Paulo
Soares
CEO Campofrío
El liderazgo es absolutamente fundamental en un ambiente de incertidumbre, que es lo que tenemos hoy.
Buenos días. Somos una compañía que está acostumbrada a vivir bajo crisis. Ya han pasado casi seis años desde que tuvimos el incendio en nuestra fábrica buque, nuestra fábrica bandera en España, la más importante; la que hacía la mitad de nuestro negocio. Y la verdad es que esa crisis nos ayudó, nos ayudó a juntarnos como equipo, toda la estructura de la empresa, a remontar y a poder llegar hoy más fuertes de lo que estábamos antes de que pasara el incendio. Y esta crisis otra vez nos da esa oportunidad, como os voy a explicar.
Pero antes, agradecerte, Antonio Garamendi, y a CEOE, por la organización de esta cumbre. Es un placer y un honor ser parte integrante. Estamos todos viviendo, como sociedad, el momento más retador de las últimas décadas, y creo que nos cabe a nosotros, como empresarios, como profesionales, como individuos, liderar la remontada de la que estamos hablando aquí, y no va a ser fácil. Y, desde luego, trabajando todos juntos, es el sector privado quien tiene que liderar todo esto, pero también de la mano del sector público, que tendrá que ayudar a dar la vuelta a la situación.
Hablando del sector agroalimentario, del que orgullosamente somos parte, antes que nada, es un lujo poder estar aquí con compañeros de tan grandes empresas y con tantas cosas hechas por España y por el mundo en los últimos años. El sector alimentario, -como hemos visto ya y hemos compartido algunos datos-, es un sector absolutamente esencial en España, y la verdad es que fue un sector esencial durante toda esta crisis y ha dado una gran respuesta. Creo que ha estado a la altura de lo que se pedía, trabajando integrado en una cadena, desde sus proveedores, a través de los distribuidores y llegando a todos los consumidores y ciudadanos. No han faltado alimentos en la mesa de los españoles durante toda esta crisis.
¿Qué retos nos ha generado la pandemia? Creo que ahora mismo, llegados hasta aquí, tenemos tres retos fundamentales que arreglar. El primero, el sanitario, obviamente. Todos esperamos que tengamos una vacuna en los próximos meses para que se pueda atender esa parte y luego tratar de las demás, que son todo el impacto social que ha traído esta crisis, con todas sus transformaciones, y la que está empezando ahora mismo, que es la parte económica.
Toda la crisis ha traído, y está trayendo, un gran impacto en la economía. Hay sectores críticos de nuestra sociedad que están muy impactados, como son el turismo, el ocio, la hostelería, entre muchos otros. España va a ser, -como dicen las estadísticas y las entidades-, el país con el impacto más grande en el PIB y a nivel de paro. Eso, obviamente, nos genera un reto y una necesidad muy grande.
Y lo que decía de la prioridad social, hay cambios sociales también muy importantes, transformacionales, en nuestra sociedad: desde luego, esta hipocondría social que la emergencia sanitaria nos está generando; la digitalización, que ya ha empezado, desgraciadamente a lo mejor no empujada por nosotros, más bien empujada por la crisis, que nos llevó a todos estos fenómenos del teletrabajo y todo lo que estamos viviendo ahora mismo; esa dicotomía entre dentro y fuera del hogar, cómo va a quedar esto de cara al futuro; toda la emergencia de lo local cada vez es más relevante, todos los fenómenos asociados a cercanía y a proximidad; y, finalmente para nosotros, qué es lo que se pide y cuál es la transformación que genera esta crisis para la alimentación; pues desde luego que sea más segura y saludable, con nuevos formatos, por supuesto.
¿Qué aprendizajes hemos sacado nosotros, desde Campofrío, con esta crisis? Pues el primero de todos, liderazgo, pues en estos momentos, -y eso ya lo habíamos vivido hace 6 años, cuando el incendio-, el liderazgo es absolutamente fundamental en un ambiente de incertidumbre, que es lo que tenemos hoy. Generar estabilidad en la organización, definir un camino es algo muy importante, y que tiene que ver y tiene que venir de todos los niveles de la organización, que no sea solo de nuestra posición, pues a todos los niveles, esto tiene que pasar. Luego, mucha coordinación, trabajar juntos como equipo, coger las mejores prácticas, y esto es lo que estamos pidiendo también a la Administración, para que podamos ser capaces todos juntos, aportando el valor que cada uno tiene, de mejorar y dar la vuelta lo más rápido posible a toda esta situación.
Hablando de rapidez, la agilidad es absolutamente fundamental, crítica para la toma de muchas decisiones, que vamos a tener y que estamos tomando con poco tiempo, con poca información y en un contexto muy incierto.
Luego, la comunicación es fundamental. Creo que ha funcionado bien en muchas situaciones, y en otras no tanto, pero la comunicación, tanto a nivel interno como externo, implicar, motivar, generar vínculos entre las personas, es crítico para el éxito de todo este proceso.
Y otro punto, que para nosotros fue fundamental, la colaboración. La colaboración a lo largo de la cadena fue y está siendo crítica, algo distinto de lo que pasó desde que tuvimos la última crisis. Todos os acordáis de 2008 – 2009. A lo mejor la forma como estamos asumiendo la gestión de la crisis hoy es distinta a lo que pasó hace 10 – 12 años, y la colaboración entre todas las entidades, nosotros donde estamos en la cadena, con nuestros proveedores, con nuestros clientes, es absolutamente crítica.
Otro punto, la solidaridad, pues al final somos parte integrante de una sociedad. Pertenecemos a comunidades y hay colectivos que están sufriendo mucho. Yo creo que cabe también, a nosotros como grandes empresas, ayudar en todo este proceso.
Y finalmente, qué es lo que sale de una crisis, -y nosotros tenemos un máster en esta situación-, al final es una oportunidad para aprovechar el cambio y salir más fuertes. ¿Qué oportunidades vemos ahora mismo? Yo identificaría cinco bloques en este proceso. Primero, la transformación, aprovechar las nuevas tendencias que he comentado que van a entrar después de esta crisis; implementar todos los cambios necesarios en nuestras compañías para poder avanzar; nuevas tendencias en la forma de trabajar; acudir a las necesidades de los trabajadores, a las demandas de los consumidores en la sociedad; y un claro uso de todos los aparatos digitales, de toda la digitalización, y acelerar su implementación en múltiples aspectos de nuestra sociedad (todo el teletrabajo, todo el fomento de la compra online, va a ser absolutamente fundamental y un gran paso se va a dar en los próximos años), y que esto sea, sin duda, un motor de mejora de competitividad y de calidad de vida para todos nuestros ciudadanos.
A partir de aquí, un segundo punto que tiene que ver con el comportamiento humano, relacionado obviamente con la transformación digital que acabo de mencionar, pero no solo eso. Básicamente, para poder mejorar una empresa hay que empezar por entender el comportamiento humano, cómo nuestra gente va evolucionando, y quitar el foco solo de la parte tecnológica, de la parte digital, y dedicar más a lo humano.
En momentos como estos, en la nueva normalidad, con comportamientos de la gente que van cambiando y con algunos valores que van entrando, las empresas españolas tenemos que acompañar esa transformación digital con una transformación de cultura en nuestras organizaciones, que es lo más importante. Y es este alineamiento de tecnología con la parte cultural lo que creo que nos llevará a ganancias de productividad, a más eficiencias y, al final, a motivar a nuestra gente, a retener el personal y a tener una menor rotación en nuestras organizaciones.
Tercer punto, la innovación, absolutamente crítico. Aquí, el Gobierno obviamente debe apoyar toda la innovación y toda la investigación de mercado, antes que nada, por un tema de competitividad, para que España pueda competir en los mercados internacionales de la mejor forma posible, para que las compañías podamos desarrollar productos mejores; para la sostenibilidad de nuestro planeta y nuestro ambiente.
En el caso de la industria alimentaria, es necesario profundizar en todo aquello que apoye los estilos de vida saludable, y también ayudarnos a profundizar en una alimentación sostenible. Como sabéis, la estrategia europea tiene un marco, que es from farm to fork, para los próximos años. Y esto es a lo que tenemos que dedicar nuestras inversiones y nuestra innovación para poder dar un salto en esta área.
Un cuarto punto muy importante, obviamente, el del empleo, que ahora mismo es la gran preocupación del Gobierno y de las empresas. Aquí, necesitamos de políticas públicas que permitan no solo mantener el empleo, sino también ayudar a que el empleo sea un motor de la transformación. El sector de alimentación, como hemos visto, fue uno de los sectores esenciales durante la pandemia, y no hemos parado la producción, con importantes medidas de seguridad para los empleados a largo de toda la cadena de suministro. El empleo se ha mantenido, pero debemos conseguir que las medidas para la reconstrucción que se implanten ayuden a fortalecerlo y a adaptarlo a las nuevas necesidades que vamos viendo en la sociedad.
Y finalmente, como último punto de toda esta transformación, ya para la parte económica, que es la prioridad que vamos a tener en los próximos meses, o quizás años: la parte de fiscalidad y de seguridad jurídica. Esto es absolutamente fundamental para poder afrontar el futuro con certidumbre en un escenario claro, con incentivos muy específicos para la recuperación y un claro marco jurídico, para que las empresas estén tranquilas implementando sus medidas.
Que las líneas políticas que han sido anunciadas por el Gobierno, que por una parte promueven recursos económicos extraordinarios, se implementen para dinamizar la economía con fondos europeos. Es una muy buena noticia, es muy positivo. Pero ahora mismo lo que hay que hacer es asegurar los mecanismos para que esos fondos lleguen de una forma eficaz a toda la cadena de valor de los sectores claves, entre ellos, obviamente, el agroalimentario.
Como mensaje final, ya como grandes marcas que somos las que estamos aquí, representando a grandes compañías, ¿cuál es nuestra prioridad? Básicamente la prioridad, -y creo que el Gobierno también tiene que ayudar-, que las marcas existen, que son las que dan confianza y demuestran preocupación social, podamos liderar todo este proceso. ¿Por qué? ¿Quiénes son los propietarios de las marcas? Pues básicamente los consumidores, nuestros ciudadanos.
Lo que tenemos que hacer es buscar las soluciones, para que, con nuevos productos y servicios podamos cumplir el rol social al que nos destinamos, que es básicamente el propósito de nuestra existencia, aportar valor añadido a la sociedad, a todo lo que hacemos, a todos nuestros productos, a todos nuestros servicios, con mucha flexibilidad, mucha capacidad de adaptación, y todo bajo una capa de responsabilidad social, acudiendo a la sostenibilidad y a la solidaridad.
Básicamente este es nuestro mensaje, este es nuestro objeto, es el compromiso de nuestra compañía, y que esto sea un mensaje de ánimo a todos los españoles para la reconstrucción que, más que nunca, lo vamos a necesitar ahora mismo. Muchas gracias a todos.