Pedro
Castro
Presidente CREEX Extremadura
Demandamos exenciones de impuestos y rebajas en las cuotas sociales para dar aire a las empresas, unas medidas fiscales de amplio alcance que amortigüen el daño, que estimulen la demanda y permitan a los sectores más golpeados ir recuperándose.
Buenos días, presidente, compañeros. Gracias por la invitación para participar en esta Cumbre Empresarial que desde la Confederación Extremeña apoyamos y valoramos como la máxima expresión de la unidad, donde grandes, pequeñas, autónomos, sectores y territorios estamos sumando y aportando propuestas para la recuperación social y económica de nuestro país.
Antes de la pandemia, la economía extremeña presentaba debilidades empresariales, como una tasa de paro superior al 23%, un déficit histórico de infraestructuras, cuya consecuencia es una falta de igualdad de oportunidades, y un tejido productivo colmado por su totalidad por microempresas y autónomos. Es decir, una empresa con poco pulmón financiero para invertir en su modernización, para aguantar vaivenes económicos a los que sumamos un consumo interno debilitado por el envejecimiento demográfico y la despoblación de las zonas rurales.
En este escenario se decretó el estado de alarma y el confinamiento, cuyos estragos en la economía y el ámbito empresarial son tan elocuentes que no merece la pena hablar, aunque sí me van a permitir que ponga de manifiesto que, en este periodo, desde la CREEX, hemos impulsado más que nunca el diálogo social, encontrando la máxima colaboración por parte de la Junta de Extremadura y de los sindicatos, en su sentido más amplio. Como prueba, el hecho de que las diputaciones y la Federación de Municipios hayan instado a agilizar el pago de facturas y ayudas pendientes, y también a contemplar excepciones en tasas de impuestos municipales para dar un respiro a empresas y autónomos.
Pero donde se ha plasmado con mayor claridad este espíritu de concertación es en las relaciones con la Junta de Extremadura. Por no resultar prolijo en mi exposición, solo mencionaré algunos de los logros en este diálogo: sistemas de ayudas directas a empresas y autónomos para el mantenimiento del empleo; un sistema de microcréditos y otro de avales complementarios para llegar al cien por cien con subsidiación de interés; ha agilizado los pagos pendientes de facturas y ayudas; ha propiciado el cambio en la ley del urbanismo y ordenación del territorio para poder hacer inversiones en zonas rurales; está aprobando modificaciones puntuales para la agilización de trámites y la simplificación administrativa. está trabajando para poner en marcha un plan de ayuda al turismo y establecer líneas de ayuda para la digitalización y el teletrabajo de pymes y autónomos.
¿Suficiente? No, nada de eso. Las competencias autonómicas son las que son y la hacienda regional llega hasta donde llega, aunque estamos en proceso de negociación para la agenda de reactivación social y económica de Extremadura. Porque lo fundamental, lo que marcará la diferencia entre una recuperación en ‘V’ y una crisis de larga duración, es que el Estado, el Gobierno de España, se implique con decisión generando seguridad jurídica, certeza, diálogo y eficacia.
No se puede marear más la perdiz mientras las empresas agonizan y peligran los empleos. Por eso desde la CREEX demandamos exenciones de impuestos y rebajas en las cuotas sociales para dar aire a las empresas, unas medidas fiscales de amplio alcance que amortigüen el daño, que estimulen la demanda y permitan a los sectores más golpeados ir recuperándose.
Igualmente, exigimos flexibilidad laboral que permita adaptar plantillas a las necesidades y el mantenimiento de los ERTE en unas condiciones de flexibilidad que hagan posible que cada empresa, cada sector, vaya recuperando el pulso en función del comportamiento de su mercado.
Para el caso particular extremeño, demandamos que se impulsen y se aceleren las licitaciones de obras en infraestructuras, tanto para generar actividad en el sector de la construcción y afines, como para vertebrar un territorio que, sin vías adecuadas de comunicación, sin acceso a las nuevas tecnologías, a la nueva economía, camina hacia la despoblación a medio plazo.
Paralelamente, Extremadura necesita un plan específico de incentivos al empleo y de formación para afrontar sus cosas de paro estructural y que la Administración regional disponga de mayores posibilidades de acción, liberándola de la cofinanciación de los fondos europeos. No se trata de pedir privilegios, sino acciones que nos sitúen al nivel del resto del país, porque de justicia es tratar de manera desigual a los desiguales, y nuestra posición de partida marca una profunda desigualdad, una brecha en el desarrollo que ni puede ampliarse, ni debe perpetuarse.
Quiero finalizar agradeciendo a todo el personal de CEOE y a sus organizaciones miembros y su trabajo, y realizar un llamamiento: si en esta cumbre nos hemos sentado a debatir y exponer propuestas empresas que compiten entre sí, empresas de distintos tamaños, de sectores diferentes, de distintos territorios, con intereses muchas veces no coincidentes, y todas hemos aportado y sumado poniendo de relieve en lo que coincidimos y dejamos las discrepancias para otro momento, porque tenemos claro cuál es el objetivo principal y el interés general; ¿es mucho pedir que desde el Gobierno se lidere con lealtad y diálogo una estrategia de recuperación consensuada con partidos políticos, Administraciones Públicas y agentes económicos y sociales? Sinceramente, creo que no. Con altura de miras, voluntad y una meta clara, esta estrategia no es solo posible, es necesaria.
Muchas gracias.

Geopolítica CCAA

Josep Piqué

Salvador Navarro

Josep Sánchez Llibre

Santiago Aparicio

Eduardo Zubiaurre

Javier González de Lara

Ángel Nicolás

Ricardo Mur

Antonio Fontenla

Agustín Manrique de Lara

Jose Carlos Francisco

Pedro Castro

Carmen Planas

Belarmino Feito

Juan Miguel Sucunza

Enrique Conde

Jaime García Calzada

José María Albarracín

Bhagwan Dhanwani
