Miguel
Garrido
Presidente CEIM Madrid
Hay que rebajar los costes laborales. Tenemos las cotizaciones más altas de Europa, cuando el principal problema que tiene España es el desempleo, y eso no se puede entender.
Muchas gracias, Antonio Garamendi. Muchas gracias a todos. Buenos días. Comienzo teniendo un recuerdo para todos los fallecidos, para sus familiares y también para los empresarios, los autónomos, que han perdido su actividad durante estos meses, y tantos trabajadores, también, que han perdido su empleo. Para todos ellos, creo que merece la pena que nos pongamos a trabajar todos para intentar sacar adelante el país de la crisis en la que nos encontramos.
Estamos en Madrid, donde la pandemia ha azotado con mayor virulencia a nuestro sistema sanitario, a las personas y también, por supuesto, a las empresas. Aquí llegó primero la crisis, la pandemia. Aquí se ha producido con mayor intensidad, con mayor profundidad y, probablemente, de aquí salgamos más tarde que el resto de España. Y no por nada especial (creo que Madrid cuenta con un sistema sanitario público y privado ejemplar; que se tomaron las decisiones antes que en el resto de España; se anticipó lo que luego vino a hacer el resto), sino simplemente porque la idiosincrasia de Madrid, su conectividad, etcétera, hace que tenga más exposición al riesgo.
Y creo que en esta pandemia ha habido muchas cosas que no se han hecho bien. Se vio venir tarde; se evaluaron mal tanto las previsiones sanitarias como las económicas; se minusvaloró la gravedad de la situación; se retrasaron las decisiones y eso hizo que después hubieran de tomarse con mayor dramatismo y que ello supusiera una mayor dificultad en las empresas españolas para salir de esta situación. Se cometieron muchos errores, hubo decisiones equivocadas, erráticas, cambiantes y, en algunos casos, contraproducentes, en buena medida porque no se contó con el asesoramiento, con la opinión, precisamente de los que saben, que es algo que a mí me cuesta creer.
No estamos aquí para hacer ningún reproche, pero sí es bueno tenerlo en cuenta porque, por un lado, la amenaza sanitaria sigue latente, la enfermedad sigue allí, no se ha ido del todo y, desde luego, en la crisis económica estamos todavía en el inicio de lo que va a suponer. Todos tenemos que tener acuerdo, -aunque alguna vez no parece que todos lo sepamos-, en que la verdadera prioridad que tenemos es el empleo. El empleo es lo que nos puede, nos debe proteger. La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, en la primera jornada del primer día de la cumbre, ya dijo que toda medida que pusieran en marcha las Administraciones debía previamente responder a una pregunta y es si su puesta en marcha supondría una contribución a sostener o a crear puestos de trabajo. Y en caso de que la respuesta no fuera afirmativa, esa medida debería ser eliminada o sustituida..
Es importante, porque es verdad que es una situación extraordinaria y hay que proteger a las personas, desde luego; pero en la disyuntiva entre los subsidios o el empleo, un subsidio al final lo que hace es aliviar una situación, pero no la soluciona, mientras que mediante el empleo se está aliviando esa situación, se le está otorgando una renta a la persona, pero además se le está dando una proyección, tanto personal como profesional y, además, se está contribuyendo a generar riqueza para los demás.
¿Y qué se necesita para el empleo? Ayudar a las empresas. Yo, -que siempre me habéis oído que soy liberal-, creo que en unas circunstancias como estas, donde el mercado ha sido eliminado, hay que intervenir para sacar adelante a muchas empresas que están en una situación de auténtico shock.
¿Qué necesitan las empresas? En primer lugar, flexibilidad, como es natural y, sobre todo, flexibilidad laboral. Es decir, cuando el mercado desaparece o cuando la caída de la actividad es brutal, lo primero que hay que hacer es ayudar a las empresas a que adecuen su estructura de gastos a la realidad de la actividad que tienen, y eso pasa por los ERTE.
Los ERTE son una medida estupenda, una herramienta estupenda, pero está viciada porque hay una cláusula de mantenimiento de empleo seis meses después de finalizar la alerta que todos sabemos que es de imposible cumplimiento. A final de año,
las empresas no van a tener la actividad que justifique que tengan el cien por cien de las plantillas y, como esto no se rectifique, va a suponer dentro de seis meses un drama para muchas empresas.
También hay que rebajar los costes laborales. Tenemos las cotizaciones más altas de Europa, cuando el principal problema que tiene España es el desempleo, y eso no se puede entender. Debemos tener un marco fiscal incentivador de la actividad, no solo moratorias como hasta ahora. Es verdad que hace unas semanas en el automóvil sí ha habido ya ayudas fiscales, que es lo que se tiene que extender también para otros colectivos.
Y hay que mejorar la recaudación, vía luchar contra el fraude, contra la economía sumergida, y no incrementando la presión fiscal a las empresas, que tendría un efecto contrario. La liquidez: se ha hecho mucho en el ICO, pero ¿alguien piensa que en el año 2021, cuando las empresas tengan que empezar a devolver los créditos del ICO, van a generar suficiente actividad para, por un lado equilibrar su cuenta de resultados y, además, generar recursos para devolver lo que les han prestado? Creo que hay que tener en cuenta esa realidad y hay que seguir apoyando vía líquida y hay que luchar contra la morosidad.
Los fondos europeos, que son necesarios, se tienen que utilizar bien para reconstruir y fortalecer el tejido empresarial, que ha sido el que más se ha dañado, y para transformar a las empresas y aumentar su tamaño. Y por último, la certidumbre y seguridad jurídica: pretensiones de derogar, unilateralmente además, la reforma laboral; tentaciones intervencionistas, nacionalizadoras, creo que es lo contrario de lo que se necesita.
Son tiempos recios los que vienen por delante. El final de año y el principio de 2021 van a ser muy duros, seamos conscientes de ello. Y el principal escudo social es el empleo. Tenemos que escuchar más a los empresarios, por eso esta cumbre es tan importante. Y hay que escuchar más a las personas que, efectivamente, tienen altura de miras, a los propios técnicos, como el gobernador del Banco de España, y menos a propagandistas con enorme carga ideológica que buscan más cambiar un modelo económico que sacarnos de esta situación. Solo de esa manera podremos salir victoriosos de esta situación.
Muchas gracias.

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