Pedro
Campo
Presidente CEC
En este nuevo escenario, la especialización, la innovación, la orientación a las necesidades de los consumidores y las nuevas tecnologías juegan un papel fundamental.
Muchas gracias, Antonio Garamendi. Muy buenos días a todos y a todas. Y en primer lugar, no puedo más que sumarme en felicitar a CEOE, a Antonio Garamendi, por esta cumbre. Es la primera vez y realmente por aquí han pasado, y van a pasar, prácticamente todos los colectivos a nivel empresarial de este país. No quiero pasar esta oportunidad pública para agradecerte en primera persona, y en lo que represento, por el significado que has dado a la distribución comercial desde que estás en la presidencia. Debo reconocerlo, por la constitución del C4, -la Comisión de Competitividad, Comercio y Consumo-; por cierto, elegiste a la persona adecuada para presidirlo, Antonio Germán, que está haciendo una labor extraordinaria tirando del carro. Y en esa línea, como Confederación Española de Comercio, agradecerte especialmente el apoyo que estas prestando a este colectivo, que representa a 450.000 comerciantes en España. Muchísimas gracias y espero que sigamos en esta línea.
Me gustaría hacer una exposición descriptiva del sector y su relevancia en la economía española. En los indicadores y características del sector en España, es un sector estratégico para la economía española, no solo por la dimensión y el empleo que genera, sino porque en él se están manifestando los grandes cambios que están sucediendo en la economía global. De hecho, el comercio es un sector en continua transformación.
En este nuevo escenario, la especialización, la innovación, la orientación a las necesidades de los consumidores y las nuevas tecnologías juegan un papel fundamental, condicionando su capacidad de supervivencia en crecimiento en el medio y en el largo plazo. Uno de los aspectos más relevantes del comercio es su dimensión social y vertebradora del territorio, aspecto tan importante como el económico, y que merecería un estudio específico.
En una comparativa con Europa y, por lo tanto, de nuestro modelo comercial frente al resto de países que conforman la Unión Europea, señalaríamos que el comercio español se caracteriza por estar más atomizado que su homólogo europeo.
Por lo tanto, el papel del pequeño comercio sigue siendo muy relevante. Las empresas de comercio se caracterizan por presentar una dimensión reducida. Ello se debe fundamentalmente a la necesidad de que exista cercanía entre las empresas y los consumidores y las consumidoras.
El tamaño de las empresas españolas cuya actividad es el comercio es significativamente inferior al del conjunto de la Unión Europea, siendo esta diferencia todavía más acusada si se compara con el ‘grupo de los cuatro’: Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. En concreto, el promedio se sitúa en cuatro personas ocupadas por empresa en el comercio español, igual que el sector servicios en su conjunto, con un porcentaje de autónomos que casi alcanza el 12%, frente a una media del 9,3% en la Europa de los 28 y del 7,2% en la de los cuatro.
Además, las empresas con menos de 10 trabajadores representan el 44,6% del total en España, frente al 29,1% en la Europa de los cuatro y al 34,1% en la de los 28. Estos resultados ofrecen una idea del elevado grado de atomización del sector comercio en nuestro país, un factor que también podría explicarse parcialmente por la importancia del turismo en la economía española y su efecto arrastre en el sector minorista. Este es el modelo comercial de nuestro país.
En cuanto al empleo, el comercio es el principal sector de la economía en términos de empleo. Según la afiliación a la Seguridad Social, supone aproximadamente el 17% del total de afiliados, con un 77,5% de contratos indefinidos, lo que supone el 2,3% superior a la media de la economía.
El empleo por cuenta propia tiene mayor peso en el comercio en términos relativos que en el conjunto de la economía. En 2018 el 23,8% de los ocupados en este sector lo era por cuenta propia, -cifra que llegó a ser del 30% en 2013-, frente al 16% en el conjunto de la economía. Además, el 7,8% de los ocupados en el comercio son empleadores, y el 15,2% son empresarios sin asalariados o trabajadores independientes.
El comercio se caracteriza por ofrecer una estabilidad laboral mayor que la economía en su conjunto, y esta es una tendencia que se repite en los últimos 10 años. Por edad, es un sector donde la plantilla es relativamente más joven que en el resto del conjunto de la economía. Otra variable para tener en consideración es el efecto arrastre del sector, un efecto arrastre que es muy relevante y muy variado, destacando los efectos indirectos que genera sobre sectores tan heterogéneos como son el energético, la construcción, transporte terrestre, servicios financieros, actividades inmobiliarias, etcétera.
A continuación, pasaría a exponerles también brevemente unas perspectivas para la desescalada y la llamada ‘nueva normalidad’. Entendemos que se hacen necesarias campañas de concienciación en grandes medios. La sociedad debe tomar conciencia de la contribución de nuestro sector en la economía y en el estado del bienestar de España.
Igualmente se hacen necesarias campañas de reactivación de la demanda y el consumo en el comercio urbano y de proximidad.
Es imprescindible abordar un plan económico y de políticas concretas para el sector del comercio, en estrecha colaboración con las organizaciones empresariales más representativas del sector, favoreciendo el consenso y no en una lucha basada en los formatos o la dimensión empresarial.
Desde la CEC consideramos, en base a nuestra trayectoria y al reconocimiento que la propia Constitución Española hace en referencia a las asociaciones empresariales respecto de la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales que les son propios, que nuestra participación en la toma de decisiones que afectan al sector debe ser fundamental.
A continuación, les paso unas propuestas de distintos órdenes que hemos preparado. De índole fiscal, pediríamos un conjunto de medidas de apoyo fiscal y financiero que garanticen la liquidez de las empresas, empresarios y pequeñas y medianas empresas y sectores afectados, para hacer frente a las obligaciones, sin necesidad de aportar garantías ni que se devenguen intereses de demora, y facilitar la deducibilidad de los gastos ocasionados por los EPIs y las donaciones solidarias.
Un tratamiento fiscal y garantía del consumidor del comercio electrónico. Entendemos que es necesario garantizar las mismas normas de funcionamiento para todos los operadores del comercio, con independencia de que el canal sea de venta off u online.
En el marco laboral, para asegurar la sostenibilidad de las empresas y mantener el mayor empleo posible a la salida de la crisis; posibilitar la prórroga de los ERTEs en función de la evolución y fases del desconfinamiento, con criterios objetivos. Y aquí también quiero hacer un aparte, Antonio Garamendi, para agradeceros la labor que estáis haciendo en el tema de los ERTEs; somos conscientes de lo duras que están siendo las negociaciones, pero para nosotros es un factor también fundamental. Este agradecimiento, lógicamente, lo traslado a todo el equipo técnico que colabora en este trabajo.
En materia de formación y gestión empresarial, primero, fomentar la formación profesional reglada y el desarrollo de planes formativos de oferta específicos para el sector de comercio, contando con las organizaciones más representativas del sector. Un modelo clave para el sector es la formación dual, que permite adaptar la formación de los perfiles más especializados y demandados por las empresas de los diversos subsectores que conforman el sector comercio.
La digitalización en el sector comercio, no solo en el canal de venta online, sino orientada a la implementación de herramientas de gestión empresarial, especialmente en las micropymes; todo ello gestionado y coordinado a través de las organizaciones empresariales.
Otro aspecto que entendemos fundamental es el relevo generacional en las pymes del comercio y facilitar la transferencia a emprendedores mediante políticas efectivas y eficaces de apoyo al emprendimiento en nuestro sector.
De índole económico, pediríamos, -de forma coordinada con el sector y sus responsables de seguridad-, un plan de seguridad ad hoc en los establecimientos comerciales, así como modificar el Código Penal y la Ley de Enjuiciamiento Criminal para corregir los errores en la interpretación jurisprudencial de la última reforma de 2015. Y permitir volver a la eficacia que se había conseguido en la misma en la lucha contra el hurto multirreincidente, reduciendo el enorme impacto social, económico y sobre los servicios públicos que este tipo de delitos está ocasionando.
Incrementar las medidas de control y coordinación en todas las Administraciones y Cuerpos de Seguridad del Estado para luchar contra la falsificación y la venta ilegal de productos y su posterior
comercialización. El comercio, que es uno de los principales agentes que contribuye con el pago de sus impuestos al impulso y promoción de nuestras áreas urbanas, convive a diario con la competencia desleal en todas sus formas, que no fomentan la economía local y que ocupan las grandes vías comerciales, repercutiendo negativamente en la venta de los comercios.
En cuanto a las campañas que he mencionado al empezar, pediríamos impulsar unas campañas de concienciación dirigidas tanto a las personas consumidoras como a los colectivos de niños y jóvenes en contra de los productos falsificados. Comprar en establecimientos autorizados es garantía de seguridad, calidad y confianza del producto adquirido.
Dinamizar el consumo en el comercio de proximidad y mejorar la capacidad del gasto de las personas consumidoras a través de tickets-compra subvencionados para la adquisición de bienes en el comercio de proximidad consideramos que también son aspectos a tener en cuenta.
Tercero, diseñar e impulsar campañas específicas orientadas a la reactivación del consumo en subsectores de comercio, como electrodomésticos, equipamiento del mobiliario del hogar, etcétera, en línea con los planes renove impulsados, por ejemplo, en el sector del automóvil.
Y en cuanto a las medidas legislativas, las dividiríamos en dos. Unas de carácter urgente, que consisten en la publicación de un real decreto que corrija las ineficiencias del real decreto 15/2020; la introducción de un mecanismo de arbitraje sobre las diferencias entre las partes que cuestione la equidad de las cláusulas más gravosas y perjudiciales para el arrendatario aportaría equilibrio a la relación, toda vez que podrá corregir tanto abusos como acciones que pusiesen en riesgo la continuidad de las empresas. Y en el largo plazo pediríamos la elaboración de una ley de arrendamientos comerciales.
De índole institucional, contar con la participación de la Confederación Española de Comercio para la toma de decisiones que afecten al sector, así como en las diferentes iniciativas o planes dirigidos a nuestro sector.
Y, para terminar, como conclusiones, les diría que desde la Confederación Española de Comercio reclamamos voluntad política para establecer un plan de ayuda urgente al comercio, con un importante apoyo presupuestario, cuya puesta en marcha se facilitaría con la declaración del comercio como sector estratégico de la economía española.
Desde la Confederación consideramos que es fundamental este reconocimiento, dándole por tanto al sector la importancia y el reconocimiento que merece a nivel social, político y económico.
Ahora permítanme que les haga una reflexión. ¿Alguien podría imaginarse lo que hubiera sido el período de confinamiento y las posteriores fases de desescalada sin el comercio de proximidad y, por tanto, sin el modelo comercial de nuestro país? Póngase en valor al sector comercio con políticas concretas y mantenidas en el tiempo, tal como en otros sectores considerados estratégicos se han llevado a cabo.
Se hace necesario el trabajo en equipo que permite alcanzar consensos entre los diferentes agentes representativos del sector comercial, así como la colaboración público-privada en la toma de decisiones que afecten al sector comercio. Foméntense políticas basadas en el consenso y no en base a la discrepancia o diferencia según el formato comercial o la dimensión empresarial. En definitiva, téngase en cuenta al sector comercio como el sector estratégico que es en el desarrollo económico y social del país. Muchas gracias.