? Muy sencillo, el fabricante puede tener la tentación, y de hecho en algunos casos la está teniendo, de vender sus productos directamente. ¿Qué puede ocurrir? Nosotros tenemos una fabricación muy potente en España, pero no tenemos ningún centro de decisión ni ningún fabricante español, por lo que pedimos a CEOE que nos ayude a mantener la distribución potente y pujante que tenemos, y a clarificar el rol de la red de distribución. Es tan sencillo como saber cuál es el nuevo rol en unos contratos de adhesión que no son equilibrados, que firmamos con nuestros fabricantes y que estamos, además, absolutamente conformes con esa firma, donde cada uno sabe sus derechos y sus obligaciones. Entendemos, -como ha dicho María Helena Antolín perfectamente-, que los fabricantes deben tener un entorno jurídico estable, está clarísimo: deben tener seguridad jurídica.

Pero nosotros somos también inversores españoles, -al igual que lo es María Helena Antolín-, y necesitamos la misma seguridad jurídica. Tenemos que saber, en primer lugar, cuál es nuestro rol y, en segundo lugar, conocer nuestros derechos y obligaciones, pero también cuáles son los derechos y las obligaciones de nuestros fabricantes. En ese impulso que vamos a dar en estos próximos tres años a la seguridad jurídica, necesitamos que CEOE nos ayude a dinamizar este proceso, porque la pequeña y mediana -ya no tan mediana- empresa española, que forma parte de los concesionarios, necesita impulsarlo urgentemente.

Aquí estamos haciendo una labor importante con el Gobierno, con el resto de partidos políticos, incluso con Anfac, con quien hoy nos une una interlocución como nunca ha existido en la historia de ambas organizaciones. Porque ellos y nosotros tenemos claro en este tema que tenemos los mismos intereses en la mayor parte de las cosas, también junto con Sernauto y con Ganvam, a los que nos une una magnífica y estrecha relación. Pero es cierto que cada uno tiene intereses comunes y tenemos que dirimirlos para, rápidamente, que el fabricante tenga la seguridad jurídica que necesita en este país, y nosotros también.

La oportunidad de la digitalización es que hoy vamos a estar 24/7, como se dice. El cliente nos va a poder localizar en cualquier momento, pero tenemos una amenaza importante: cuál va a ser el nuevo rol asignado por los fabricantes a las redes de concesionarios, que tenemos que dirimir en los próximos tres años, y ahí también, -y estoy seguro de que la tendremos-, necesitamos la ayuda de CEOE.

Porque nosotros, además, estamos enraizados en el territorio, es estamos siempre allí. Necesitamos seguridad jurídica ambos, porque no se pueden producir decisiones como la de Nissan de marcharse, decisión que respetamos, que valoramos y que nos duele, como a todo el sector del automóvil y a los propios fabricantes. Pero hoy el entorno global y los fabricantes pueden decidir dónde fabrican, pero nosotros no tenemos ese poder de decisión, y por eso -y con más inri- necesitamos ese entorno jurídico donde poder movernos y poder invertir.

El tercer punto para nosotros, aparte de la nueva forma de propulsión y la digitalización, es la potenciación del talento, fundamental en este sector. Tenemos que tener un gran acuerdo nacional por la potenciación del talento. Me refiero a un acuerdo nacional, por supuesto también en el sector del automóvil. Hoy tiene que haber un trasvase de la formación tradicional a una formación más digital, más conectada, más flexible. Y aquí sí quiero hacer un llamamiento importante a CEOE, porque es un tema que me preocupa mucho: la formación del talento joven y la formación del talento de más de 50 años.

En este país está quedando demasiada gente en el camino, porque las empresas consideramos que no tienen la experiencia suficiente o que ya han dado todo lo que tienen que dar. Y hay verdaderos dramas de gente joven que no puede acometer su vida familiar porque no tiene un trabajo, pero también hay un grave problema con los de más de 50 años que no encuentran un empleo, y ahí las organizaciones empresariales tenemos que pedir al Gobierno que ayude a esta gente para que puedan encontrar acople en nuestras empresas, pero también nosotros tener la altura de miras para poder reconocer ese talento en los de más de 50 años y la posibilidad de aprender de los jóvenes.

¿Qué hemos hecho? En la falta de talento que tenemos las grandes empresas, también en la mujer, Faconauto Woman no viene a hacerle ningún favor a la mujer, no viene a intentar darle una oportunidad, viene a reconocer el grave déficit que tenemos en el automóvil porque la mujer no nos elige, por lo que nos intentamos poner guapos, nos intentamos arreglar para que la mujer diga: “Me interesa trabajar en ese sector”. Porque no es el sector del ruido del motor, de los hombres… No, somos un sector moderno, eficiente, digital, conectado, donde las mujeres preparadas en el mismo nivel que el hombre puedan optar -y quieran optar- a nuestro sector.

Creo que este sector es de hombres eminentemente porque la mujer no nos ha elegido. Faconauto Woman viene a revestir este sector de ese halo de modernidad que la mujer busca, porque la mujer es muy eficiente a la hora de buscar trabajo, y que el automóvil lo sea.

Movilidad, digitalización y formación profesional, también con la iniciativa de Faconauto Woman, -muy importante-, de Universidad Faconauto, donde pretendemos atraer y retener el talento. Es fundamental para nosotros. Aquí también necesitamos que CEOE nos ayude para que esos programas formativos sean más flexibles. Cambiar un programa formativo es de locos, es muy complicado, y tenemos que trabajar en que estos programas formativos se pongan en marcha.

Para acabar, decir que en la crisis sanitaria que ha asolado a este país, lo que hicimos fue dar dos consignas a nuestros asociados. En primer lugar, mantener la calma y, en segundo lugar, mantener el empleo, muy importante para nosotros. La consecución de los ERTE de fuerza mayor ha sido un hito que nos va a permitir trabajar en que esos 161.500 empleos se puedan mantener en las redes de concesionarios, que es muy importante para nosotros.

Esas 151.500 personas que pasaron a los ERTE, -porque 10.000 personas quedaron trabajando en nuestras instalaciones-, fueron fundamentales para ralentizar la movilidad. Pero ahora necesitamos -y ahí apoyamos totalmente a CEOE- una ampliación de los ERTE hasta diciembre. Es muy importante para nosotros la incorporación gradual, ya que nos hemos comprometido a mantener el empleo. Esa incorporación gradual de nuestro talento que hoy, desgraciadamente, se encuentra en casa.

En cuanto al plan de dinamización de la demanda que firmamos el lunes, es una gran satisfacción, en primer lugar, porque vamos a poder renovar un parque más eficiente. También porque vamos a tener inversiones y reformas tan importantes, tanto de los fabricantes como en las redes de concesionarios, para mejorar la competitividad y la sostenibilidad. También porque el I+D+i también afecta a la red de concesionarios, aunque una parte importante seguro que mejorará nuestras fábricas para ser un país muy atractivo para la inversión internacional.

La fiscalidad es fundamental en el sector del automóvil. Trabajar en esa fiscalidad, que grave el uso y no grave la compra, es clave en un sector que tiene un problema de imposición en la compra y que tiene un problema de antigüedad del parque, porque vamos a disminuir la barrera de entrada en la compra de un vehículo, y luego vamos a poder “penalizar”, -entre comillas-, que el cliente mantenga el coche demasiado tiempo. Necesitamos un parque más moderno y eficiente.

En las medidas en el ámbito de la cualificación profesional también va a haber fondos destinados y las redes de concesionarios vamos a trabajar junto con el Gobierno para ser destinatarios de esta ayuda y modernizar más, si cabe, nuestra actividad.

Apoyamos totalmente el trabajo de CEOE en cuanto a las medidas de liquidez, agradecemos su apoyo en este plan de estímulo a la demanda, que seguro que va a traer buenas noticias a la economía española y servirá de tracción para el resto de sectores. Necesitamos el apoyo de CEOE para esa movilidad más racional, para ese debate que necesitamos en este país.

Agradecemos también el impulso, -en el que seguro que CEOE nos va a ayudar-, en la digitalización de los procesos de compra y de venta, muy importante en nuestro sector. Y, muy importante, se debe mantener la reforma laboral, pero además sin complejos. Creo que el empresariado español debe eliminar los complejos porque somos los que creamos riqueza, somos los que nos ocupamos y preocupamos por nuestros trabajadores. La reforma laboral no beneficia solo a la empresa, sino que beneficia mucho al trabajador, porque una legislación laboral más flexible permite que el talento se traslade incluso de empresa a empresa, y podamos tener ese talento que necesita la empresa española. Ni el trabajador ni la empresa se pueden acomodar, porque también la empresa perderá el talento si no es capaz de mantener un compromiso con sus trabajadores.

Solo deciros que creo que lo que hemos firmado con el Gobierno el lunes debe ser una buena práctica para el resto de sectores. Desde Faconauto estamos dispuestos a liderar las redes de concesionarios, a generar valor, a que el concesionario se sienta representado, a proteger el empleo y a poner nuestro granito de arena para que este país sea mejor.

Estamos totalmente seguros de que CEOE conseguirá lo mismo que nosotros a nivel nacional y nos ponemos a su disposición, del resto de sectores y de todos los trabajadores de este país, para poder conseguirlo. Muchísimas gracias.