José
Domingo
de
Ampuero
Presidente Viscofan
El mayor fracaso del Gobierno español no ha sido cómo ha gestionado la pandemia, sino la parte preventiva. Un Gobierno no solo tiene que actuar cuando el incendio se produce.
Muchas gracias, Antonio Garamendi, por habernos invitado a este encuentro. Somos una empresa multinacional mediana-pequeña. Primero, déjame dar un mensaje de agradecimiento a todos los empleados del sector agroalimentario, que creo que después de los sanitarios y de las fuerzas de seguridad, son los que han dejado la piel en esta crisis de la COVID. Esto es un recuerdo a todos, porque han pasado sus miedos, sus angustias y sus cosas, y han respondido fantásticamente a las necesidades de los españoles.
Nosotros somos una multinacional y somos líderes mundiales. España tiene muy pocos líderes mundiales de algo y somos líderes mundiales de una cosa no muy importante, como son las envolturas cárnicas, pero que son fundamentales. Tenemos una cuota mundial del 36% y hay muy pocas empresas en el mundo que tengan una cuota tan elevada de algo en el mundo.
Estamos en todo, tenemos veinte fábricas, estamos en trece países y vendemos prácticamente en todo el mundo. Entre los intervinientes anteriores hay varios clientes nuestros, por lo tanto, les voy a tratar con muchísimo respeto, por si acaso se enfadan conmigo. Debo decir que también sus intervenciones han sido brillantes y que me han quitado muchísimas partes de mi intervención, por lo que voy a ser bastante breve.
Una de las cosas que quería decir es que nosotros somos la única empresa del sector agroalimentario que cotizamos en el IBEX, y dada la importancia que, -como muchos de vosotros habéis dicho-, tiene el sector alimentario, la verdad es que nos encontramos un poco solos, por ser de un tamaño medio como el nuestro, ser los únicos que estamos en el IBEX. No quiero decir con eso que estar en el IBEX sea un chollo, creo que es casi más una carga que un beneficio. Pero sí que siendo un sector tan importante en España como el agroalimentario, que exporta tanto y tiene tantos empleados y tanta importancia, sí nos sentimos un poco solitarios en el IBEX.
Nuestros accionistas son accionistas históricos españoles, algunas familias españolas, el Grupo Alba; hay también fondos internacionales y estamos en pura Bolsa, digamos. Yo animaría a algún grupo español, -está ahí Ebro, que está en el mercado continuo, a ver si se anima a unirse a nuestro grupo-.
Estar en el IBEX, tal como he dicho, a veces es una carga, porque nos tratan como si fuéramos Telefónica o los grandes bancos, y somos una empresa mediana y nos exigen casi lo mismo que a las grandes empresas. Pero estamos muy orgullosos de ser los representantes en el IBEX del sector agroalimentario y por eso pelearemos por seguir ahí.
Otra cosa quería comentar, creo que habéis hablado de las grandes líneas políticas y económicas del país, y os quería comentar un poco qué nos ha pasado a nosotros en esta crisis, cómo hemos afrontado la COVID desde Viscofan y qué experiencias hemos añadido.
Nosotros no hemos parado ninguna de las fábricas que tenemos en todo el mundo. Tuvimos la suerte, por llamarlo de alguna manera, de que la epidemia empezó en China y toda la información de las cosas que se estaban haciendo allí y las medidas de seguridad que se estaban tomando en China (mascarillas, medidas de sanidad e higiene), que por ser industria alimentaria nosotros las tenemos ya en un grandísimo nivel, como todas las industrias alimentarias. Nos iban avisando de las cosas que estaban pasando, de los confinamientos, etcétera, con lo cual a medida que la pandemia se nos venía hacia Europa, ya se fueron tomando medidas en Chequia, en Serbia, en Alemania y en España.
Yo diría que el mayor fracaso del Gobierno español no ha sido cómo ha gestionado luego la pandemia, sino la parte preventiva. Un Gobierno no solo tiene que actuar cuando el incendio se produce, sino que tiene una red de embajadores, de gente por todo el mundo, y de empresas que estamos ahí al servicio de España y al servicio de los ciudadanos, para ayudarles.
Y realmente creo que los que estábamos en los primeros frentes de la pandemia podríamos haber avisado de las cosas que podían pasar y de tomar medidas preventivas. Nosotros así lo hicimos, por lo que la pandemia no nos ha parado ninguna fábrica. Hemos funcionado a tope en todas las partes del mundo. En estos momentos todavía estamos pasándolo mal en Estados Unidos, en México y en Brasil, pero ahí seguimos funcionando, con unas medidas muy importantes y, gracias a Dios, en toda nuestra plantilla -que ya llega a 5.000 personas-, solo hemos tenido una persona fallecida por COVID que ya estaba enfermo.
Hemos actuado con muchísima rapidez, con muchísima ayuda de nuestros predecesores y hemos conseguido que nuestros clientes no hayan sufrido la falta de suministros por parte de Viscofan. Sí es verdad que teníamos una situación bastante privilegiada porque teníamos bastantes stocks, que ya los habíamos creado. En calidad, en costes, etcétera, estamos muy bien preparados, no tenemos endeudamiento de ningún tipo, y eso nos ha permitido reaccionar muy rápidamente a los grandes sobrecostos que se han producido por todo el tema sanitario y por todos los otros temas de falta de suministros de materias primas. Como no teníamos problemas financieros y no teníamos problemas de organización, ni problemas de stock, hemos podido reaccionar de forma muy rápida y muy bien, y espero que nuestros clientes con Viscofan hayan estado satisfechos.
¿Ahora qué nos está pasando? Pues que tenemos una incertidumbre enorme de todo lo que pasa día a día, y el problema es que hemos tenido que parar las inversiones, no porque estemos asustados, es que no podemos movilizarnos, y no tenemos medios muy grandes, -porque no somos una empresa tan grande-, para mandar gente ahora a Brasil, a México o a Estados Unidos a hacer las inversiones que teníamos previstas para este ejercicio. Nos es materialmente imposible. Es decir, las inversiones las queremos hacer, no vamos a parar nada, vamos a seguir contratando gente, pero en estos momentos físicamente no lo podemos hacer. Tenemos una falta de movilidad que nos preocupa.
Los resultados están siendo buenos porque, gracias a Dios, la demanda de alimentación, y sobre todo de salchichas, que es nuestro punto más importante en el mundo, ha respondido, porque son productos muy básicos, y eso nos ha permitido no modificar el presupuesto en cuanto a las cuentas de resultado ni el guidance de cómo va el ejercicio. Y aunque los costos nos están subiendo bastante, también como viajamos menos y gastamos menos, con eso compensamos los costos y nos andamos trampeando para hacer un ejercicio creo que bueno.
Como los grandes comentarios ya los han hecho todos mis antecesores, yo tenía tres ideíllas que quería mandaros, un poco distintas, para provocar un poco la polémica y divertirnos. El primer tema que nos preocupa un poco es China. Antes de lo que ha pasado en Pekín, el otro día teníamos una reunión por vídeo con China y ya veíamos a nuestra gente un poco preocupada por China. No había optimismo. No sólo no hay una recuperación en “V”, sino que hasta la propia recuperación en “U” está cuestionada, y esto ya lo veíamos hace ocho o diez días. Con esto que ha saltado en Pekín, nos preocupamos un poco más. Simplemente, para ayudar al resto del sector agroalimentario, con China estamos un poco preocupados. Nos van bien las cosas, pero no nos van tan bien como pensábamos que nos podían ir y que la recuperación iba a ser así.
Luego hay otros dos temas de política, o que afectan a nuestros políticos, que a mí me preocupan. Uno es el tema de las vacaciones. En todo el mundo de los políticos parece que, con estos miles de millones que nos llegan de Europa, de todo el mundo, hay una especie de sentimiento de euforia vacacional, y de “que nos vamos de vacaciones y aquí no pasa nada”, y aquí yo creo que está pasando muchísimo, no solo la parte sanitaria, sino en la parte económica. Creo que el otoño se presenta muy, muy duro. Entonces creo que el Gobierno debe transmitir optimismo y debe transmitir ilusión, pero cuidado, seamos serios. España ha pegado un golpazo tremendo, probablemente de los países más afectados del mundo por el coronavirus, por el tema del turismo y el tema de la industria del automóvil, y tenemos que ser cautos. Creo que los españoles somos bastante responsables, pero si nos animan a no serlo, también se nos va un poco la olla. Entonces, cuidado con el tema de las vacaciones y con el “aquí no ha pasado nada”, porque creo que este año las vacaciones las debe tomar el que pueda y cuando pueda, porque algunas empresas están con el agua al cuello, otras muy mal, etcétera. Yo creo que los autónomos son muy conscientes, porque afecta a su bolsillo directamente, pero las medianas empresas, las grandes empresas, … una entre que cobra el ERTE, el otro, el lío y tal, cuidado, que las cosas no están para bromas. Creo que el mensaje del Gobierno, … cuidado, no lancemos las campanas al aire.
Y el otro tema es el teletrabajo, que también lo quería comentar para decir que creo que el teletrabajo ayuda, pero no puede sustituir al trabajo normal y en las oficinas. Es decir, cuidado con el teletrabajo, porque la gente se acostumbra a no venir al trabajo, se pierde la unidad de los equipos, se pierde el intercambio entre las gentes y creo que un teletrabajo prolongado sería muy, muy peligroso. Y sobre todo con los españoles más, que somos menos disciplinados.
Estos han sido los mensajes que os quería transmitir. Daros las gracias a todos por vuestras intervenciones y que tenéis a Viscofan a vuestra disposición. Muchas gracias a Antonio Garamendi y a todos.