José
Luis
Aguirre
Presidente Ibercaja
Es necesario que, además, se dé confianza a la sociedad y a los ciudadanos en la recuperación de la estabilidad de sus empleos.
Muchas gracias. En primer lugar, queríamos mandar nuestros recuerdos más entrañables a las familias más afectadas por el COVID-19 y nuestro agradecimiento a todas aquellas personas y sectores que han estado en primera línea en la solución de los problemas.
Uno de ellos, evidentemente, ha sido el sector financiero, en el que estamos nosotros. Hemos mantenido abiertas el 95% de las oficinas durante esta pandemia y querría por ello también expresar mi agradecimiento a toda la plantilla de la entidad.
Bien, empezaré, brevemente, intentando encuadrar la crisis actual. Recordamos todos, especialmente el sector financiero, la crisis de 2008, que fue originada por una burbuja financiera, con un endeudamiento exagerado de familias y de empresas. Hoy esa situación es completamente distinta.
Aquella situación provocó una necesidad de rescate a las entidades financieras que fue muy costosa para el país. Hoy, esta crisis es una crisis global, no afecta solo a España, afecta a la mayor parte del mundo, es un parón repentino que no ha tenido una causa económica, sino sanitaria. No se ha destruido ningún sector, como puede ocurrir en una guerra o en las guerras pasadas.
El sector financiero, en esta ocasión, tiene mucha más solvencia, ha aumentado de una manera muy considerable su capital y hoy es parte de la solución necesaria para esta crisis.
Las soluciones inmediatas que se han puesto en práctica han sido muy acertadas. En primer lugar, la decisión del confinamiento social por motivos sanitarios. Fue crucial esta decisión.
En segundo lugar, los apoyos económicos que se han puesto marcha, como han sido las líneas de apoyo a las empresas. Más de 500.000 solicitudes del aval de ICO han tramitado las empresas por hasta casi 100.000 millones, que va a ser el cómputo global.
Ha habido también una moratoria a los particulares, tanto para las hipotecas, en las cuotas hipotecarias, como también para los créditos al consumo. Ha habido los ERTEs de apoyo a las empresas para el cese de la actividad.
Yo creo que la colaboración que ha habido por parte de las entidades financieras se ha puesto de manifiesto a lo largo de esta sesión. Ha sido muy activa y con una gran dosis de proactividad.
Ha sido muy importante también la colaboración del Banco Central Europeo, insuflando liquidez y apoyando las primas de riesgo de los países más afectados mediante la compra de activos de deuda pública.
Ha habido una cierta no relajación, sino un stop en las exigencias regulatorias, porque la pandemia y la crisis necesariamente lo implicaba. Y también ha habido una limitación en el reparto de dividendos, que esperemos que sea temporal también, porque ha significado y está significando un sacrificio para los accionistas de las entidades financieras.
También se materializará un apoyo europeo de gran magnitud, que será fundamental, sobre todo para el medio y largo plazo.
¿Qué nos queda por hacer? Pues de manera inmediata, en mi opinión, dar confianza a la sociedad en que las medidas sanitarias serán efectivas. Bien sea por algo, una vacuna, unos remedios adecuados, y mientras tanto, mientras llega esto, seguridad de que, en caso de que haya un rebrote, habrá la capacidad sanitaria suficiente para poderlo acometer con mayor éxito.
Es necesario que, además, se dé confianza a la sociedad y a los ciudadanos en la recuperación de la estabilidad de sus empleos; que va a ser clara esta recuperación. Hay que transmitir confianza y seguridad, también a los empresarios, de que esto ha sido un parón temporal.
¿Sectores clave a corto plazo para restaurar la confianza? Evidentemente, son el turismo, es el comercio, la hostelería, el automóvil y la cultura.
¿Cómo hay que restaurar esa confianza? Pues, evidentemente, diagnosticando los problemas concretos de cada sector, aplicando las soluciones por pasos sucesivos y, evidentemente, con apoyo público y privado de la financiación necesaria.
Para la transformación económica que se nos avecina es importantísimo el sector turístico. Es importante también la continuidad de un sector alimentario, que tiene una pujanza a nivel europeo importante. Es importante también el sector de la ingeniería. Y todos ellos evidentemente van a seguir siendo sectores de futuro.
Necesitamos que siga siendo un sector de futuro el del automóvil, pero evidentemente este sector requiere una reconversión de su output productivo, en el que la electrificación va a ser un tema fundamental.
En mi opinión, necesitamos recuperar, estratégicamente, la capacidad de decisión en la fabricación de algunos productos que se han mostrado críticos de esta crisis. No solo el coste va a ser el elemento clave de la decisión de dónde producirlo. Hay estrategias también.
¿Y qué podemos hacer para favorecer esta transformación de nuestros sectores críticos? En primer lugar, la formación. Formación flexible, práctica y muy ligada a la empresa.
En segundo lugar, la dimensión de las empresas. Favorecer el crecimiento de las más valiosas y con futuro.
En tercer lugar, la exportación como clave del éxito empresarial.
Yo creo que el sistema financiero debe ser un actor fundamental en la transformación de este proceso. ¿Cómo? Evidentemente, como sabemos hacerlo, que es financiándolo, y es requisito para poder cumplir con ese papel de financiador, tener un sector financiero saneado.
En mi opinión, también será necesario ir manteniendo los avales en aquellas financiaciones que, considerándose cruciales, pueden tener un riesgo que supere la capacidad de asumir riesgos del sistema financiero. Esos avales públicos serán necesarios para la colaboración con el sector financiero privado.
También habrá que preservar la solvencia del sector bancario en un escenario de lenta recuperación y aumento de la morosidad, y para ello, hay que seguir manteniendo al sector bancario con atractivo para el capital inversor y, por tanto, hay que recuperar, entre otras cosas, la capacidad de repartir el dividendo.
También es necesario que este sector bancario tenga una fiscalidad que sea homogénea con la del resto de los países que están supervisados por el Banco Central Europeo, y que las exigencias de capital que se le aplican a la banca española sean homogéneas con las de otros países. A igualdad de estructura de crédito y de volumen, igualdad de exigencia de capital dentro de Europa. Hoy España está relativamente penalizada en esta situación y hay que corregirlo.
Finalmente, desde mi punto de vista, también hay que defender la pluralidad bancaria. Debe haber entidades grandes, globales a nivel mundial, como las tenemos, importantísimas a nivel nacional, y también entidades plurirregionales, como es el caso de la entidad que yo represento, que están muy próximas al territorio y creo que somos parte de la solución.
Esto es todo por mi parte. Muchas gracias.

Apertura Sector financiero Energía y sostenibilidad Operadoras del sistema

Juan Roig

Carlos Torres Vila

Jordi Gual

José Ignacio Goirigolzarri

Josep Oliú

José Luis Aguirre

José Manuel Entrecanales

José Bogas

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Francisco Reynés

Miguel Antoñanzas

Antonio Llardén
