Marcos
Basante
Presidente ASTIC
El transporte por carretera ha garantizado durante estos meses críticos actividad industrial, la actividad hospitalaria y el abastecimiento de los hogares de toda España.
En primer lugar, felicitar a CEOE, a su presidente por la iniciativa y a todo el equipo que te acompaña. Estas cosas se piensan fácil, pero hacerlas es bastante difícil. Bueno, como han dicho anteriormente las personas que han intervenido antes que yo, me gustaría hacer un reconocimiento expreso para todas las personas que han fallecido a lo largo de estos meses y para sus familiares y, por supuesto, para los más de 48.000 personas de nuestro sector que se han visto afectadas por la pandemia, por la enfermedad, y algunos de ellos incluso en nuestra organización, hemos tenido a lo largo de estos meses dos fallecimientos y nos acordarnos de ellos.
La primera novedad que quiero señalar es que esta crisis sanitaria ha supuesto para nuestro sector, para nuestra actividad, que el transporte de mercancías por carretera ha tomado una autoridad que el sector venía demandando desde hace muchos años, pero que por desgracia ha sido en esta ocasión cuando de verdad se ha visto nuestra relevancia, el desarrollo de nuestra actividad y la importancia esencial que tenemos dentro de la economía.
Son tiempos de globalización, pero la verdad es que millones de personas a lo largo de este tiempo han reparado en ello. Quizás sea un deseo más que una realidad, pero creo que se ha dado un gran paso para que esa invisibilidad sea más visible y, desde luego, desde el sector esperamos que en los próximos meses no seamos un punto y aparte, sino que seamos un punto y seguido.
El transporte por carretera ha garantizado durante estos meses críticos, con ese 24/7 que ya se han nombrado aquí, la actividad industrial, la actividad hospitalaria y el abastecimiento de los hogares de toda España. La verdad es que hemos tenido unos meses con incremento de demanda que diríamos “descomunal”, hemos tenido que sufrir aumentos de más de un 50% de la demanda, con lo cual nuestros conductores, principalmente, y nuestros equipos de gestión detrás, han hecho una labor ímproba por sacar las cosas adelante.
Nuestro sector en España está conformado por más de 102.000 empresas, de las cuales el 80% tienen menos de cinco vehículos, este es un gran hándicap de nuestro sector y, además, tenemos el doble de empresas que tiene Alemania, por ejemplo, con el doble de población y con un PIB tres veces superior al nuestro.
En España, todos los años se realizan 200 millones de operaciones de transporte y la inmensa mayoría se realizan en recorridos de más de 300 kilómetros. El valor añadido bruto del sector supera el 2,4% del total y damos un empleo de forma directa e indirecta a cerca de 800.000 personas. Somos la segunda flota en transporte europeo internacional y somos el tercer país en movimiento toneladas-kilómetro, con lo cual esto nos da una gran dimensión con un país de 47 millones de habitantes. El 80% de esas exportaciones y bienes viajan hacia Europa en camión y dos tercios de las exportaciones de bienes de nuestro país se realizan por este medio.
Entonces, ¿cuáles son las medidas que proponemos desde ASTIC para potenciar al máximo el papel del transporte de mercancías por carretera, en la recuperación de nuestra economía y de cara a fortalecer el sector como generador de riqueza y creador de empleo que deberíamos poner en valor en el próximo futuro?
Primero, crear un marco normativo de crecimiento empresarial, ya se ha dicho anteriormente: si no tenemos empresas, no tenemos empleo; si no tenemos empleo, no tenemos sociedad; si no tenemos sociedad, no tenemos autoestima y todo se viene abajo. Entonces, lo primero que tenemos que exigir al Gobierno es crear un marco normativo en el cual se desarrolle la creación de las empresas, en el cual nos doten de unos instrumentos legislativos que no sean complicados, que no sean complejos, en el cual se favorezca la automatización de los procesos burocráticos, la comunicación, la monitorización transparente…
Entre los integrantes de la cadena de transporte, estamos demandando la digitalización de documentos que nos sirvan para ser más transparentes desde el origen hasta el destino a todos los intervinientes de la cadena de valor. También, creemos que tenemos que darle importancia a la carencia que hemos visto durante estos meses de infraestructuras para que nuestros conductores puedan desarrollar su actividad. Hay una falta de áreas de descanso.
La prevención de riesgos laborales ha brillado por su ausencia en lo que han sido las infraestructuras para que nuestra gente pueda tener seguridad y sanidad en el desarrollo de su trabajo. Simplemente, ha habido gente que no se ha podido duchar y que ha pasado hambre, trabajando en silencio, con mucha profesionalidad y creemos que esto en el futuro tiene que cambiar.
Hay unos “parkings” de viabilidad invernal que están, por así decirlo, abandonados, y que se utilizan esporádicamente unas dos o tres veces al año. Creemos que esa puede ser una piedra de toque para el futuro y que el Estado debería de invertir en ellos, porque no estamos exentos de que esta pandemia sanitaria vuelva y que sigamos teniendo esa carencia en medios de seguridad en general.
Cuando alguien obtiene un carnet de conducir que, por cierto, es más caro que estudiar una carrera en la universidad, entre las materias tratadas no están la manipulación de la carga y descarga de la mercancía ni la manipulación de los palets, pero sí está la conducción económica con seguridad y yo creo que esto no debe ser algo ajeno al futuro más cercano y que, además, los informes de responsabilidad social corporativa de nuestros clientes lo permitan.
Vemos grandes empresas en las cuales hay un parking con una campa llena de barro y con muchísimos sacos sin unas necesidades mínimas para que los trabajadores puedan desarrollar sus servicios de aseo básicos. Necesitamos un plan de enfermedades específicas del sector que hemos demandado a lo largo de muchos años, décadas, diría yo, que recojan nuestra problemática y que sirva para eliminar los vacíos que hay en este sentido.
Necesitamos que se analicen nuestras cuotas a la Seguridad Social. Hoy, con el sector de la minería casi desapareciendo, tenemos las cotizaciones a la Seguridad Social más altas de todo el sistema laboral de España, que son cerca de un 40%. Es una penalización a la mano de obra de cerca de un 40%, cosa que es un disparate.
También, a nivel de empleo, como el presidente de ALSA ha nombrado, creemos que en un país con tres millones de habitantes, tenemos que facilitar que la gente joven, que la gente que está en paro, tenga acceso a una profesión. Creemos que habría que hacer un plan de empleo en el Servicio Estatal de Empleo para fomentar que la gente que esté en paro pueda obtener la licencia de conducir y el Certificado Aptitud Profesional, porque no es lógico que en un país donde hay tantos millones de parados, nosotros tengamos escasez de mano de obra y no podamos cubrir nuestras necesidades.
En el transporte de mercancías tenemos un mal endémico, tenemos 52 convenios provinciales, los cuales nos crean una competencia desleal y un “dumping” social que muchas veces vamos demandando nosotros como asociación en Europa y algún país europeo nos contesta: “Es que viene usted demandando armonización europea cuando usted tiene 52 convenios con distorsiones entre provincias limítrofes de cerca de un 30% de coste”.
Y también creemos que hay temas importantes que son del día a día y que nos afectan y conllevan muchísimas pérdidas, como es la burocracia. ¿Ustedes saben lo que cuesta matricular un camión? ¿Obtener una tarjeta de transportes, cedidas las competencias a las comunidades autónomas, cada una con una forma distinta de interpretar? ¿Obtener un permiso de transporte especial? ¿Obtener la licencia para reparto urbano? ¿Solicitar un certificado de desplazamiento de trabajador cuando van nuestros conductores a Europa? Se convierte en una labor de heroísmo, de ineficiencia y, por qué no decirlo, hasta un calvario. Hay una ley de digitalización de la economía que debe ser una realidad, empezando por las Administraciones públicas, y ésta se debe, obligatoriamente, de implementar y desarrollar.
Hablando de temas fiscales, un transporte y una logística capaz de conectar la demanda en los centros productivos, dentro y fuera del territorio nacional, es vital para el despegue económico que estamos demandando ahora mismo a la sociedad y a la economía. Cohesionamos los territorios potenciando la conectividad del comercio, la industria y las exportaciones. Nuestro sector se vio, hace unos años, afectado por temas como un impuesto ilegal, que fue el céntimo sanitario, y creemos que la Administración no tiene que ser un elemento que esté en contra del empresariado, sino que al final la Administración lo que tiene que hacer es favorecer que las empresas crezcan y se desarrollen.
Lo mismo sucede también con algunas administraciones públicas, las cuales ya se han nombrado anteriormente, que implantan peajes, aunque, con el paso del tiempo y tras dos sentencias en contra, se siguen arrogando su representatividad para seguirlos implantando sin tener la más mínima intención de dialogar. También, me gustaría hablar de que creemos que el transporte necesita una fiscalidad especial vía impuestos para la reconversión del sector en medidas medioambientales y, también, para poder asumir esta pandemia y esta crisis que estamos teniendo con este descenso de actividad. Unos créditos blandos a largo plazo nos pueden servir de apoyo para que nuestras empresas no sigan pasándolo mal.
Restricciones a la circulación de vehículos pesados que arbitrariamente se hacen por administraciones públicas, creemos que también deben de ser tomadas en consideración en los próximos meses y no ser tan arbitrarias en su en su implementación. Y, por encima de todo, crear una Ley de Contrato de Transportes que desarrolle un contrato nuevo en el que las relaciones con los clientes sean “face to face”, un “win to win”, y que no tengamos que estar siempre luchando por temas como la carga-descarga, los tiempos de espera, las paralizaciones, los plazos de pago y la responsabilidad sobre la mercancía.
Para terminar, y ya tocando los dos últimos puntos, me gustaría hablar también de transición ecológica. En este tiempo, todo el mundo habla de transición ecológica, nuestro sector, el sector de mercancías de larga distancia, no tiene una alternativa al combustible fósil, al gasóleo, y todo el mundo está poniendo pegas, y no es cuestión de poner pegas, es cuestión de mirar hacia el futuro, de afrontar un calendario y de ver cuáles son las posibilidades reales de crear una red de abastecimiento de combustibles alternativos a los fósiles y que puedan ser desarrolladas e implementadas. No vemos este escenario a corto plazo, todo el mundo habla y opina, pero desde luego creemos que debemos tener voz y voto.
Ayer, en el pacto que firmó el presidente del Gobierno con el sector de automoción, se implementaron dos medidas que eran las 44 toneladas y los 4 metros y medio de altura para que nuestros camiones, a partir de 2021, puedan llevar más mercancía y más altura. Nosotros desde aquí decimos que esto es algo que no ha sido consensuado con el sector, que deja muchísimas lagunas técnicas y de responsabilidad sobre los empresarios acerca de en qué se sustenta esto técnicamente y que, desde luego, estamos abiertos a dialogar, pero no a tener imposiciones sin haber tenido voz y voto.
Y, por último, el anterior interviniente, Juan Pablo Lázaro, ha hecho una mención especial a que nosotros creemos que tenemos una oportunidad histórica en España de cambiar un concepto que es: el transporte como el servicio, al transporte como industria. En estos momentos, la crisis económica necesita que hagamos un cambio de paradigma y que, en el próximo futuro en nuestro país, como antes se mencionaba, podamos desarrollar una plataforma logística mundial.
Somos, por nuestra situación geográfica, un punto de conexión norte-sur y este-oeste y desde aquí, además está Alejando Aznar de ANAVE, nosotros nos ponemos a disposición y creemos que CEOE sería un elemento que podría capitanear este nuevo proyecto que, además, nos daría a la economía española un punto de inflexión y crearíamos cientos de miles de empleos.
Y, para finalizar, como regla general no dejaré de señalar que es mucho más efectivo y económico, de cara a la salida de la crisis, mantener el tejido empresarial existente que tenemos estos momentos, que esperar a reconstruirlo después de haber tenido una crisis. Con lo cual, como decía Luis Aragonés en aquella charla histórica antes de la final de la Eurocopa, “chicos nos ha llegado el momento”, pues al transporte de mercancías le ha llegado el momento. Desde hace años, ya nos hemos quitado el estigma de ser un sector embrutecido, contamos con fundaciones, con foros de pensamiento que nos ayudan a realizar estudios sobre infraestructuras, movilidad, balances económicos, sociales y fiscales, y queremos y demandamos estar presentes en los foros donde se toman decisiones. Es algo fundamental para el sector y para la economía.
En la anterior crisis de 2007, los sectores económicos y productivos de nuestro país tuvieron una reconversión brutal, más de 140.000 empresas comenzaron a exportar y dejaron el mercado doméstico como su única fuente de ingresos. El transporte de mercancías por carretera ayudó a ello y, simplemente decirles para terminar, que cientos de miles de empresarios a los que en este momento me arrogo su representatividad con su arrojo y capacidad de seguir emprendiendo, lo hicieron, lo hacen todos los días y no tengan la menor duda de que lo haremos, seguiremos trabajando día y noche para que nuestro país salga adelante. Muchas gracias.